¡Atención! 8 tips para evitar ahogamientos en tus niños

 
 
 

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Pocas cosas más bonitas en verano que relajarse, refrescarse y darse un chapuzón. Mientras empacas tu bolsa de playa, es posible que estés contemplando cómo mantener a tu pequeño (y a toda la familia) a salvo en el agua. Y no es para menos, ya que en los Estados Unidos, el ahogamiento ocupa el quinto lugar entre las principales causas de muerte por lesiones no intencionales.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), una de cada cinco personas que mueren por ahogamiento no relacionados con la navegación son niños menores de 14 años. De hecho, los ahogamientos son responsables de más muertes entre niños de 1 a 4 años que cualquier otra causa, excepto por anomalías congénitas y, espantosamente, los riesgos de ahogamiento han aumentado desde COVID-19. 

¡Pero no te preocupes! Lucy Murillo, director acuático en YMCA de San Diego, California, te da la información que necesitas para promover la seguridad del agua en la piscina, el lago o la playa en esta temporada soleada.

1.- Familiariza a tu niño con el agua desde temprano 

Cuando los niños se familiarizan con el agua desde el principio, la exposición repetida al agua y la instrucción formal los hace menos riesgosos de sufrir un accidente. Y es que aprender a nadar impacta a los niños con habilidades de supervivencia y excelentes técnicas para prevenir el agotamiento y, por lo tanto, conservar energía. Lo bueno es que puedes empezar a enseñarle a tu hijo a nadar desde los 6 meses de edad.

2.- No creas en el ahogamiento tipo Hollywood

El ahogamiento no ocurre como a menudo se describe en las películas. El ahogamiento es silencioso. Por lo general, las víctimas no tienen la energía para gritar pidiendo ayuda o chapotear. Veinte segundos es todo lo que necesita un niño pequeño para ahogarse.

3.- Vigila a tu hijo cuando esté cerca del agua

Dado que el ahogamiento es silencioso, la táctica preventiva más importante es supervisar a tu hijo cuando esté cerca del agua en todo momento. Esto significa observarlo activamente, mantenerlo al alcance de la mano y no perderlo de vista ni un momento.  

4.- Instala vallas de seguridad para tu piscina

La piscina en tu patio trasero debe estar rodeada por una cerca de al menos cuatro pies de alto. La cerca debe tener una puerta con un pestillo y debe estar cerrada con llave en todo momento. Nunca dejes a tu niño sin vigilancia alrededor de la piscina. Incluso la valla más eficaz no es tan segura como la supervisión de los padres.

5.- Evita confiar plenamente en los flotadores 

Los flotadores para ayudar a los nadadores más jóvenes a mantenerse a flote no están destinados a salvar vidas. El único dispositivo de flotación “seguro” es un chaleco salvavidas aprobado por la Guardia Costera. Aun así, un dispositivo de flotación no reemplaza la supervisión. Si tu pequeño está usando un chaleco, asegúrate de estar lo suficientemente cerca de él, en caso de que se caiga boca abajo o se deslice a través del chaleco.

6.- Aprende reanimación cardiopulmonar (RCP)

En el peor de los casos, saber la RCP puede salvar la vida de tu niño mientras esperas que llegue una ambulancia. Mantener la sangre bombeando a través del cerebro de un niño (durante las compresiones) aumenta drásticamente sus posibilidades de supervivencia.

7.- Ten siempre un vigilante designado 

Las fiestas o las reuniones en la piscina son oportunidades maravillosas para que los niños jueguen y socialicen. Dado que hay muchos adultos alrededor, tal vez puedes pensar que alguien está vigilando a tu hijo de manera segura. Pero ten en cuenta que otros adultos pueden estar pensando lo mismo que tú, creándose así una brecha en la vigilancia a los niños. Así que asegúrate de que al menos uno o dos padres vigilen constantemente a los niños sin distracciones. Pueden rotar turnos cada 30 minutos.

8.- Establece reglas claras dentro y fuera del agua

Asegúrate de recordarle a tu hijo que debe pedirte permiso cuando quiera entrar en el agua en lugar de irse solo cuando se le antoje. También enséñale que no debe correr alrededor de la piscina pues el piso puede estar resbaladizo, ni empujar a otros niños alrededor del área de la piscina. Además, debe evitar tener como juego el sostener la respiración bajo el agua.

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