Guía de tres meses para prepararte para el embarazo
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¿Estás preparada para concebir? Aquí te mostramos cómo preparar tu cuerpo si quieres quedar embarazada en tres meses.
Por Nora Tobin
Traducido por Ana Cristina González I Foto: Getty Images
Si estás leyendo esto, es muy probable que estés pensando en tener un bebé pronto. Antes de empezar a intentarlo, consulta esta guía de preparación para el embarazo.
¿Ya empezaste a intentarlo? No hay problema. Nunca es demasiado tarde para hacer cambios en el estilo de vida que mejoren tu salud… y la de tu hijo.
Tres meses antes
Programa una revisión.
Puesto que se necesitan dos para bailar el tango reproductivo, deberías programar un chequeo preconcepcional para ti y tu pareja. Durante este examen, el médico repasará cuestiones como el historial médico de ambos y el de sus familias. “Conocer el historial ginecológico de los pacientes y sus experiencias pasadas con el embarazo puede ser muy importante para ayudarlos a planificar embarazos saludables”, dice el doctor John R. Sussman, profesor asociado del departamento de obstetricia y ginecología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Connecticut.
En este examen, el médico tratante también debe comprobar que tus vacunas estén al día. La varicela y la rubeola son las dos principales que deben preocuparte ahora. Si no eres inmune a ambas enfermedades, lo ideal es que te vacunes tres meses antes de intentar concebir ya que ambas son vacunas “vivas”, por lo que no se recomiendan durante el embarazo.
Limpia tu botiquín de medicamentos.
Tu botiquín probablemente está lleno de medicamentos de venta libre que tomas para el dolor de cabeza, las alergias o el estreñimiento, y quizás también de una variedad de productos a base de hierbas. Ahora es el momento de revisar qué tienes allí. Algunos de estos productos contienen ingredientes que podrían afectar la fertilidad o perjudicar al futuro bebé. Pregúntale a tu médico qué es seguro cuando empieces a intentar concebir.
Infórmate sobre la interrupción de los anticonceptivos.
Si estás utilizando un método anticonceptivo de barrera, como los preservativos o el diafragma, puedes seguir usándolo hasta el día en que empieces a “intentarlo”. Sin embargo, si estás tomando la píldora anticonceptiva, es posible que quieras cambiar a otro método anticonceptivo ahora. Si bien algunas mujeres empiezan a ovular casi inmediatamente después de dejar los anticonceptivos orales, otras pueden pasar varios meses sin ovular.
Visita al dentista.
Las enfermedades de las encías están relacionadas con los partos prematuros. Por eso, acude al dentista para asegurarte de que tienes una buena salud dental antes de quedar embarazada. Si necesitas tratamientos dentales, radiografías o medicamentos, resuelve esos asuntos antes de intentar concebir.
Otras cosas a tener en cuenta…
Seguridad en el trabajo: Si te preocupa algo a lo que te expones en el trabajo, como productos químicos nocivos, estar de pie durante mucho tiempo o incluso el estrés intenso, habla con tu empleador e investiga un poco. Tu pareja también debería investigar, aunque puede ser difícil hacer que algunos empleadores reconozcan que la salud reproductiva también es importante en los hombres.
Enfermedades crónicas: Las mujeres con problemas de salud crónicos, como hipertensión arterial, enfermedad tiroidea, diabetes, epilepsia, enfermedades cardíacas o lupus, deberán controlarlos cuidadosamente. En el caso de las mujeres con diabetes, las probabilidades de tener un embarazo y un bebé sanos aumentan si logran controlar su nivel de azúcar en la sangre antes de quedar embarazadas. El chequeo preconcepcional debe incluir una prueba de diabetes si el médico sospecha que puedes estar en riesgo. Las mujeres con tratamiento para la depresión o la ansiedad, o que han sufrido trastornos del estado de ánimo, también deben recibir atención especial.
Dos meses antes
Incrementa las vitaminas y verduras.
Empieza a comer una variedad de cereales integrales, frutas y verduras todos los días, y reduce el consumo de grasas no saludables. Aumenta el consumo de alimentos ricos en hierro y calcio. Considera también la posibilidad de tomar un suplemento multivitamínico, pero asegúrate de no excederte con las vitaminas A o D (niveles recomendados: vitamina A, 770 microgramos hasta 3.000 mcg; vitamina D, 5 mcg hasta 50 mcg).
Uno de los ingredientes más importantes del suplemento multivitamínico es el ácido fólico. Se recomienda un mínimo de 400 mcg diarios para reducir el riesgo de defectos del tubo neural en los bebés, como la espina bífida (nota: si tienes un factor de riesgo mayor, necesitarás aproximadamente 10 veces esa cantidad o 4 miligramos).
Los futuros papás también deben consumir mucho ácido fólico, zinc y vitamina C. Estos nutrientes son vitales para una producción y calidad óptimas del esperma.
Evalúe su peso.
Si pesas más de lo que deberías, intenta acercarte a los 7 kilos de tu peso ideal antes de quedar embarazada, y luego empieza una dieta de mantenimiento con 1.800 calorías al día mientras intentas concebir. Las madres obesas son más propensas a sufrir hipertensión arterial, diabetes gestacional, tener bebés de gran tamaño y requerir cesáreas.
Por supuesto, tampoco es saludable tener un peso muy bajo. Las mujeres demasiado delgadas corren el riesgo de sufrir problemas de fertilidad, tener un parto prematuro, tener bebés de bajo peso o padecer anemia.
Ejercítate.
Si ya tienes una rutina de ejercicios, sigue entrenando (a no ser que te dediques a los maratones o a los deportes extremos. En ese caso, deberías consultar a un médico para asegurarte de que estas actividades no afectan tu fertilidad). Si te gusta más estar sentada en el sofá que hacer cardio, considera la posibilidad de empezar ahora un programa de entrenamiento que puedas seguir haciendo durante todo el embarazo. Mantenerse físicamente activa durante el embarazo puede ayudar a aliviar los dolores y molestias durante la gestación. Además, aumenta tu energía, te ayuda a dormir, mejora tu estado de ánimo y te ayuda a afrontar el estrés.
Un mes antes
Deja de fumar.
“Hay muchas cosas que no puedes cambiar para maximizar tus posibilidades de tener un bebé sano, pero fumar es algo que sí puedes controlar”, dice Arlene Cullum, Máster en Salud Pública, del Centro Médico Sutter de Sacramento (California).
Las mujeres que fuman son menos fértiles y corren un mayor riesgo de aborto espontáneo, mortinato, parto prematuro y de tener un bebé de bajo peso. Los hijos de madres fumadoras corren un mayor riesgo de tener problemas de salud, como el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL).
Si no fumas, pero tu pareja sí, dile que ya es hora de que lo deje. Estudios recientes concluyen que, para un feto, no hay gran diferencia entre tener una madre fumadora o una fumadora pasiva.
Deja de beber alcohol.
No se ha determinado un nivel seguro de consumo de alcohol durante el embarazo, por lo que March of Dimes y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan dejar de beber por completo cuando se empieza a intentar concebir. Las madres que beben durante el embarazo corren mayor riesgo de aborto espontáneo, mortinato, de tener un bebé con bajo peso o con defectos de nacimiento potencialmente graves. El alcohol también puede reducir la densidad de espermatozoides, mientras que el consumo de marihuana disminuye la densidad y la movilidad de los espermatozoides, a la vez que aumenta el número de espermatozoides anormales.
Limita el consumo de cafeína.
No es necesario suprimir la cafeína por completo. Sin embargo, el consumo excesivo de café (más de 300 mg diarios) se ha relacionado con problemas de fertilidad, así como con un mayor riesgo de aborto espontáneo, parto prematuro y bebés de bajo peso. Por eso, la clave es la moderación.
¡Prendan los motores!
Cuando ya estés intentando concebir, toma algunas medidas adicionales para aumentar las probabilidades de un embarazo saludable.
Descubre qué alimentos son seguros.
Los expertos recomiendan que las mujeres embarazadas y las que están intentando concebir se abstengan de consumir pescado crudo y con alto contenido de mercurio, carne o marisco poco cocidos, embutidos, todos los alimentos elaborados con huevos crudos o poco cocidos, quesos blandos, leche y zumos no pasteurizados, brotes de verduras crudas y tés de hierbas.
Delega el trabajo sucio (e inseguro).
Deja que otras personas se encarguen de tareas poco seguras (por ejemplo, usar pinturas, disolventes o pesticidas, limpiar la caja del gato o la jaula de los roedores).
Ayuda a tu pareja a mantener su escroto fresco.
Los hombres que usan bóxeres tienen una temperatura escrotal más baja (y, por tanto, un entorno más propicio para el esperma) que los que llevan calzoncillos. Tu pareja también debería evitar tener la laptop sobre su regazo y evitar montar en bicicleta más de dos horas al día, seis días a la semana.
Este artículo fue originalmente publicado en Parents.com
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