Mitos en la alimentación

 
 
 

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Encontrar alimentos que le gusten a tus hijos es un reto constante. El escándalo y los gritos de los chicos a la hora de comer y la actitud negativa hacia probar cualquier comida nueva pueden cansar a los padres más amorosos y los mejores cocineros. El NYT publicó una nota muy interesante sobre los errores que los padres cometen a la hora de alimentar a los hijos y que contribuyen a fomentar las conductas negativas hacia la variedad de alimentos. Ésta es la traducción de algunos de los puntos más destacados:

* Enviar a los chicos fuera de la cocina. Estudios han demostrado que al incorporar a los chicos en la preparación de los alimentos es un primer paso para que se atrevan a probarlos.

* Obligarlos a probar un bocado de todo. “Si no te comes los vegetales, no puedes ver tele” te suena familiar? Aunque los castigos funcionan en el corto plazo, en el largo plazo los chicos reaccionan de manera negativa a la presión excesiva y terminan por evitar los alimentos que asocian con recompensas o castigos. Lo mejor es ponerles el platillo nuevo y animarlos a que lo prueben con una actitud neutral.

* Esconder los antojitos y la comida chatarra. No hay que esconder las galletas y los chocolates en un estante fuera del alcance de los chicos, el efecto es el contrario. Estudios muestran que las comidas prohibidas son las más deseadas. Lo más aconsejable es comprar antojitos saludables, no traer a la casa cosas que no quieras que tus hijos coman y darles acceso libre a la cocina.

* Hacer dieta frente a tus hijos. Los niños siguen las tendencias de los padres y es más probable que prueben algo si ven a sus padres comiendolo. Los padres que se mantienen a dieta  causan una gran influencia en lo que sus hijos consideran como saludable o no y su descuido con lo que comen o no comen puede generar percepciones falsas que son la base de desordenes alimenticios y compulsiones.

* Servir vegetales aburridos. No debes tener miedo de agregar queso, mantequilla o salsas a los vegetales, estos liberan nutrientes que son solubles en grasas y aumentan el atractivo de los vegetales.

* Darse por vencido. Un niño pequeño puede tardar varios meses y entre 10 y 15 intentos en encontrar gusto por un alimento. Lo importante es exponerlo a la variedad con paciencia y recordar que las preferencias de los chicos van cambiando día a día.

Foto: iStockphoto

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