Enseñarles a tener paciencia: una tarea casi imposible

¿Por qué suele ser tan difícil enseñar a los niños a tener paciencia? Creo que éste es uno de los retos más arduos al que nos enfrentamos los padres. Ninguno de mis dos hijos varones tiene paciencia. O mejor dicho, tienen “la paciencia de un mosquito” (la cual dura no más de cinco segundos). Desde pequeños intenté enseñarles a esperar su turno para jugar, esperar a que termine de hablar por teléfono para pedirme algo, no interrumpirme en el baño o esperar a que termine de redactar un correo electrónico. Pero casualmente, todas las emergencias ocurren cuando me encuentro realizando cualquiera de las actividades mencionadas y mi respuesta debe ser inmediata. Es evidente que la noción de tiempo y espacio en los niños es diferente a la de los adultos (aunque conozco a muchos adultos que carecen por completo de paciencia). Pero como dice el refrán: “la paciencia es virtud.” Mi hijo mayor es casi un adolescente y de a poco veo ciertos cambios. Su tolerancia de espera aumentó unos minutos pero aún le cuesta mucho esperar su turno sin interrumpir a los demás. Una de mis herramientas  favoritas es el “timer” que se utiliza en la cocina y que suena después de un tiempo determinado. De esta forma, cada vez que se tienen que turnar para jugar con los videos, no hay discusión que valga. Este método puede ser aplicado también para otras actividades.  Lo importante es cuantificar el tiempo de una forma más tangible y de esta manera evitar peleas. No siempre funciona, pero es un comienzo.

Foto: Polka Dot