Un día para ti
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La casa, la comida, los hijos, el trabajo, las amigas, la novela, el tráfico, los pagos, las compras… ¡Para! En medio de las múltiples obligaciones que se nos acumulan en la vida, a veces olvidas que eres un ser humano, una mujer. Es primordial para tu estabilidad interna, felicidad y desarrollo que de vez en cuando tomes un espacio en el que te dediques exclusivamente a ti.
Delega responsabilidades
Aunque pienses que tu mundo (trabajo, casa, hijos) se va a venir abajo de manera estruendosa si tú no estás pendiente las 24 horas del día, la verdad es que todo estará bien y hasta mejor si te tomas un espacio sólo para ti donde recargues energías y te dediques a lo que más te guste. Aprovecha a las personas que tienes a tu alrededor y solicítales que te den una mano de vez en cuando, para que tengas la oportunidad de descansar: tu esposo puede encargarse de llevar los niños al colegio, tu suegra puede recogerlos y hasta puedes pedir comida a domicilio para que no tengas que cocinar.
La palabra clave es “tú”
Tener un día para ti no equivale a desatrasarte en la limpieza de primavera, llevar a tu hermano al médico o acompañar a tu hija a la exposición de su proyecto de ciencias. Aunque importantes, todas estas actividades giran en torno a otras personas, no a ti. Piensa en todas aquellas cosas que solías hacer, las que te hacían sonreír o te llenaban de una sensación de paz, esas son las cosas que debes retomar, aunque sea de vez en cuando. Tal vez eras amante del deporte, tal vez te gustaba bailar, puede que hayas dejado de lado tu pasión por la escritura o que en el fondo siempre deseaste ser cantante. Piensa en lo que te gusta y dedícale ese día a hacerlo, no tienes que hacer una sola actividad todo el día cada vez que tengas oportunidad, puedes intercambiarlas de día a día.
Lo básico
La sociedad actual nos ha vendido la idea de que la diversión siempre implica dinero: salir al club de moda, comer en un restaurante lujoso o ir de vacaciones a un hotel de cinco estrellas. Si bien es cierto que todas éstas pueden ser actividades agradables, pasar tiempo contigo misma no tiene necesariamente que costarte una fortuna. Leer un libro cobijada por la sombra de un árbol, hacerte una manicura, caminar o bailar en la sala de tu casa son ejemplos de las cosas que puedes hacer sin que te cueste y que te darán la satisfacción de un día contigo misma.
Recordar quién eres como mujer y las cosas que te hacen feliz no es sólo un derecho, sino que te aportará un sentimiento de bienestar que tocará todos los ámbitos de tu vida.
Foto: Comstock
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