6 consejos para disminuir el comportamiento desafiante de tu hijo
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“No lo voy a hacer”, “ahora voy”, “te odio”, “no me da la gana hacerlo”… son algunas de las frases que escuchas decir a tu hijo cuando se comporta de forma desafiante. Además, a este tipo de niños se les hace difícil tolerar la frustración, quieren salirse siempre con la suya y llamar la atención.
Si a la hora de educar en valores con disciplina positiva tu hijo tiene un comportamiento similar al anterior, él podría padecer de Trastorno Negativista Desafiante (TND), que es un desorden psicológico que generalmente aparece a los ocho años, en algunos casos hasta antes. Este patrón hará que se altere el ambiente social y académico de tu niño.
En un artículo de Emol la psicóloga infantil Maribel Concuera afirma que los niños que tienen este tipo de comportamientos sobrepasan los límites, e incluso los padres indican que siempre pasan enojados. Entonces, ¿cómo debes actuar?
- Evita los gritos: Para enseñar disciplina con amor será necesario que cuides el tono de tu voz, de lo contrario si tu hijo es muy pequeño alterarás su sistema nervioso, creerá que los gritos es el único recurso útil y eficaz para solucionar conflictos, pierdes autoridad y los niños corren el riesgo de padecer de depresión. Conoce por qué los gritos no ayudan en la educación de los hijos.
- No lo tomes de forma personal: Si tu hijo no quiere hacer su tarea, no quiere comer o dejar de jugar videojuegos, no lo hace para que te enojes. Lo que necesita es tu atención y mantener un vínculo contigo. Por lo que enfadarte no será la solución. Habla con él y descubre el por qué de su actitud.
- No permitas las luchas de poder: Los niños desafiantes creen que son iguales a todos, para ellos no existen adultos ni autoridad. Trata de hacerle entender que su manera de actuar no es correcta y que sino obedece deberás acudir a las consecuencias como enviarlo a la silla de pensar.
- Ten paciencia: Sí, ya sé que cuesta mucho, pero si no mantienes el control no podrás indicarle cuáles son tus expectativas y terminarás escuchando sus gritos de descontrol.
- Cuida su agresividad: Cuando tu hijo pierda por completo los nervios, déjalo que se tranquilice. Eso sí, si comienza a golpearse a sí mismo o jalarse el cabello, tómalo de los brazos y dile “eso sí no te lo acepto”. Y si comienza a decir “ya no te quiero”, “eres la peor mamá del mundo”, no le hagas caso. Las palabras duelen, pero los niños lo dicen por rabia. Sus sentimientos hacia ti son completamente diferentes.
- Piensa en positivo de tu hijo: Criar a los hijos no es fácil. Enseñarle a ser responsable, amable, tolerante, honesto, humilde y cariñoso es un proceso. Piensa que tu hijo todavía es pequeño y que está en proceso de aprendizaje. Si es necesario habla con él y hazle saber que su buen o mal comportamiento tiene efectos positivos, pero también negativos.
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