Niños estresados necesitan el apoyo de los padres
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Pese a que la mayoría de los adultos considera que la infancia es una etapa de la vida libre de preocupaciones, muchos niños sufren de estrés. Ir al colegio, hacer nuevos amigos, integrarse a una vida social activa, pueden ser factores de preocupación desde una temprana edad. Una encuesta infantil efectuada por la página de internet KidsHealth demostró que los niños afrontan el estrés tanto de forma saludable como no saludable. Asimismo, la investigación descubrió que, aunque es posible que ellos no empiecen una conversación por iniciativa propia sobre lo que les preocupa, su deseo es que sus padres los ayuden a afrontar sus problemas.
Sin embargo, no siempre es fácil para un padre saber cómo ayudar a un hijo estresado. Una forma de hacerlo es conversando sobre lo que parece estar sucediendo. Sin sonar como una acusación, se puede preguntar al niño qué le pasa o cómo se siente, tratando de poner un nombre al sentimiento que cree estar experimentando.
Es vital saber escuchar a tu hijo calmada y atentamente, con interés, paciencia, amplitud de miras y demostrando lo mucho que te importa. Evita la tendencia a juzgar, culpar, dar sermones o decir lo que crees que debería haber hecho tu hijo. La idea es permitir que los problemas (y sentimientos) de tu hijo sean escuchados. Intenta averiguar lo sucedido haciéndole preguntas como: “¿Y entonces qué pasó?”. Tómate tu tiempo. Y permite que tu hijo también se tome el suyo.
Asimismo, los padres pueden comentar brevemente los sentimientos que creen que podrían estar experimentando sus hijos. Muchos niños todavía no tienen palabras para expresar sus sentimientos. Si tu hijo parece enfadado o frustrado, utiliza esas palabras para ayudarlo a identificar las emociones por su nombre. Expresar los sentimientos con palabras ayuda a los niños a comunicarse y a adquirir autoconciencia emocional (la capacidad de reconocer los propios estados emocionales). Los niños que son capaces de hacerlo son menos propensos a llegar a ese punto en que las fuertes emociones se expresan mediante reacciones y comportamientos extremos en vez de mediante palabras.
Finalmente, si existe un problema específico que le está provocando estrés a tu hijo, hablen juntos sobre qué hacer. Anima a tu hijo a pensar en ideas al respecto. La participación activa del niño le permitirá reforzar la confianza en sí mismo.
Foto: iStockphoto
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