Quítales los malos hábitos
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¿Tu hijo se chupa el dedo, se mete los dedos en la nariz o se come las uñas? Antes de intervenir, ten en cuenta que un hábito naciente podría desaparecer si simplemente lo ignoras. Para los que persisten, prueba estos consejos.
Bloquéalo. Busca formas de hacer el hábito menos accesible. Guantes delgados podrían disuadirlo a chuparse el dedo por la noche, mientras que las trenzas pueden prevenir que se enrosque el cabello.
Distráelo. Para ese gesto que tanto le gusta—sea morder, enroscar o chupar–, sugiere otras formas de satisfacer ese mismo sentido. Dale plastilina, una piedra que puede sobar, una pajilla que pueda masticar o hilo para enroscar.
Sé proactiva. Enséñale una forma más positiva de lidiar con lo que le está molestando. En lugar de comerse las uñas, podría por ejemplo limarlas o poner crema en sus cutículas.
Alivia el estrés. Tu hijo podría necesitar otras maneras de aliviar la tensión, como dibujar o respirar profundamente. Es importante que los niños que se sienten muy estresados o que les cueste manejar las emociones visiten a un sicólogo.
Foto: Creatas Images
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