Las andaderas: una opción peligrosa para que los niños aprendan a caminar

Los padres hispanos son creativos por naturaleza y están siempre buscando formas de estimular a sus hijos. Sin embargo, en las últimas semanas he observado que las ganas de estimular llevan a varias parejas a cometer lo que los pediatras consideramos un error: comprar andaderas.

Los padres con los que he tenido la oportunidad de conversar creen que poner a sus bebés en andaderas los ayudará a caminar mas rápido. La realidad es que estudios han demostrado que el uso de estos elementos puede causar que los bebés comiencen a caminar más tarde. Esto se debe a que los pequeños caminan cuando aprenden a controlar sus músculos, para lo cual es necesario ver y entender cómo se mueven sus piernas. Cuando ponemos a nuestros pequeñines en andaderas les quitamos la posibilidad de ver sus piernas y desarrollar su control muscular.

Además de retrasar el desarrollo, las andaderas son peligrosas. Nuestros curiosos exploradores se hayan de repente con la capacidad de moverse mas rápido, dificultando que un adulto pueda seguirlos; y también pueden alcanzar más alto. Esto los pone en riesgo de caer por las escaleras, llegar a ollas calientes, halar el mantel de la mesa, encontrar medicamentos y químicos antes fuera de su alcance, caer en piscinas y otros cuerpos de agua, etc.

Dadas las fracturas, quemaduras, y hasta muertes que han sido asociadas con las andaderas, la Academia Americana de Pediatría recomienda a los padres no usarlas bajo ninguna circunstancia y ha pedido la prohibición de todas aquellas que tienen ruedas.

Como alternativa a las andaderas considere poner a su bebe en centros de actividad estacionarios o en saltadores. Desafortunadamente ninguna de estas opciones ayudará a su bebé a caminar antes de lo normal pero no por esto dejan de ser opciones divertidas y estimulantes para nuestros pequeños.

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