El año por delante: 5 años de edad

 
 
 

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Por Linda Diproperzio

Traducido por Ana Cristina González I Foto: Getty Images

Tu bebé está por iniciar el jardín de infantes este año. ¿A dónde se ha ido el tiempo? Hay más emoción en el horizonte. Esto es algo de lo que te espera.

Desarrollo Físico

“El Desarrollo físico consiste en el desarrollo motor grueso (MG) y el desarrollo motor fino (MF)”, dice la Dra. Cheryl Wu, de LaGuardia Place Pediatrics en la ciudad de Nueva York. “Mientras que cada niño se desarrolla a su propio ritmo, hay determinados hitos que espero que la mayoría de mis pacientes (entre el 90 y el 95 por ciento) alcancen para cuando cumplen cinco años”. A los 5 años, un niño puede hacer la mayoría de sus habilidades motoras gruesas; puede saltar alto, correr, trepar bien y empezar a hacer movimientos más avanzados como practicar ballet, gimnasia o karate. Un niño de 5 años puede dibujar un triángulo y escribir su propio nombre, y generalmente tiene ya una mano preferida. (Algunos niños todavía son ambidiestros a esta edad). Estarás preparando a tu hijo para el jardín de infantes. “La mayoría de las maestras quieren que sus alumnos sepan cómo sostener un lápiz correctamente y que sepan usar las tijeras, y esas son tareas que un padre puede practicar en casa”, dice la Dra. Brenda Rogers, pediatra general en Hospitales y Clínicas Children’s Mercy en la Ciudad de Kansas, MO. Aunque los niños de esta edad estén desarrollando mejor coordinación, aún necesitan de nuestra supervisión para evitar heridas graves.

Comportamiento

Tu niña de 5 años se siente cómoda con un poco más de independencia, lo que significa que disfruta más estar con otros miembros de la familia y amigos. Está probando los límites e incluso puede exigir hacer cosas por su propia cuenta. Debes fomentar algunas (hacer su propia cama, no te preocupes si no está perfecta) y en otras debes mantenerte firme (bañarse sola).

Al estar comenzando (o estar por comenzar) el jardín de infantes presta atención a su capacidad de seguir indicaciones y de llevarse bien con otros, dice el Dr. Carl Sheperis, director de programas doctorales para la Escuela  de Asesoramiento y Servicio Social de la Universidad de Walden. “Si ves que tu hijo se vuelve más agresivo u opositor una vez que empieza la escuela, averigua ahora los motivos detrás de su comportamiento. Es mucho más fácil abordar cualquier problema de comportamiento ahora de lo que lo será durante la adolescencia“. Es importante reforzar el buen comportamiento a través del elogio, y establecer límites claros para que tu hijo sepa qué esperar. Si tu hija tiene tarea, pregúntale si le gustaría hacerla apenas llega a casa o si preferiría relajarse por unos 30 minutos antes de comenzar. Lo más probable es que elija la última opción, pero una vez que pasen esos 30 minutos, mantente firme.

Lenguaje

El niño ha dominado los sonidos del habla y la gente debería entender lo que dice. “Un niño de 5 años tendrá un vocabulario bastante amplio”, dice Lauren Krause, Jefa de Patología del Habla y Lenguaje en el Hospital de Niños La Rabida en Chicago, IL. “Si todavía estás preocupada y contando cuántas palabras puede decir, entonces esa es una clara señal de retraso”. 

Tu hijo es capaz de expresarse más claramente; puede dar explicaciones, relatar historias, y armar oraciones para darse a entender. “Los niños de jardín de infantes también están comenzando a aprender a leer, así que es importante que continúes leyéndole y trabajen sobre sus habilidades de lectura”, dice Krause. Un leve ceceo es normal a esta edad, pero si persiste más allá de los 6 años, deberías hablar con tu pediatra acerca de la posibilidad de terapia del habla.

Salud

Tu hijo está comenzando el jardín de infantes (o lo hará), así que es importante que esté al día con todas las vacunas. Cada estado tiene sus propias normas, pero el pediatra de tu hijo te guiará. Después de que el médico compruebe si es necesaria alguna vacuna, tu hijo será pesado y medido. Un niño de 5 años generalmente aumenta unos 2 kilos y crece unos 5 centímetros durante el año. También le realizarán pruebas de vista y de audición, así como de tuberculosis y una prueba de envenenamiento por plomo. El médico le hará algunas preguntas a tu hijo para observar cómo está progresando su habla, ver si hay algún signo de retraso o impedimento y también cómo están progresando las habilidades motoras gruesas y finas.

Tu pequeño puede también estar practicando deportes ahora, y existe la posibilidad de lesiones dentales. Si un diente está astillado, roto o ha sido arrancado, contacta a tu odontólogo pediátrico inmediatamente. Esto puede salvar el diente y evitar una infección. Si el diente ha sido arrancado, enjuágalo con agua fría, y de ser posible, vuélvelo a colocar en el lugar inmediatamente (sostenlo con una gasa limpia si es necesario). Si no puedes colocarlo de vuelta, colócalo en un recipiente con leche fría, agua o saliva. Luego dirígete al odontólogo. Según la Academia Americana de Odontología Pediátrica, los dientes de leche no deberían ser reimplantados debido a la posibilidad de daño posterior al diente permanente en desarrollo.

Nutrición

El tamaño de las porciones no cambia con respecto a las del año anterior. Puede manejar porciones para adultos, pero mantenlas razonables y mantén los refrigerios al mínimo. “Los niños de esta edad tienen tendencia a llenarse con refrigerios, lo que interfiere con la comida”, dice Amy Marlow, dietista registrada y nutricionista certificada de Nueva York, consejera de Happy Family, el fabricante nacional líder de comida orgánica para bebes y niños. “Los niños deberían estar tomando tres comidas al día, junto con dos refrigerios saludables”.

Amplía los horizontes de tu hijo en lo que se refiere a probar alimentos nuevos. Si almuerza en la escuela, puede no estar recibiendo mucha variedad, así que es importante sacar el máximo provecho de las comidas que se sirven en casa. Asegúrate de limitar los alimentos altos en grasas y azúcar, y céntrate en servir frutas, verduras, carnes magras y productos lácteos descremados. “Elige diferentes alimentos para que pruebe”, dice Marlow. “Si no quiere probarlo la primera vez, no te rindas. Cuando tienen hambre comerán lo que sea que tengan frente a ellos, ¡incluso las cosas saludables!” Establece una comida familiar así tu hijo considera que comer bien es una actividad divertida.

Sueño

Una vez que tu hijo cumple 5, dormirá aproximadamente 11 horas cada noche. A pesar de que no está durmiendo más la siesta, tener un momento tranquilo a última hora de la tarde todavía es beneficioso. Ya sea que se siente con algunos libros o que se acueste tranquilamente, asegúrate de que tenga algo de tiempo para descansar, dice Kim West, Trabajadora Social Certificada con Licencia (LCSW-C por sus siglas en inglés), también conocida como La Dama del Sueño. “Esto ayudará a evitar rabietas antes de cenar”. Despierta a tu hijo entre las 6 A.M. y las 7:30 A.M., dependiendo de la hora a la que comience la escuela. Muchos padres lidian con niños que se despiertan demasiado temprano, un hábito que West dice deberías cortar de raíz. “Cualquier horario antes de las 6 A.M. es demasiado temprano”, dice ella. “Algunos padres dejan que su hijo se levante demasiado temprano mientras que se siente tranquilo y mire televisión. Pero despertarse demasiado temprano en la mañana puede afectar el resto de su día, y estará agotado cuando esté en la escuela”. 

Una queja común de las maestras de la escuela primaria es que los alumnos están demasiado cansados en clase. “La falta de sueño afecta su aprendizaje y su capacidad de memoria, por lo que es importante que duerman lo suficiente”. Si tu hijo es madrugador, probablemente significa que está acostándose demasiado tarde a la noche. “Ajusta el horario exacto de acostarse y de despertarse de tu hijo para que coincida con el horario familiar y con el horario de inicio de su escuela”, dice West.

Desarrollo Social

A los 5 años, los niños son socialmente interactivos y comunicativos. Pueden seguir juegos sencillos con reglas y empiezan a disfrutar los juegos de mesa. El hito más grande de esta edad es asistir al jardín de infantes. “Esto puede ser un ajuste enorme socialmente e incluso el niño más sociable puede sentirse tímido y reticente”, dice la Dra. Jessica Mercer Young, científica de investigación en el Centro de Desarrollo Educativo en Newton, MA. “Ayuda mucho llevar a tu hijo a que pase tiempo en su nueva aula, que conozca a la maestra, hablar acerca de la transición, leer libros sobre asistir al jardín de infantes, y programar citas de juegos u oportunidades para conocer a otros niños antes de que comience la escuela”.

La Dra. Young sugiere que una vez que comience la escuela, acuerdes una cita de juegos con alguien a quien tu hijo haya expresado interés de conocer y ayuda a fomentar la relación. “Tener un amigo en el jardín de infantes puede facilitar la transición a la escuela para todos”, dice ella.

Educación

El cielo es el límite en cuanto a lo que aprenderá tu hija. Muchas de las clases (letras, números, colores) son temas que ella puede ya haber dominado en el preescolar. Comenzará a escribir en mayúsculas y minúsculas, eventualmente, palabras, su nombre, dirección y número de teléfono. Los alumnos de jardín aprenden a hacer coincidir el sonido con cada letra; a identificar, dibujar, cortar y nombrar figuras; a clasificar y agrupar objetos según sus características; y a utilizar sus cinco sentidos para identificar elementos.

Tu hijo comenzará a aprender a leer, lo que puede ser una tarea abrumadora tanto para los padres como para los hijos. ¿Cómo puedes ayudarlo? Aumenta su vocabulario, dice la Dra. Susa Cooper, experta en desarrollo infantil temprano en www.appliedscholastics.org. “Esto no significa sentarse con un diccionario y memorizar palabras. Lo que significa es aprender palabras nuevas, utilizar las palabras nuevas y ver palabras nuevas. Cuando entren en una tienda con sus hijos, conviértanlo en una experiencia de aprendizaje mostrándoles las frutas y verduras inusuales que haya y usando las palabras nuevas en la conversación. Las palabras nuevas aparecerán en algunas lecturas y tu hijo sabrá lo que significan. Cuantas más palabras conozca el niño, más fácil se volverá la lectura”.

Desafíos

“Cuando mi hijo cumplió 5, nos dimos cuenta del comienzo de un lloriqueo constante cuando no consigue lo que quiere, cuando está aburrido, etc.”, dice Denise Dorman de Chicago, IL. “Castigamos ese estilo quejumbroso de hablar tan pronto como mi hijo empezó a usarlo, quitándole cosas que el quería, como sus Legos. Pero sigue lloriqueando mucho”.

La Solución: ignóralo.

“Explícale a tu hijo que si continua lloriqueando, no obtendrá lo que quiere, y que ni siquiera vas a prestarle atención”, dice el Dr. Sheperis. “La próxima vez que lloriquee, ignóralo. Él está buscando una reacción tuya, incluso si es negativa, así que si no obtiene una, eventualmente dejará de hacerlo. Una vez estaba de viaje con mis hijos, y no dejaban de lloriquear acerca de cuánto estaba durando y preguntaban continuamente la temida: ‘¿Ya llegamos?’, una y otra vez. Me negaba a responder. Cuando dejaron de lloriquear y empezaron a comportarse, contesté sus preguntas”.

Sácale el máximo provecho

Aunque tu hijo esté ahora en la escuela, deberías seguir usando el tiempo de juego como momento de aprendizaje, dice la Dra. Rogers. “Aliéntalos a señalar letras cuando ves un cartel en el parque (‘¿Puedes encontrar una A en el cartel?’). Identifiquen colores en la tienda, canten canciones juntos. Yo solía cantar la canción del ‘ABC’ con mis hijas cuando nos cepillábamos los dientes porque es divertida de aprender y también tiene la duración justa para cepillarse los dientes. Puedes usar la misma canción cuando se lavan las manos. Cuenten perros en el parque. Léele, léele, léele y luego léele un poco más. A ellos les encanta, aprenden y tú puedes hacerles preguntas para estimular su imaginación”. 

Este artículo fue originalmente publicado en Parents.com

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