Tres claves para el éxito escolar: siémbralas ya desde el kinder
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En un par de meses mi hija terminará el kinder, su primer año en la escuela. Para la niña los aprendizajes han sido muchos: nuevos conocimientos, nuevas rutinas, nuevos amigos, nuevas reglas y hasta nuevo colegio, pues el antiguo local será reemplazado por modernas instalaciones. La niña no es la única que ha experimentado intensos aprendizajes.
A mi este año de kinder me ha enseñado (en la práctica cotidiana) el rol fundamental que tenemos los padres para sembrar, temprano, habilidades y valores que abren las puertas del éxito escolar. Si deseas que tu hijo coseche buenos frutos a futuro, debes sembrar ahora, cuando todavía conserva varios de sus dientes de leche. Es ahora, ya desde etapas educativas tempranas como la del kinder, cuando empieza a comprender el significado de palabras como responsabilidad, concentración, equivocarse y corregir. A continuación pongo algunos ejemplos de situaciones que pueden ayudarte a inculcar en tu niño habilidades y valores fundamentales:
Responsabilidad: Tu hijo viene a casa con una mochila llena de comunicaciones del colegio, incluida su tarjeta de evaluaciones y deberes dejados por el maestro. Aunque es más práctico para ti (pues te ahorras tiempo) revisar cada documento por ti misma y a solas, es ideal que involucres en este proceso al niño y que le preguntes a diario si hay mensajes pendientes, si debes firmar algo o si tiene tareas. Organiza con él los documentos/deberes/proyectos que debe llevar al día siguiente a la escuela y evita hacerlo todo por él.
Concentración: En el kinder las tareas escolares no son muchas pero sin embargo ayudan a establecer una rutina de estudio. Incluso si lo que el niño debe hacer es colorear un arcoiris en ciertos tonos (algo simple para un adulto, pero que requiere especial atención en un niño de 5 años), es importante que aprenda a tomar estas actividades con seriedad. Es decir: hay un tiempo y un lugar indicado para estudiar y hacer los deberes y eso significa que, por ejemplo, no puede hacer las tareas mientras ve televisión, juega con el Wii, cena o habla por teléfono con la abuelita. La capacidad de concentración vale oro y hay que empezar a cultivarla cuanto antes, como la base de una eficiente rutina para estudiar.
Aprender a equivocarse: Parece mentira, pero un error tan simple como, digamos, escribir el número 7 al revés, puede ser, para un niño que empieza el cole, una verdadera catástrofe. Sea porque ya lo han intentado muchas veces y “no les sale bien”, o porque están cansados, o porque no les gusta ser corregidos y se sienten inseguros de sus capacidades, a los niños, especialmente los más jóvenes, no siempre les resulta fácil “equivocarse y corregir”. Ésta es una capacidad que los padres debemos promover con enorme paciencia, buen humor y espíritu constructivo. Si tu hijo se equivoca en una suma o resta, en la escritura de una palabra o en la forma de hacer un proyecto, recuérdale que le quedan muchos años por delante para aprender y que es totalmente NORMAL equivocarse. Cada equivocación es una oportunidad para aprender, así que ayúdalo a encontrar la respuesta correcta con una sonrisa por delante. El miedo al error puede ser paralizante así que cuanto más temprano abordes este asunto, mucho mejor. ¡Con perseverancia ni la luna parece inalcanzable!
Foto: Hemera
Paola Cairo es una periodista que nació y creció en el Perú. Actualmente vive en Texas con su familia. Para conocerla más visita su blog Con Ojos de Mamá.
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