¿Conoces la diferencia entre el TDA y el TDAH?
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Por Kate Ashford, para Parents.com
El Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) se caracteriza por múltiples síntomas: distraerse con facilidad, pasar de una actividad a otra, posponer tareas, hablar en exceso, interrumpir, problemas para prestar atención, desorganización, falta de memoria, movimientos inquietos, impaciencia y dificultad para terminar tareas. El trastorno tiene tres subtipos: falta de atención, hiperactivo-impulsivo y combinado (incluye a los dos tipos anteriores).
La primera forma de TDAH, que no implica hiperactividad ni impulsividad, se denominaba antes TDA, o solo trastorno de déficit de atención. Pero en forma reciente cambió la jerga, y los niños con estos síntomas se han incluido dentro de la denominación abarcativa de TDAH: ya no se usa TDA.
Sin embargo, es un tema polémico. “Hay una cuestión de si debería clasificarse a quienes tienen principalmente síntomas de falta de atención como con TDAH, y si tal vez ese tipo no es más una discapacidad de aprendizaje”, comenta Lee Ann Grisolano, Ph.D., neurosicóloga pediátrica de Hershey, Pensilvania. “Es un tema candente en este momento”.
Algo que hay que saber sobre el tipo de falta de atención de TDAH es que muchas veces se lo ignora. La Dra. Judith Joseph, M.D., psiquiatra e instructora clínica en el Centro de Estudios Infantiles de la Universidad de Nueva York, relata: “A veces, uno ve a un niño que está como ausente en clase porque no puede concentrarse. También puede luchar con la organización y se lo conoce como el niño con el escritorio desarreglado, el armario en desorden, que no termina la tarea ni acaba los exámenes. Si bien estos niños tienen problemas de organización y atención, carecen de hiperactividad e impulsividad, lo que significa que su TDAH escapa al radar o pasa desapercibido. Por ello, los niños con el tipo de trastorno puramente con falta de atención suelen quedar sin diagnosticar”. A los niños hiperactivos e impulsivos se los tiende a diagnosticar antes porque sus síntomas no son sutiles, acota la Dra. Joseph.
Sin importar el tipo de TDAH que tenga tu hijo, el tratamiento con medicamentos es el mismo: con mucha frecuencia, se trata de estimulantes, que tienen efectos positivos en la mayoría de los niños. En cambio, las modificaciones de conducta que pueden ayudar a los niños, los padres y los maestros a aprender a manejar los síntomas con una variedad de estrategias para afrontar los problemas serán algo diferentes. Por ejemplo, un niño que lidia con hiperactividad puede necesitar hallar ocupaciones que le permitan liberarse de su exceso de energía, o practicar estrategias que lo ayuden a mantenerse sentado cuando tiene que hacerlo. Pero un pequeño con déficit de atención se beneficiará más con estrategias organizativas, sistemas para las tareas y herramientas técnicas (como un teléfono inteligente) que lo ayuden a manejar su tiempo.
Foto: iStock
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