Aprende a tratar la fiebre de tus hijos con esta completa guía antipánico
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Por Kate Bayless
Cuando tu niño tiene temperatura, tú te preocupas. Sin embargo, la fiebre es una señal de que el cuerpo está dándoles batalla a los gérmenes. Puede, incluso,
llegar a ser un signo beneficioso, ya que acelera el sistema inmunológico y crea un ambiente más adverso para el desarrollo de la enfermedad. Continúa leyendo y descubre cómo mantener la calma, cuando una situación así se presente.
• Cómo actuar frente a la fiebre
Enfócate en tu niño, no en el número que marca el termómetro. “No tienes que desesperarte porque la fiebre desaparezca si al mismo tiempo ves a tu niño con ganas de jugar, con apetito y con un comportamiento normal”, dice Wendy Sue Swanson, M.D., pediatra en el Seattle Children’s Hospital y autora de Mama Doc Medicine.
Administra el antifebril según el peso del niño. El acetaminofen está aprobado a partir de la infancia; mientras que el ibuprofeno, se usa en bebés mayores de 6 meses. Debes consultarle a tu médico cómo proceder si tu bebé tiene menos de 3 meses. Verifica las etiquetas para asegurarte de administrar las dosis correctas y siempre calcúlala en base al peso de tu hijo, no su edad.
No le hagas pasar hambre a la fiebre. “Ignora el antiguo dicho: ‘Alimenta un resfriado, mata de hambre a la fiebre’ ”, afirma el pediatra David L. Hill, M.D., autor de Dad to Dad: Parenting like a Pro. Los chiquitos con fiebre pueden tener menos hambre de lo normal, pero cuando quieren comer, hay que ofrecerles una dieta saludable, bien balanceada. Ten presente que un niño bien nutrido tiene más armas para combatir las infecciones.
Manténlo hidratado. Los sudores que provoca la fiebre pueden deshidratar a tu niño. La receta es darle mucha agua o, en caso de que tenga vómito y diarrea, una bebida rica en minerales.
No desvistas a tu hijo (ni lo abrigues demasiado). Es natural que un niño con temperatura quiera vestirse más calentito que los demás. También suele suceder que un chiquito que vuela de fiebre quiera sentirse más fresco. Pero atención: el doctor Hill recomienda no excederse en ninguno de los dos sentidos.
Considera usar compresas de agua tibia. Si tu hijo está vomitando y no es capaz de retener la medicina hasta que le haga efecto, entonces llena la bañera con 1 o 2 pulgadas de agua tibia y utiliza una toalla para pasarla por el tronco, brazos y muslos que ayude a bajarle la temperatura.
• Cuándo debes llamar al doctor
1 ¿Qué edad tiene tu hijo? Por lo general, mientras más joven es, más preocupante es la fiebre. Llama al médico si tu bebé es menor de
3 meses y su temperatura es de 100.4° F o más; si tiene entre 3 a 6 meses y la fiebre es de 102° F o más, y si tiene más de 6 meses y su temperatura es de 103° F o más.
2 ¿Cuánto tiempo le ha durado la fiebre? Para un bebé de entre 3 y 12 meses, llama por cualquier fiebre mayor o igual a los 100.4° F, que dure más de 24 horas. En niños de entre 1 a 2 años de edad, comunícate con el doctor si después de dos días no presenta mejoría y la fiebre persiste; y en niños de 2 años o más, si no han mejorado luego de tres días.
3 ¿Existen otros síntomas? Contacta al pediatra si notas signos de alguna enfermedad que requiera más tratamiento, como la faringitis estreptocócica, o una infección del oído o del tracto urinario. Los síntomas pueden ser: vómitos repetidos con o sin diarrea, dolor de oído severo, dolor de cabeza, irritación de la garganta, rigidez en el cuello, languidez, problemas para respirar, erupción inexplicable, señales de deshidratación (menos pañales húmedos, menos lágrimas o ninguna).
• ¿Qué es una convulsión febril?
Es una convulsión que ocurre cuando la fiebre causa una actividad anormal en el cerebro. Entre un 2 y un 5 por ciento de los niños de entre 3 meses y 5 años de edad pasan por esta situación. Tu hijo puede retorcerse, mostrar rigidez, poner los ojos en blanco, o no responder. Aunque te parezca muy difícil, intenta mantener la calma. Asegúrate de que esté en un lugar seguro y de que se encuentre acostado de lado. Mientras tanto, chequea la hora. La mayoría de las convulsiones febriles tienen una duración que va de unos segundos hasta unos minutos. No tienes que llamar al 911 a menos que esta dure 5 minutos o más, aunque debes llamar antes si crees que necesitas alguna ayuda. Cuando se haya estabilizado, comunícate con su médico. Los estudios han demostrado que este tipo de convulsiones no tienen efectos a largo plazo en los niños.
• Si todavía tienes un termómetro de cristal…
Deséchalo. Desde el 2001, la Academia Americana de Pediatría
y la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) han recomendado eliminar los termómetros de vidrio rellenos
de mercurio, debido a la toxicidad del químico. Los llamados termómetros de vidrio verde, rellenos de un sustituto atóxico
sin mercurio, son una opción. Pero intenta evitar estos también. “Pueden ser difíciles de leer y siguen siendo de vidrio. Son peligrosos para los niños si se rompen cerca de ellos”, explica la pediatra Jennifer Shu, M.D. La EPA aconseja descartar los termómetros de mercurio a través de los centros de recogido de desechos peligrosos. En earth911.com puedes buscar uno en tu área.
• Escoge el termómetro correcto para tu familia
Fotos por Alexandra Grablewski
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