Depresión posparto: causas, factores de riesgo y estrategias de prevención
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Si bien la depresión posparto puede atacar a cualquiera, hay algunos factores que aumentan tu riesgo de padecerla. Conoce más sobre qué causa la depresión posparto y cómo prevenirla.
Por: Peg Rosen y Randi Hutter Epstein, doctora en medicina
Traducido por Ana Cristina González I Foto: Getty Images
Después de dar a luz, cerca del 80 por ciento de las nuevas mamás experimentan tristeza y cambios de humor que se conocen como melancolía posparto o el “baby blues”. Estos síntomas comúnmente duran días o semanas después del parto pero, ocasionalmente, se convierten en una más grave depresión posparto (DPP).
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la depresión posparto afecta a una de cada nueve nuevas mamás y los síntomas pueden aparecer hasta un año después de haber dado a luz. Los signos de la DPP incluyen: tristeza o vacío persistente, desesperanza, culpa, insomnio, pérdida de peso, disminución de la energía, dificultad para concentrarse, pérdida de interés en actividades que antes disfrutabas, entre otros. Los doctores normalmente tratan la DPP con antidepresivos, terapia, o ambos.
Cualquiera puede desarrollar depresión posparto, pero ciertos factores pueden aumentar tu riesgo de padecerla. A continuación, todo lo que debes saber sobre las causas y los factores de riesgo de la depresión posparto.
¿Cuál es la causa de la depresión posparto?
Tradicionalmente, los doctores han culpado de la depresión posparto a la disminución drástica de hormonas (estrógeno y progesterona) que sucede después de dar a luz. Estos cambios hormonales alteran el equilibrio químico de tu cerebro. Sin embargo, las hormonas no pueden explicarlo todo; de ser así, todas las mamás caerían en depresión.
Según las más recientes investigaciones, las mujeres que sufren de DPP muestran claras señales de advertencia durante el embarazo; muchas tienen factores de riesgo, como un historial de depresión. La DPP también puede estar asociada con el no dormir las horas suficientes, los sentimientos de soledad asociados con la nueva maternidad, los cambios físicos del embarazo, las dificultades para amamantar y otros factores.
Dile a tu doctor siempre que experimentes síntomas de DPP o si crees que tienes riesgo de desarrollarla. “Los doctores pueden detectar a aquellas mujeres más vulnerables de manera temprana y prevenir la enfermedad antes de que ataque”, dice el investigador principal Zachary Stowe, doctor en medicina y director del Programa sobre Trastornos del Estado de Ánimo durante el Embarazo y Posparto de la Universidad Emory, en Atlanta.
Factores de riesgo para desarrollar depresión posparto
La depresión posparto le puede pasar a cualquiera, sin importar si es tu primer hijo o el quinto. Pero los factores que pueden aumentar tu riesgo de desarrollarla incluyen los siguientes:
•Historial de depresión o trastorno bipolar:Las mujeres que previamente han tenido depresión clínica tienen mayor probabilidad de desarrollar DPP. Ten en cuenta que pudiste no haber estado necesariamente consciente de haber tenido, o no necesariamente en tratamiento por episodios pasados de depresión. Es importante que repases tu vida detenidamente, tu adolescencia, tu adultez joven, tus experiencias de posparto anteriores, y evaluar si has tenido algún episodio significativo de ansiedad o depresión que haya mermado tu capacidad para funcionar.
• Síndrome premenstrual severo:Debido a que la depresión posparto parece disparada parcialmente por los cambios hormonales después del parto (y posiblemente después del destete), muchos expertos creen que la sensibilidad hormonal previa puede ser un indicador. El riesgo de sufrir DPP puede aumentar en mujeres con un historial de síndrome premenstrual severo, o en mujeres que experimentaron cambios negativos en el estado de ánimo mientras tomaban píldoras anticonceptivas.
• Una personalidad perfeccionista:Muchas mujeres con DPP son perfeccionistas, dice Joyce A. Venis, enfermera psiquiátrica y presidenta de Depression After Delivery Inc., un grupo de auto ayuda con sede en Raritan, Nueva Jersey. “Ellas se sienten culpables si no pueden hacer todo bien y dan por hecho que todas las demás madres están haciéndolo mejor que ellas”, dice ella. “En consecuencia, ellas se imponen a sí mismas expectativas no realistas”.
• Dificultades durante el embarazo:Los problemas significativos mientras estás encinta, como cambiarte a una casa nueva, una muerte o enfermedad en la familia, o estrés marital, puede hacerte más vulnerable a tener DPP. Un conjunto de evidencias cada vez más numerosos muestra que las mujeres pueden empezar a presentar síntomas de depresión mientras están embarazadas.
Si tienes riesgo de desarrollar DPP, comparte tanta información como puedas con tu pareja (o una amiga cercana). Ayúdale a él a que se aprenda los síntomas de la depresión posparto y pídele que esté pendiente. Los signos más grandes incluyen: dificultad para dormir, sentimientos de desesperanza y culpa, pérdida de interés en las actividades cotidianas y tener pensamientos de hacerte daño a ti misma o a tu bebé. Es común a todas las mujeres el sentir algún tipo de melancolía o “baby blues” en las primeras pocas semanas después de dar a luz, pero la depresión posparto dura más tiempo y es más severa.
También es bueno acercarte a un terapeuta mientras aún estás embarazada. De este modo, no tendrás que perder tiempo buscando tratamiento si es que desarrollas DPP.
Cómo prevenir la depresión posparto
El informarte sobre este tema que alguna vez fue tabú, te permite crear un ambiente que previene o aminora la severidad de la depresión posparto. De hecho, tengas o no riesgo de desarrollar DPP, las siguientes estrategias facilitarán tu transición hacia la maternidad.
• Únete a un grupo de apoyo. El aislarse da pie a la ansiedad. El solo hecho de saber que otras están experimentando la misma mezcla de felicidad y frustración calmará tu mente. Los grupos de apoyo para nuevas mamis ofrecidos por organizaciones comunitarias y hospitales proporcionan alivio del aislamiento social que conlleva tener un nuevo bebé y te dan perspectiva, observa Meg Spinelli, doctora en medicina y directora del programa de salud materna del Instituto Psiquiátrico del Estado de Nueva York, de la Universidad de Columbia. También hay muchos sitios web que te conectan con otras nuevas mamás; para empezar, revisa postpartum.net.
• Habla con tu pediatra y ginecobstetra.Debido a que estos proveedores médicos tienen contacto frecuente con futuras madres y nuevas madres, ellos pueden ayudarte a detectar los síntomas de la DPP. Es importante que elijas gente con la que puedas hablar y que estén interesados en tu bienestar y el del bebé, señala Karen Kleiman, autora de This Isn’t What I Expected: Overcoming Postpartum Depression (Bantam, 1994).
• Que te ayuden en casa.Acepta ayuda en cosas de la casa por parte de tu pareja, amistades, familiares o vecinos. “Si te sientes abrumada o resentida, debes darte permiso de pedir ayuda en lugar de esperar a que otros se ofrezcan”, dice Diane Sanford, doctora en filosofía y autora de Postpartum Survival Guide.
• Date tiempo para hacer ejercicio.En un estudio de más de 1,000 madres se halló que las que hacían ejercicio antes y después del nacimiento de su bebé tendían a sentirse mejor emocionalmente y eran más sociables que las mujeres que no lo hacían. “Dar una ligera caminata, tomar el aire fresco y disfrutar de la naturaleza puede mejorar tu perspectiva”, dice Karen Rosenthal, doctora en filosofía y psicóloga en Westport, Connecticut. Pero no te fuerces a hacer aeróbicos extenuantes; esto se trata más de poner a circular tu sangre que de quemar calorías o fortalecer tus músculos abdominales.
• Pon todo en perspectiva. Entre los cambios hormonales y todos los cambios en tu vida, a veces te será difícil sentir confianza en ti misma, especialmente si das por hecho que este debe ser el mejor momento de tu vida. Enfócate en la luz al final del túnel: tu bebé pronto se acomodará a un horario, la lactancia te será muy natural y tu pañalera estará llena y lista para que tú puedas salir de casa rápidamente. Te quedan años de mejores momentos; no te convenzas a ti misma de que estos tienen que ser las primeras semanas o meses de la maternidad.
Este artículo fue originalmente publicado en Parents.com
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