Cuando los niños se enamoran
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Cuando los hijos se enamoran, suscitan en sus padres una variedad de reacciones: gracia, sorpresa, orgullo, curiosidad, preocupación y hasta celos. Pero según los expertos, este interés en alguien especial es natural y ayuda a los niños a relacionarse.
El primer amor
Los chicos a veces se enamoran por primera vez cuando comienzan a ir a la escuela y pasar más tiempo con niños de su edad en vez de su familia. “Están muy conscientes de que los varones y las nenas son diferentes, y pueden sentir atracción por alguien”, indica Stephanie Madsen, profesora adjunta de sicología en McDaniel College, en Maryland. “Pero no es el mismo tipo de relación de más adelante, pues no comparten cosas importantes entre sí, ya que aún no las han definido ellos mismos”.
Los romances infantiles, independientemente de cómo terminan, a menudo son significativos toda la vida, según Nancy Kalish, profesora emérita de sicología en la California State University. En un estudio que ella misma hizo sobre novios que se reencuentran después de años, se enteró de que muchos romances tuvieron origen en la infancia. Sin embargo, según los expertos, la atracción sexual entra en juego en la pubertad, cuando los chicos comienzan a preocuparse por su apariencia y definir su papel en su grupo de amigos, asegura Madsen. Pero “salir con alguien” puede significar simplemente que se sienten juntos en la cafetería escolar y se manden muchos mensajes de texto.
“Cuando tienen 13 años, se trata de un flechazo”, advierte Kalish. “No se precipiten a sacar conclusiones sobre lo que significa. No es igual que cuando tienen 18”, agrega.
Un diálogo abierto
Cuando los padres escuchan a sus hijos y les muestran empatía desde pequeños, crean el tipo de relación que lleva a los chicos a conversar con ellos sobre estos asuntos, indica Madsen.
Una vez que los padres se enteran de que sus hijos están enamorados, concluyen los expertos, lo mejor es que actúen con naturalidad, hagan unas cuantas preguntas generales y dejen que el niño lleve la conversación. La mayoría de ellos concuerdan en que hay que evitar reírse, prohibir la relación o desestimar los sentimientos del niño, pues eso sólo hará que evite el tema y les pierda la confianza.
“Debes obtener información en vez de decir: ‘No hagas esto o lo otro’ ”, aconsejan. Y recomiendan que cuando los chicos comienzan a verse, los padres de ambos hablen al respecto, les ofrezcan oportunidades de estar juntos bajo supervisión y determinen los límites de la relación. Los muchachos se sienten seguros cuando se les imponen reglas de manera cariñosa y se les explican los motivos. Ahora que gran parte de la comunicación entre jóvenes es electrónica y fuera del alcance de los oídos de los padres, también es importante que papá y mamá estén muy al tanto y mantengan una buena relación con ellos, indican los expertos.
Foto: iStockphoto
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