5 normas para criar a un hijo varón
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Controla la agresividad
Puede ser preocupante para los padres el ver a su hijo entretenerse con pistolas de juguetes y juegos de guerra de la Playstation; pero recuerda que lo que lo que tú consideras violencia, tu hijo lo ve como salvar el mundo. Participar en una fantasía de peleas,— independientemente de si se trata de policías y ladrones, o zombies y humanos—, puede ayudar a que tu pequeño aprenda a distinguir entre bueno y malo. Además, estos juegos ayudan a crear amistades y desarrollar la confianza. Gloria DeGaetano, fundadora del Parent Coaching Institute, afirma que a pesar de sus reticencias iniciales optó por comprar juguetes apropiados para la edad, entendiendo que toda diversión que conlleve imaginar mundos paralelos está bien siempre y cuando los niños entiendan que no deben dañar a nadie.
Concepto de disciplina: modela el buen comportamiento
Incluso cuando te estreses porque tu hijo parece estar fuera de control, es importante que mantengas la calma. “Una de las cosas que deberían evitar los padres, es responder con una mala actitud a un comportamiento agresivo del pequeño. Aunque gritos y amenazas pueden cortar el mal comportamiento que tu pequeño esté teniendo en ese momento, los hijos que son severamente castigados tienen una mayor tendencia a actuar de manera agresiva a largo plazo”, dice Cynthia Edwards, psicólogo del desarrollo. En su lugar, intenta educar en valores y modelar un comportamiento educado y asegúrate de elogiar a tu hijo cuando se porte bien. Interésate por lo que le guste, como insectos y robots, y hazle preguntas. Además, alábalo si demuestra que ha aprendido algo sobre insectos o si trata con cuidado sus juguetes. La disciplina con amor es la la única forma de crianza posible.
Enfatiza la amabilidad y empatía
Para desarrollar el lado sensible de tu niño, explícale la importancia de la amabilidad al animarlo a compartir sus juguetes con sus amigos o al enseñarlo que debe tratar bien a su mascota. También puedes leerle y contarle historias acerca de hombres célebres que lucharon por la paz e igualdad. Por ejemplo, nárrale cómo Martin Luther King lideró manifestaciones poderosas y pacíficas por los derechos humanos. Busca oportunidades para que tu hijo tenga contacto con roles positivos masculinos, asegura que pase tiempo con padres, hermanos mayores, tíos y abuelos, y, si puedes, participa con un programa gratuito de mentores. Celebrar la compasión y el amor puede hará que un chico joven se sienta mejor.
Anima a tus hijos a que expresen sus emociones
Conforme los niños aprenden a aceptar su lado sensible, les es cada vez más fácil hablar de sus sentimientos. Expresar las emociones puede ayudar a restarle importancia a un problema, y a evitar reacciones y respuestas infantiles. El hombre más mayor de la familia puede ayudar al pequeño durante el transcurso de su vida, ayudarlo a entender sus sentimientos y enseñarle maneras positivas en las que comunicar sus emociones. Puede que a un chico le cueste más que a una chica aprender a expresar sus pensamientos, así que ármate de paciencia y anímales a que lo hagan. Si está claro que algo no va bien pero tu hijo no quiere decírtelo, evita presionarle. Dale un abrazo y hazle saber que estarás ahí si lo necesita.
Mira más allá del ruido y la suciedad
¿La luz al final del túnel parece demasiado lejana? Algunas veces, la mejor forma de alcanzar la paz mental es dejar las cosas ir. Recuerda que esos platos sucios se pueden lavar mañana y que los recuerdos de tardes de juegos con tu hijos pueden durar años. Deja a los chicos mancharse, gastar energías y disfrutar. Siempre que se trate de una zona segura, déjales que jueguen libremente y resuelvan sus problemas por ellos mismos. Y respecto al ruido, designa un área en casa. Establece salas o secciones de juego en sótanos o zonas apartadas de las habitaciones comunes como el salón. Pero si sigues sin poder soportar el grado de decibelios, lleva a tu hijo a un parque o centro de juegos cercano donde puedan dejarse llevar y hacer todo el ruido que quieran sin molestar. Después de un buen tiempo de juegos, gritos, risas y actividad física, todos pueden parar y tomar un merecido snack.
Foto: Getty Images
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