TDAH: Tareas escolares ¿Motivan o preocupan?
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Por: Cecilia Aguilar
Particularmente, las tareas escolares en muchas ocasiones son un motivo de conflictos tanto en el colegio como en la casa. Sin embargo, podríamos cuestionarnos ¿si las tareas escolares son una herramienta importante de repaso de las actividades aprendidas en la escuela, porqué se convierten en causa de éxito o fracaso?
¿Qué son y para qué sirven las tareas escolares?
Las tareas escolares han existido desde el inicio de la instrucción en el aula, conformando una herramienta de ayuda en el crecimiento personal de los niños al enseñarles responsabilidad, hábitos, organización, así como manejo del tiempo; mientras que en el plano escolar, representan avances en su rendimiento escolar, superación de problemas de aprendizaje y en la formación de habilidades creativas.
Sin embargo, no todo suele ser tan ideal, y en muchas ocasiones se convierte en algo difícil y problemático. Lo más común es el poco interés que muestran los niños para realizar las tareas escolares, convirtiéndose en discusiones constantes con el entorno familiar.
Encontramos entonces los dos escenarios: Primero, niños que motivados por realizar las tareas escolares terminan a tiempo, participan en su revisión, y se esmeran a pesar de que en ocasiones encuentren trabajos más complejos que otros.
Lo segundo, y más común, algunos niños rechazan realizar las tareas escolares, al considerar que el trabajo escolar termina al salir del colegio. Particularmente, los niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) tienden a no terminar las tareas a tiempo o externan dificultades constantes para su realización.
Para evitarlo, conviene tener en cuenta algunas recomendaciones, como crear ciertas rutinas y entornos favorables, acompañar y alentar a los niños mientras realizan las tareas y revisarlas juntos cuando han terminado.
¿Por qué resulta complicado para los niños con TDAH?
Es necesario recordar que el TDAH tiene tres componentes esenciales: dificultades en la atención, hiperactividad, y finalmente, la impulsividad.
En esta situación también tienen dificultades para tomar iniciativa, autocontrolarse (inhibición), evaluarse, planear, organizar y manejar el tiempo, monitoreo de las acciones, control emocional, así como manejar la memoria de trabajo, el compendio de acciones que conforman las denominadas funciones ejecutivas y que facilitan la realización de cualquier actividad.
Para la práctica de las tareas escolares es justamente la memoria de trabajo (la capacidad de recordar, deletrear, parafrasear, resumir, organizar, entre otras) una de las principales afecciones en el TDAH.
Pensando en que los propósitos principales de las tareas escolares son reforzar el conocimiento, así como, inculcar hábitos y responsabilidades, es trascendental que los padres utilicen herramientas para facilitar este proceso y eviten situaciones negativas tanto para ellos como para los niños.
La Psicóloga Laura del Ángel dentro del Taller Tareas escolares en niños con TDAH presentó estrategias para la realización de tareas escolares en niños con TDAH y se refirió a la importancia de la actitud de los padres en el proceso. En este caso, la pregunta es ¿hasta dónde deben ayudar a los niños con la tarea?
Existen padres que asumen la responsabilidad completa de realizar todos y cada trabajo que tengan sus hijos.
Otro escenario es cuando la tarea se convierte en una lucha de poder y control entre las dos partes.
Finalmente, también existen los padres que piensan que esto es asunto del niño y el maestro y no intervienen en absoluto.
Sin embargo, recordemos que las situaciones mencionadas no son las más prudentes, ante todo es importante mantener lejos las confrontaciones, ni imposición, la tarea no es un castigo.
En caso contrario, el niño que ve las tareas como pequeños logros personales, tendrá disposición para esforzarse más cada día. En este sentido, los padres deben mantener la motivación en que sus hijos descubran hasta donde pueden llegar y sean ellos quiénes resuelvan las problemáticas que encuentren en el proceso (de acuerdo a su capacidad).
Dar apoyo significa orientarlo o conducirlo para que encuentre la solución por el mismo, repasando el conocimiento ya adquirido y en la forma precisa como lo aprendió.
Entonces, ¿Cómo organizar las tareas escolares en el hogar?
- Elegir un lugar privado o personal donde puede sentirse cómodo para realizar sus actividades (considerando que en ese espacio tenga iluminación adecuada, además de contar con todos los materiales necesarios). Idealmente, alejado de distractores como conversaciones, ruido, música y claro, la televisión. En la medida de lo posible, preguntar directamente al niño cuál es el sitio en que le gustaría realizar su tarea, y tomar en cuenta su opinión.
- Establecer un horario fijo y una planificación para realizar la tarea. Esto atendiendo a la complejidad del trabajo que tenga asignado, y de acuerdo al grado escolar en que se encuentre, se puede establecer el tiempo determinado. Asimismo, el horario establecido debe ser conocido, respetado por la familia, y ser firmes en cumplirlo.
La psicóloga Laura del Ángel indicó que 10 minutos por materia son necesarios para la realización de tareas (esto de acuerdo al grado escolar). Asimismo, planificar día a día la carga de trabajo durante la semana ayuda a no saturarse de trabajo en algún día, lo cual produciría seguramente una disminución del rendimiento.
El momento idóneo para iniciar las tareas escolares puede ser un punto a negociar. Sin embargo, para generar hábitos de estudio y disciplina es importante dar un espacio de dispersión al momento de regresar del colegio, pero también procurar que sea lo más temprano posible para que cuente con oportunidad de realizar otras actividades de distracción o descanso.
- Realizar una supervisión del trabajo que el niño debe realizar. En esta parte, es importante mostrarle apoyo, interés, más no estar hostigándolo, y mucho menos hacer su tarea. Una forma de fortalecer su autoestima y responsabilidad es precisamente, generar independencia y autonomía en cómo realiza sus actividades, y del mismo modo, pueda reconocer sus errores.
Una forma de monitorear el proceso, es preguntar diariamente si el niño comprende realmente lo que debe hacer antes de que comience a trabajar. Es válido darle ejemplos y así sea más fácil la comprensión de su trabajo, sin responder directamente a sus preguntas.
De acuerdo, a las recomendaciones de la Psicóloga Laura del Ángel: “los padres deben ser un apoyo de los hijos, proporcionarles instrumentos, herramientas, alternativas. El regaño no es un medio que impulse alentarlos a resolver sus dudas”
- Demostrar entusiasmo y apoyo, traducido en palabras de aliento como estímulo hacia su trabajo permite al niño generar estrategias para abordar su tarea. No obstante, de acuerdo a la edad, cuando sus responsabilidades son mayores, es más oportuno hacerle preguntas o comentarios hasta ver que ha finalizado, para que identifique que valoran su esfuerzo.
- Ofrecer recompensas por las metas logradas (terminar en el tiempo establecido los trabajos), no se traduce en obtener premios pretendidos. Lo más apropiado es que las motivaciones y los incentivos sean atractivos para el niño (gustos, tiempo de esparcimiento).
- Otro aspecto es revisar las tareas escolares al finalizar las actividades, con el objetivo de hacer observaciones y sugerencias sobre la presentación y precisión de su trabajo. Señalar y mostrarle a los niños los elementos incorrectos, para que sean ellos quiénes los corrijan no significa exagerar el regaño, sino ayudar en el proceso de aprendizaje.
- Este último punto se complementa con generar y mantener una comunicación constante entre el profesor y los padres de familia. Precisamente, el revisar la tarea al ya encontrarse calificada, da pie a identificar los comentarios y el resultado del cumplimiento de lo que el profesor solicitó.
Hablar con los profesores para resolver problemas que surjan al realizar las tareas, significa externarle sus inquietudes desde el inicio del ciclo escolar, dialogar sobre las instrucciones de cada trabajo, la cantidad y relación con lo visto, así como los materiales escolares necesarios para efectuarlas, y en particular, si su hijo se rehúsa o la tarea le resulta difícil.
Sin embargo, si las dificultades fueran insuperables, la consulta y acuerdo con el maestro son indispensables.
Finalmente, las tareas escolares son un método o vía de acercamiento para los niños, sus familias y los maestros, de este modo, realizar un trabajo en común para mejorar tanto el aprendizaje como la conducta en casa y en el aula.
Este artículo esta basado en el Taller: Hacer tareas escolares en niños con TDAH. El Proyectodah brinda espacios de capacitación, conferencias, cursos o talleres. Para mayor información escribe a: info@proyectodah.org.mx
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