¿En desacuerdo? Pelea limpio parte 2
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Ahora que conoces los beneficios que te puede dejar una pelea, es hora de aprender a pelear limpio. Y esto no es otra cosa que hacerlo de una manera positiva, que nutra y fortifique la relación.
Regla # 1: No prolongues el drama. Si algo te molesta, exprésalo. Ya lo dijimos: guardarte lo que sientes sólo te lleva a estallar seis meses después, cuando sientes que ya no puedes más. Castigar a la otra persona con el silencio, en realidad castiga a ambos, pues el problema no se resuelve, sino que se transforma en el elefante en la habitación que nadie quiere mencionar. Presta especial atención a la errada idea de que, si él te ama, tendrá el poder de leer tu mente y darte justo lo que necesitas. Expresar lo que piensas y sientes es tu responsabilidad.
Regla # 2: Escoge el momento adecuado para hablar. Espera a que se te pase el arranque de ira inicial, porque intentar aclarar las cosas en ese estado es como tratar de apagar un fuego con gasolina. Cuenta hasta diez (o hasta diez mil) hasta que te sientas calmada y en control. Aun así, espera el momento más oportuno para dialogar. Jamás intentes resolver un conflicto si tú y él no pueden darle el ciento por ciento de su atención (o sea: nada de hablar mientras él envía mensajes de texto o revisas tu estatus en Facebook). Las parejas que mejor se llevan, créelo o no, hacen cita para tocar base y aclarar los problemas.
Regla # 3: Habla de ti, no de él. Busca la manera menos explosiva de expresar cómo te sientes. Porque, según los expertos, la forma correcta de abordar el tema no es acusando al otro, lo cual sólo consigue subir sus defensas, sino diciéndole cómo te sientes tú ante la situación. Nota la diferencia entre decir “¡Eres un desconsiderado que jamás toma en cuenta mis sentimientos!”, y expresar lo que sientes ante el comportamiento del otro: “Cuando me dices que vas a pasar por mí y no lo haces, me siento… preocupada/nerviosa/irritada/abandonada…”.
Regla # 4: No enreden la trama. Ésta es otra forma de decir que no se dispersen ni divaguen del tema central. Antes de comenzar, tengan claro lo que específicamente necesitan aclarar. Si discuten de dinero (según las estadísticas, la causa número uno de las peleas entre las parejas) no saques a relucir su hábito de morderse las uñas o lo que su mamá dijo hace seis meses y que te dolió en el alma. Enfóquense en el asunto que tienen enfrente, que es el único que pueden resolver.
Regla # 5: No ataques ni ofendas. Sí, en el calor de la pelea cualquier cosa se puede decir, pero recuerda que cuando ofendes, es como cuando lanzas un balde de agua. Aunque trates, ya no podrás recogerlo. Los insultos, los gritos, el sarcasmo y las amenazas no son las mejores herramientas para el diálogo. ¿Cómo reaccionas tú cuando te ofenden o te insultan? ¿Te llevan las ofensas a tratar de solucionar las cosas con tacto y sensibilidad… o te llevan a devolver el golpe, pero potenciado?
Regla # 6: Dense un time out. Empezaron bien, hablando de lo que siente cada uno… hasta que de repente algo que él dijo te ofendió y, como en una película de Arnold Schwarzenegger, le devolviste el fuego. Éste es el momento de darse un tiempo para calmarse y retomar el control. De hecho, lo más efectivo es acordar, antes de comenzar a hablar, que si alguno de los dos se ofusca, se darán un time out para refrescar los ánimos.
Regla # 7: No pelees para ganar. No, no has leído mal. La idea no es vencer a tu contrincante sea como sea, sino resolver la situación para el bien de los dos. Por lo mismo, asegúrense de que la meta de ambos es comunicarse con respeto y amor para resolver el conflicto.
Regla # 8: No involucres a otros. Lo que dijo tu suegra o lo que opina de él tu mejor amiga no viene al caso y sólo empeorará el conflicto.
Regla # 9: Acepta las diferencias de opiniones. Es lógico que, en algunos casos, no piensen igual. Pero si ambos están de acuerdo en los aspectos no negociables de la relación, no pierdan el tiempo en la minucia, como pueden ser los gustos y las preferencias de cada cual. Respeten el derecho que ambos tienen a pensar en forma diferente.
Regla # 10: Acentúen y concéntrense en lo positivo. Después de aclarar las cosas, tómense el tiempo de celebrar lo bueno de la relación. Den un paseo tomados de la mano, regálense una cena romántica o simplemente disfruten del maravilloso placer de estar juntos… y en armonía.
Foto: Wavebreak Media
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