Protege a tus hijos de Slender Man y otros peligros en Internet

Los peligros del mundo virtual rápidamente pueden convertirse en peligros del mundo real si no controlamos el acceso a Internet de nuestros hijos. Un ejemplo reciente es la noticia de las dos niñas de 12 años que apuñalaron a su amiga para impresionar a Slender Man, un personaje ficticio que se originó en Internet. Parece increíble pero estas chicas habían llegado a creer que este personaje existe en la realidad–ése es el poder convincente que tiene algunos sitios en Internet–. Para proteger a tus hijos y prevenir que visiten sitios inapropiados, sigue estos consejos:

Asegúrate de que la computadora esté un área común de la casa. Si tu hijo acceso la computadora u otros dispositivos digitales en su habitación, le será más tentador entrar en sitios no aptos para menores, pero si está en la cocina o la sala, seguramente no se atreverá ya que puedes vigilar mejor su uso.

Establece límites para el uso de la computadora y los dispositivos digitales. Si el tiempo le sobra, es más probable que termine en sitios donde no debe estar.

Considera instalar software de control parental que filtra el contenido de la web y bloquea ciertas páginas. Hay varios programas gratuitos y fáciles de usar, como K9 Web Protection, Norton Family y OpenDNS.

Configurar el buscador (sea Google o Yahoo) y el navegador (Safari, Firefox, etc.) para bloquear acceso a sitios no apropiados. Asegúrate de confirmar las configuraciones cada de vez en cuando ya que tus hijos pueden aprender a cambiarlas.

Habla con tus hijos sobre los peligros en Internet. Asegúrate que sepan que hay personas malintencionadas que buscan engañar a menores, convencerlos para que compartan información privada o, en el peor de los casos, persuadirlos a que salgan de la casa para encontrarse en algún sitio bajo falsas pretensiones. Si tu hijo te dice que ha conocido a alguien en Internet, debes investigar el sitio o página social donde ha conocido a esta persona y tratar de determinar si es, en realidad, otro niño, o un adulto, y cuáles son sus intenciones.

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