5 estrategias de crianza que tu hijo agradecerá
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Hoy en día ser mamá es como tener que hacer un examen a diario. Si el bebé llora cuando debe tomar su siesta, ¿puede calmarse por sí mismo o hay que ir corriendo a la cuna para que no llore? Tu hijo en edad preescolar te está definiendo. ¿Le explicas las reglas de nuevo cada vez o le das time out por no escucharte? Y si lo haces mal, ¿lo estarás marcando para toda la vida?
Relájate. Estos pequeños dramas no son tan importantes como todo lo que supone el ser mamá. Existen unos factores que sí harán la diferencia en tus hijos.
1. Hazlo sentirse capaz.
Eres probablemente una experta en aumentar el ego de tu hijo con frases, hablándole y motivándolo. De todas formas, es más difícil dar un paso atrás y dejar que él maneje los retos por su cuenta. “Los niños que aprenden a resolver las situaciones por sí mismos están abiertos a probar cosas nuevas, tomar riesgos y crecer resolviendo los problemas”, dice Jim Fay, coautor de Parenting With Love & Logic. Están más equipados para enfrentar los obstáculos en vez de salir corriendo de los problemas.
Estrategia. Si ves que tu hijo está conectando los railes de su tren o haciendo la tarea, no corras a ayudarlo. Mejor muéstrale cómo puede encontrar una solución. Si tu hijo de 4 años quiere que su camión recoja la tierra pregúntale cómo debe hacerlo. Si lo ves estresado, ofrécele una sugerencia. Aunque no está mal enseñarle a tu hijo, aumentarás la seguridad en sí mismo preguntándole cómo lo logró que si haces por él. Además, déjale saber que a primera, tal vez, no logre resolver un problema.
Desde que su hija Lillian de 6 años era una bebé, Rachel Tayse Baillieul, de Ohio, ha estado presente para ver sus triunfos y sus caídas. Mientras la niña llenaba un jarrón se le virtió un poco de azúcar. Entonces, Tayse Baillieul dijo: “Puede ser más fácil si lo haces más lento”. Su objetivo es simple: “Quiero que Lillian sepa que cometer errores está bien y es una de las formas de aprender”.
Siéntate con tu pareja a definir las cualidades que quieren inculcarle a los niños. Bondad, tolerancia, responsabilidad, honestidad y persistencia son los mejores para empezar, sugiere Michele Borba, Ed.D., consejera de Parents y autora de The Big Book of Parenting Solutions. La clave es no solo hablar de ello sino vivir así.
Estrategia. Cuando estén viendo televisión juntos, explícale si los personajes están haciendo las cosas bien. Dile: “¿Está bien que Dora le de la mitad del sandwich a Diego?”. Luego agrega: “Eso significa compartir con los demás”. No importa que tu hijo sea muy pequeño para entender el término empatía, puedes hablar de conceptos más simples. “Fue muy generoso de tu parte compartir tus juguetes con tus primos”, por ejemplo.
Tienes que ser su modelo. Si quieres que tus hijos sean honestos, no dejes que te vea cancelando una invitación de tus suegros. “¿Si él me ve, qué valores le estoy enseñado?'”, dice la Dra. Borba.
3. Cuida tus palabras (y el tono).
Hasta el padre más paciente pierde los estribos. Pero si vas a perder la paciencia, háblale como le hablarías a un compañero de trabajo o un amigo. Si lo haces, te escucharás y se sentirá tranquilo haciéndolo. “La manera en que le hablas a tus hijos, será como él te hablará a ti”, explica Jenn Berman, Psy.D., autora de SuperBaby: 12 Ways to Give Your Child a Head Start in the First 3 Years.
Estrategia. Trata de ver las cosas desde la perspectiva de tus hijos. Si se excita porque no puede encontrar su juguete favorito, te va a molestar que esté reaccionando exageradamente. “Cálmate, debe estar en otro sitio”, dile para demostrar que entiendes su reacción. (“Sé que estás molesto porque querías jugar con él, pero se escondió. Vamos a buscar otro”).
4. Dale amor a tu relación.
“Las parejas felices le dan al niño seguridad”, dice William J. Doherty, Ph.D., consejero de Parents y autor de Take Back Your Marriage. Aunque tus hijos se burlen de vosotros cuando os vean besándose, las demostraciones de afecto los hacen sentir seguros y desarrollarán relaciones saludables en el camino.
Estrategia. Dediquen tiempo a sincronizarse, aunque sea 15 minutos después se que los niños se duerman. Una salida cada 15 días es muy bueno. “No solo salir solos beneficia la relación, sino que también envía el mensaje a los niños de que ustedes disfrutan de estar juntos”, dice Dr. Doherty.
Chrissy Smith, de New Hampshire, cree que un buen matrimonio es la clave de que sus niños Siobhan, de 9 años, y Emma, de 3 años, estén saludables. Aunque trates de no discutir delante de los niños, si en algún momento no estáis de acuerdo en algo, déjales saber que resolvieron sus diferencias. Eso hará que ellos sepan que la relación de ustedes es sólida.
5. Maneja tu estrés.
Tu hijo aprenderá a manejar sus desengaños de la manera en que tú lo haces. Manejar la presión y el coraje de forma productiva crea un prototipo a seguir. Y eso genera un ambiente de estabilidad y seguridad en el hogar y, por ende, una sensación de que el mundo es todo eso, dice Robert Epstein, Ph.D., autor de The Big Book of Stress Relief Games.
Estrategia. Comienza a ser más organizada. Limpia tu calendario el día anterior a que haya un evento en la escuela (así no estarás preparando las cosas para el otro día hasta la medianoche) y ahorra para las vacaciones familiares. Busca la manera de reducir el estrés. “Limpia los gabinetes de la cocina, para que no te molestes si no encuentras algo…” dice Dr. Epstein. Si te sientes muy estresada por cuidar a los niños, considera una técnica de relación como el yoga, meditar, respiraciones o hablar con alguien como un amigo o un profesional. También es bueno recordar que la vida nunca sale como está prevista.
Por Leslie Garisto Pfaff de Parents Magazine
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