¿Odias a tu marido?
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Bueno, “odiar” es una palabra un poco fuerte, pero muchas madres primerizas que creían que la llegada del bebé les acercaría a su pareja, se sorprenden mucho cuando ocurre todo lo contrario. “A lo mejor vas a querer divorciarte al menos 12 veces durante ese primer año, y eso es completamente normal”, dice Jean Kunhardt, codirectora de Soho Parenting, en Nueva York, y coautora del libro A Mother’s Circle: An Intimate Dialogue on Becoming a Mother (Soho Parenting Center). “A fin de cuentas, acostumbrarte a su nuevo rol de padres añade mucho estrés a hasta las relaciones más estables”.
Una madre primeriza, si es la cuidadora principal, puede sentir que su esposo no entiende lo difícil que es cuidar a un bebé todo el día. Pueden hasta resentir tener que encargarse de la mayor parte del cuidado del bebé y de la casa si creían que estas responsabilidades se iban a dividir de manera más igualitaria. Mientras tanto, los hombres pueden sentir más presionados a tener éxito en el trabajo y proveer para las necesidades financieras de la familia.
“Date cuenta de que lo más probable es que tu esposo está haciendo lo mejor que pueda”, dice Kunhardt. “Segundo, acepta que cuidar a un niño es muy difícil y va poner más presión en la relación, aunque sea temporal”. Lo más importante es mantener la comunicación abierta y decirle a tu marido qué es lo que necesitas de él. Acuérdate que no te puede leer la mente.
Foto: iStockphoto
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