¿Qué hago si mi niño pega y muerde?

 
 
 

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A menudo, los niños responden a su frustración con puñetazos, mordeduras y arañazos. Aunque este comportamiento se considera normal, los padres deben evitar esta conducta.

En una de sus publicaciones, Faros, sitio especializado en aconsejar a los padres en temas de bienestar de sus hijos, menciona que es normal en pequeños de 2 a 4 años, ya que en esta edad tiene poca tolerancia a la frustración y se enfadan con facilidad. En este periodo de la infancia, los niños no dominan un lenguaje por lo que demuestran su descontento por medio de llantos, gritos, rabietas, pegando o mordiendo.

Naomi Aldort, autora de Aprender a educar sin gritos afirma lo siguiente: “Mamá, tu hijo siempre perseguirá sus necesidades de forma inocente. Cualquier cosa que haga tiene una razón válida, un propósito específico. Puede que tenga hambre, le estén saliendo los dientes o hasta que esté imitanto a otro niño. Si él o ella muerde excesivamente o tiene algún comportamiento agresivo, pide que comprueben si tiene alergia, reacción al gluten, a productos lácteos, azúcar u otros alimentos”.

Otros especialistas creen que este tipo de agresividad no es rara en niños pequeños ya que es en esta etapa cuando tu hijo empieza a interactuar con otras personas y de forma lógica surgen los primeros conflictos como, por ejemplo, que dos niños quieran el mismo juguete o que un amiguito le derrumbe su castillo de arena.

Consejos para evitar que tu hijo pegue y muerda

1. No actúes indiferente

Si tu hijo pega o muerde a otro similar, debes intervenir, separarlo y reprenderle por su acción. Es necesario que él o ella entienda que agredir a otro niño o persona no está bien. Una manera en la que puedes educar en valores es haciéndole saber que necesita disculparse.

2. Ayuda a tu hijo a exponer lo que pasa con palabras

Si tu hijo aún es muy pequeño e incapaz de expresar su enfado con palabras, será bueno que le preguntes qué sucede. Así le harás saber que le entiendes. Este es un paso súper importante en la educación de emociones.

3. Dile que es normal cómo se siente no así su acción

Hazle saber que no es extraño cómo se siente, que todos en algún momento nos hemos sentido como él. Dilo con frases como “yo a veces estoy triste o me enojo”. Enséñale que puede reaccionar diferente cuando se sienta mal. Así comenzará a dominar la frustración.

4. No te enfades ni grites

Si levantas la voz y muestras frustración, lo único que conseguirás es que tu hijo interprete que la violencia es una posible forma de reaccionar. Si en ese momento te es difícil controlarte, lo mejor es que te retires, respires hondo y te calmes. Aprende cómo educar a un niño sin gritos.

5. No respondas a sus exigencias

No debes someterte a sus ataques de ira ni mucho menos a cumplir con sus exigencias. Tu hijo o hija debe entender que ni con esos berrinches logrará lo que se propone. Dile que debe ser paciente cuando desea algo y utilizar un lenguaje adecuado que no incluya agresión física. Conoce cómo educar a los hijos.

Después de los 4 años, los pequeños desarrollan su lenguaje y ganan habilidades en comunicación, lo que permite que sustituyan la conducta agresiva por una más reflexiva y comunicativa.

Si tu hijo está en una guardería o escuela, te recomendamos que aprendas más sobre el bullying.

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