Papás: ¡manos a la obra!
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Los tiempos cambian y los papás también. La imagen del padre que llega del trabajo y se sienta a leer el periódico, mientras mamá cocina y los niños juegan, resulta cada vez más lejana. Hoy los papás son más “manos a la obra” que antes y una se encuentra con ellos en la consulta del pediatra, en el zoológico, en las fiestas infantiles, en la escuela y, cómo no, también en el playground, al lado de sus hijos.
En casa, por ejemplo, hay fines de semana en los que, mientras yo hago algo de ejercicio o termino mis “tareas” (estoy siguendo unos estudios en el campo del desarrollo infantil), Emilie y su padre hacen la compra en el supermercado, almuerzan juntos, montan bicicleta, cuidan del jardín o leen historias de Dora la Exploradora y Dr. Seuss. La agenda de actividades que comparten es bastante larga y las charlas, risas y buenos momentos que pasan juntos, también.
Cuando contamos con un papá “manos a la obra” las mamás lo agradecemos: criar a un hijo con la participación activa del padre es muy alentador para la vida de familia. Sin embargo, las ventajas van más allá de la ayuda que esto pueda significar para nosotras. El niño gana enormemente porque su relación con papi se fortalece desde los primeros meses de vida y la crianza se enriquece, porque mamá y papá toman decisiones juntos y tienen oportunidad de practicar seguido la habilidad de comunicarse e intercambiar ideas.
Las investigaciones más recientes sobre la figura del padre lo dicen claro: los papás se relacionan con los hijos de forma distinta, disciplinan de modo distinto, emplean el lenguaje de forma distinta, juegan de manera distinta y en estas diferencias radica la riqueza de su presencia en la vida de un niño. Un papá “manos a la obra” no es, pues, el asistente de mamá. Sus ideas, su forma de ser y su perspectiva de la vida, son fuente de aprendizajes para un hijo.
Así que si eres mamá y deseas alentar la participación de papá en la vida de tu niño, quizá te sirva considerar estas sugerencias:
- Promueve actividades que tu niño puede compartir con su padre (y hazlo no sólo porque tú necesitas un descanso).
- Si deseas sugerir o corregir algo, hazlo con respeto y dispuesta a considerar el punto de vista de papá.
- Escucha, celebra y comparte las experiencias de papá e hijo. Créeme, se trata de experiencias que pueden valer oro.
Paola Cairo es una periodista que nació y creció en el Perú. Actualmente vive en Texas con su familia. Para conocerla más visita su blog Con Ojos de Mamá.
Foto: David Sacks
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