5 errores más comunes que cometen los padres a la hora de dormir a sus bebés
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1. No establecer una rutina diaria. Al igual que a los adultos, a los niños también les toma un tiempo irse a dormir. Por ello, es necesario que fijes una rutina con la que ayudar a que tu niño se relaje y se duerma antes. Por ejemplo, si tienes pensado acostar a tu hijo a las 7 p.m., -una hora muy apropiada para tu bebé o preescolar-, puedes bañarle sobre las 6:30 p.m., y posteriormente, llevarle a su habitación, cerrar las cortinas, darle el biberón y acabar contándole un cuento. Una vez está medio dormido -no del todo- ponle en la cura para que se acabe de dormir solo.
2. Ignorar las señales que indican que tu pequeño tiene sueño a lo largo del día. Bebés y preescolares siempre nos mandan señales de querer ir a dormir, pero muchas veces no las apreciamos. Según Kim West, autora de The Sleep Lady’s Good Night, éstas suelen consistir en frotarse los ojos, bostezar, o notar que su actividad física se vuelve más lenta, también estás más llorones y pierden el interés en jugar con los adultos. Cuando esto suceda, puedes llevar a tu hijo a un lugar donde tomar una pequeña siesta.
3. Crear bastones de apoyo para que tu bebé se duerma en la noche. Tu hijo se despierta llorando a las 3 a.m., no consigues que vuelva a conciliar el sueño y optas por pasearlo o mecerlo hasta que se vuelve a dormir. Tu hijo puede tomar esto como algo normal y cada vez que se despierte en la noche, no se dormirá sin esperar que tú lo cargues.
4. Cambiarlo de la cuna a la cama de niño demasiado pronto es uno de los errores más comunes. No debes mover a tu bebé de su cuna hasta que veas cómo él solo puede trepar por ella y sea entonces un peligro para su seguridad. Si ya está listo para pasar a su nueva cama, puedes hacerlo de dos maneras. Una es simplemente cambiado la cuna por la cama, o bien también puedes la transición de manera gradual, quitando los barrotes de la cuna y poniendo almohadas cerca para que no se mueva demasiado. Una vez esté acostumbrado a la nueva situación, llevarlo a la cama será muy fácil.
5. Ponerlo a dormir donde quiera que te encuentres. Nadie quiere ser esclavo de los horarios de sueño de sus hijos. Pero lo cierto es que dormir al niño en la sillita del auto, en el carrito de paseo o en un silla alta, no proporciona el descanso que necesita. Dormir en movimiento no deja descansar por completo a su cerebro.
Foto: iStock
Texto: Parents Magazine
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