10 cosas que debes saber sobre el autismo
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Uno de cada 68 niños es diagnosticado con un trastorno del espectro autista (TEA). La Dra. Rebecca Landa, del Instituto Kennedy Krieger, comparte diez datos sobre el autismo que pueden ser nuevos para los padres.
Por la Dra. Rebecca Landa, CCC-SLP
Traducido por Ana Cristina González I Foto: Getty Images
Las investigaciones muestran que uno de cada 68 niños será diagnosticado con un trastorno del espectro autista (TEA), una compleja discapacidad del desarrollo que afecta a la capacidad del niño para comunicarse, jugar, aprender y relacionarse con los demás. Aunque los síntomas y la gravedad de este trastorno pueden variar mucho de una persona a otra, una mayor concienciación ayuda a los padres a buscar orientación profesional en una fase temprana de la vida del niño para que el diagnóstico y la intervención puedan ayudar a los niños a alcanzar su máximo potencial. Estos 10 datos sobre el autismo deberían estar en el radar de todos los padres.
1. Los signos del autismo no son claros, ni específicos en la infancia. Más bien surgen, normalmente de forma gradual, y se hacen más evidentes en el segundo y tercer año de vida. Conocer las señales de alerta del autismo puede ayudar a los padres a estar al tanto del desarrollo de su hijo para que, ante los primeros indicios, puedan hablar de sus preocupaciones con un profesional. Un video tutorial sobre los primeros signos del autismo es un buen punto de partida.
2. Existen diferentes patrones de desarrollo en los niños con autismo. Algunos niños muestran señales tempranas y se retrasan en la consecución de ciertos hitos del desarrollo. Otros pueden parecer que se desarrollan de forma típica y luego muestran signos de ralentización del desarrollo junto con comportamientos atípicos asociados al autismo. Otros niños sufren una “regresión”— pierden palabras y habilidades que antes tenían.
3. La intervención basada en la evidencia ayuda. Cuando dicha intervención comienza lo antes posible, los niños suelen mejorar en todos los aspectos del desarrollo. La intervención temprana más eficaz es integral y tiene como objetivo mejorar las habilidades sociales, comunicativas, cognitivas, motoras y de regulación de la conducta dentro de rutinas semiestructuradas predecibles. Se recomienda el uso de estrategias de intervención conductual naturalista para el desarrollo. Estas implican el uso de estrategias de enseñanza que responden a los intereses de los niños junto con principios conductuales como dar señales claras y apropiadas para indicar los comportamientos deseados, y luego recompensar los intentos del niño.
4. Los niños con autismo pueden parecer socialmente distantes, pero quieren a sus familias. La mayoría desean tener amistades, pero necesitan ayuda para desarrollar las habilidades sociales y de comunicación que les permitan interactuar con sus compañeros. Los programas escolares y los terapeutas con formación especial pueden apoyar a menudo a los niños en el desarrollo de estas habilidades.
5. Los niños del espectro autista que pueden hablar y mostrar un alto coeficiente intelectual siguen enfrentándose a retos “invisibles”. Suelen tener dificultades con el lenguaje abstracto—como la comprensión del humor y el lenguaje figurado, como las metáforas y los juegos de palabras. Como resultado, su procesamiento del lenguaje escrito, e incluso del lenguaje hablado, puede ser lento. A menudo malinterpretan los comentarios de la gente porque les cuesta “leer entre líneas” y entender lo que la gente quiere decir. Estos niños corren un riesgo especialmente alto de sufrir acoso y otras formas de exclusión social, ya que pueden no saber cuándo se burlan de ellos. Su ritmo de procesamiento social y lingüístico puede hacer que estén “fuera de sintonía” con sus compañeros.
6. Los adultos con autismo pueden ser capaces de realizar bien sus tareas laborales. Muchos adolescentes con autismo pueden desarrollar habilidades laborales cuando se acercan a la edad adulta, sin embargo, el riesgo de despido laboral es alto porque las dificultades sociales pueden dar lugar a comportamientos desagradables. Las empresas pueden aumentar la concientización sobre el autismo entre los empleados, proporcionando rutinas de trabajo predecibles y actividades laborales claramente definidas, para beneficiarse de los talentos únicos de las personas con TEA.
7. La tecnología puede ayudar a los niños con TEA que no hablan. Para los niños con autismo que no desarrollan el lenguaje verbal, el uso de ayudas a la comunicación visual es muy útil para desarrollar las habilidades de comunicación y del lenguaje. Estos sistemas de comunicación aumentada y alternativa (CAA) pueden ser de baja tecnología, como el Sistema de Comunicación por Intercambio de Imágenes, o de alta tecnología, como las aplicaciones especializadas en un iPad. La página web de la Asociación Americana del Habla-Lenguaje y la Audición ofrece información útil sobre la CAA.
8. Las personas con autismo procesan la información sensorial de manera diferente. Pueden ser demasiado o poco sensibles a los sonidos, las imágenes, los sabores y el tacto. Esto puede afectar a su disposición a usar cierta ropa, comer ciertos alimentos o tolerar ciertos sonidos (como las aspiradoras, los altavoces o incluso el sonido producido por las luces fluorescentes). Los niños con autismo pueden “oír” o experimentar molestias por sonidos o frecuencias visuales que sus compañeros neurotípicos ni siquiera perciben.
9. Las personas con autismo suelen tener intereses especiales y centrados. Suelen tener intereses muy fuertes en un tema específico, desde la ciencia o el transporte, hasta los superhéroes. Aunque el tema en sí puede variar mucho entre los individuos, suelen tener un amplio conocimiento y pueden hablar del tema de interés con frecuencia.
10. Muchas personas con autismo experimentan ansiedad. Si su hijo con autismo muestra signos de preocupación, miedo, inquietudes excesivas u otras formas de ansiedad, coméntelo con el médico de su hijo, ya que hay intervenciones que pueden ayudar.
La doctora Rebecca Landa es la fundadora y directora del Centro de Autismo y Trastornos Relacionados de Kennedy Krieger, que ofrece investigación, servicios clínicos y programas de formación para mejorar la vida de las personas con autismo y sus familias. La investigación de la Dra. Landa se centra en los procesos neuropsicológicos, de aprendizaje y de comunicación en el autismo a lo largo de la vida, con especial énfasis en la detección e intervención muy tempranas del autismo.
Este artículo fue originalmente publicado en Parents.com
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