3 pasos que los padres pueden seguir ahora para prevenir la obesidad más adelante
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Un nuevo estudio alarmante advierte que más de la mitad de los niños hoy en día están en riesgo de volverse adultos obesos, incluso si no tienen sobrepeso ahora. Aquí te presentamos cómo puedes ayudar a tu hijo.
Por Sally Kuzemchak
Traducido por Ana Cristina González I Foto: Getty Images
Después de años de escuchar advertencias acerca del incremento de la obesidad infantil, parecía haber buenas noticias: en lugar de incrementar, los índices de obesidad infantil se habían estabilizado en los Estados Unidos. Pero un estudio reciente en The New England Journal of Medicine sugiere que todavía hay motivos para preocuparse. Los investigadores proyectaron que más de la mitad de los niños de hoy en los Estados Unidos serán obesos para cuando tengan 35 años, con mitad de la prevalencia sucediendo durante la niñez.
“Estas noticias son bastante preocupantes, a muchos niveles”, dice la pediatra y RDN Dra. Natalie Muth, coautora de The Picky Eater Project y miembro del Comité Ejecutivo de la Sección de Obesidad de la Academia Americana de Pediatría. Esto resalta el hecho de que el riesgo de obesidad continúa durante la niñez, e incluso los niños que tienen un peso saludable ahora están en riesgo de desarrollar obesidad como adultos.
También es alarmante para la salud pública. Ella dice que si la mitad de la población es obesa a los 35 años, los problemas de salud crónicos asociados con la obesidad, como diabetes o enfermedades del corazón, probablemente se volverán más frecuentes.
A pesar de que los índices de obesidad infantil se han estabilizado en los Estados Unidos, los índices generales globales de obesidad siguen aumentando, según una nueva investigación en The Lancet. La tasa de obesidad infantil severa continúa incrementando, dice Muth.
Entonces, ¿qué podemos hacer? Muth dice que los esfuerzos por enseñar habilidades como moderación y prestar atención a indicios de hambre y saciedad, deberían incluir a TODOS los niños, no solo aquellos quienes muestran signos de sobre peso en la actualidad. Ella sugiere a las familias que sigan estos tres pasos para ayudar a prevenir la obesidad:
1. Eviten las bebidas azucaradas, incluso el jugo. “No los introduzcan en la dieta, no los tengan en casa”, dice Muth. “El consumo de bebidas azucaradas es un gran predictor de obesidad infantil posterior”.
2. Coman juntos comidas balanceadas. “Ejemplifiquen cómo se ve comer saludable en las comidas”, dice Muth. “Utilicen platos pequeños, mantengan las pantallas apagadas y siéntense juntos durante al menos 20 minutos”.
3. Enséñenles a los niños a prestar atención a los indicios de hambre en su cuerpo. Enséñenles a preguntarse “¿Tengo hambre?” antes de tomar un refrigerio. Si no tienen hambre, ayúdenles a descubrir qué es lo que necesitan, ya sea una actividad como jugar un juego o resolver un problema.
Si están preocupados por el peso de su hijo, hablen con su pediatra, quien conoce la historia de salud y crecimiento de su hijo. Pero no se concentren en el peso y en números con su hijo. “Eso puede sentirse estigmatizante para un niño, puede ser contraproducente y generar discordia familiar”, dice Muth. Concéntrense en su lugar en la salud y en estar saludable. ¿Hay cambios en la nutrición y en la actividad física que pueda hacer toda la familia? Un esfuerzo conjunto no solo apoya a su hijo sino que también ayuda a que toda la familia esté más saludable.
A mayor escala, Muth dice que nuestro entorno necesita cambiar para apoyar una alimentación más saludable y para hacer más actividad. “Es raro el día que a mis hijos no se les ofrece una recompensa alimenticia en la escuela o un refrigerio de comida rápida en un evento o programa extraescolar. Nuestros
hijos están constantemente expuestos al marketing de la comida chatarra y a presiones o indicios para que coman más. El entorno en el que vivimos ha hecho que comer saludable y mantenerse activo sea mucho más difícil. No es que tengamos una fuerza de voluntad más débil o un sentido de responsabilidad personal disminuido en comparación a generaciones anteriores”.
Sally Kuzemchak, MS, RD, es una dietista registrada, educadora y madre de dos niños que tiene un blog en Real Mom Nutrition. Es la autora de The Snacktivist’s Handbook: How to Change the Junk Food Snack Culture at School, in Sports, and at Camp—and Raise Healthier Snackers at Home (El Manual de la activista de los refrigerios: Cómo cambiar la cultura de la comida chatarra en la escuela, los deportes y campamentos y criar en casa tomadores de refrigerios más saludables). Ella también ha colaborado con Cooking Light en Dinnertime Survival Guide (Manual Para sobrevivir a la cena), un libro de cocina para familias ocupadas. Puedes seguirla en Facebook, Twitter, Pinterest, e Instagram. En su tiempo libre, ella llena y vacía el lavavajillas. Luego vuelve a llenarlo.
Este artículo fue originalmente publicado en Parents.com
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