Si tu barriguita postparto no desaparece, podrías tener diástasis de rectos
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¡Oh, la maternidad! Cuando entramos en el asombroso viaje de llevar dentro, dar a luz y criar a un niño, aprendemos muchos términos que antes no podríamos definir, tales como desgarro perineal, baño de asiento y, para muchas de nosotras, desafortunadamente, también diástasis abdominal o diástasis de rectos.
¿Qué es la diástasis de rectos?
La palabra “diástasis” significa separación y “recto” se refiere al músculo recto del abdomen. Cuando se aplica demasiada presión a la unidad central, la línea alba termina debilitándose y, por lo tanto, no puede hacer su trabajo de mantener los dos lados juntos. Es decir, la diástasis de los rectos es cuando los lados derecho e izquierdo del músculo recto del abdomen (los músculos del “six pack”) se separan más debido a un adelgazamiento y debilitamiento de un tejido conectivo llamado línea alba, que normalmente es lo que mantiene unidos los dos lados. Una pequeña separación es normal y esperada, pero una separación mayor de aproximadamente dos dedos se considera diástasis. Por lo general, se debe a que la fascia de la pared abdominal está demasiado débil o tensa en los lugares incorrectos.
Ahora, en términos de mamá, esta condición es la culpable de que esa barriga como de gelatina no desaparezca aun cuando has bajado el peso que corresponde al bebé y, a menudo, lleva a que otros te pregunten “cuándo nace tu bebé” mientras sostienes a tu hijo de dos años. También es la que puede hacer que los jeans no te queden bien incluso cuando tienes el mismo peso que antes del embarazo. ¿Te suena familiar?
¿Cómo me puede afectar esto?
Hay otras implicaciones que son extremadamente importantes más allá de la apariencia. Por ejemplo, la diástasis de rectos puede indicar un core o núcleo débil e ineficaz; el núcleo es la zona muscular que envuelve el centro de gravedad de tu cuerpo. Esto puede provocar varios problemas que incluyen estreñimiento, pérdida/incontinencia urinaria, dolor lumbar, dolor de cadera o dolor del piso pélvico. También puede ponerte en mayor riesgo de desarrollar una hernia, cuya reparación requiere cirugía.
¿Puedo autodetectar esta condición?
Siempre debes dejar que un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico diagnostique tu diástasis de rectos, pero es posible que tú también puedas verificar si hay diástasis de rectos. Para esto, acuéstate en el suelo boca arriba con las rodillas dobladas y la planta de los pies apoyada en el suelo. Coloca una mano sobre tu abdomen con la punta de tus dedos sobre tu ombligo. Luego, presiona las yemas de los dedos en el abdomen, a lo largo de la “línea imaginaria” que separa las dos mitades de los músculos abdominales (asegúrate de que tu barriga esté relajada y no flexionada). Ahora, vas a realizar un movimiento de abdominales, doblando la parte superior del cuerpo hacia las rodillas (asegúrate de que tu espalda esté apoyada en el suelo). Mueve las puntas de los dedos a lo largo de la línea de separación y busca cualquier espacio entre las dos mitades de los músculos abdominales. Si experimentas un espacio entre los músculos abdominales de 2 a 3 dedos de ancho, entonces tienes diástasis de rectos.
¿La diástasis de rectos se puede prevenir?
Falso. Durante el embarazo, todas las mujeres experimentan algún grado de separación abdominal, lo cual es completamente normal. Esta separación es la forma en que la naturaleza se adapta al bebé en crecimiento: el tejido conectivo está diseñado para estirarse. Esta separación es esencial para limitar la presión intraabdominal dañina. Por esta razón, es inútil comprobar la diástasis de los rectos durante el embarazo.
Dicho esto, es muy importante proteger la línea alba a través de un aumento de peso saludable, una postura adecuada, un patrón de respiración adecuado y ejercicios básicos seguros para evitar que se forme una diástasis recta grave.
¿Hay algo que pueda curar la diástasis de rectos?
Afortunadamente, existe una variedad de opciones para tratar y recuperarse de la diástasis de rectos. Recuerda que todas somos diferentes y que estas opciones dependen de tu caso en particular; algunos de estos pueden ser más útiles para algunas más que para otras.
- Ejercicios de respiración y estabilidad básica: Si tienes un caso menor de diástasis de rectos, los ejercicios que se basan en la activación y control del transverso del abdomen, que es el músculo más profundo de la zona abdominal, pueden ser muy beneficiosos para volver a fortalecer el núcleo y reducir la brecha. Aquí es clave respirar adecuadamente durante los ejercicios.
- Terapia física: Si tu caso de diástasis de rectos va de moderado a más grave, se recomienda la fisioterapia intensiva del suelo pélvico y abdominal. Si eres constante y te dedicas a la fisioterapia, las posibilidades de una recuperación completa son muy buenas.
- Cirugía: Esta opción suele ser solo si tienes un caso grave de diástasis de rectos. Dicha operación es realizada por cirujanos plásticos, generalmente se trata como una abdominoplastia y se considera el último recurso absoluto. Si la cirugía se decide o es absolutamente necesaria para la curación, debes estar completamente segura de que has terminado de tener hijos. Es importante señalar que la cirugía aborda el resultado del daño, no la causa. Si nunca abordas la causa del daño, seguirá ocurriendo. Los ejercicios postnatales específicos abordan la causa. Con cirugía o no, es vital que vuelvas a fortalecer y rehabilitar tu núcleo.
Si no curo la diástasis de los rectos de inmediato, ¿es demasiado tarde?
Falso. Enbuenahora, ¡nunca es demasiado tarde para realizar mejoras! Incluso si tuviste tu último bebé hace años, aún puede hacer ejercicios postnatales para desarrollar la función adecuada del piso abdominal y pélvico y eliminar el dolor de espalda, la incontinencia y la barriga después del embarazo. Tu cuerpo tiene la capacidad de regenerarse constantemente y lo hace de acuerdo con los patrones de movimiento y la nutrición. Con mejores hábitos tu cuerpo se regenera mejor.
¿Qué ejercicios debo evitar con la diástasis de rectos?
Si estás lidiando con diástasis de rectos debes evitar hacer ejercicios que puedan empeorar la separación, como abdominales, planchas y giros. Estas actividades pueden aumentar la tensión en los músculos abdominales superiores, lo que hará que se separen en lugar de sanar. Así que evita cualquier ejercicio o movimiento que cause que tu vientre se “cone”. Mirar tu vientre es una buena manera de controlar si la presión abdominal es demasiado alta.
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