¿Cómo conciliar las vacaciones de los niños con tu trabajo?
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Foto: Andrew Neel / Unsplash
Las vacaciones son la oportunidad perfecta para compartir tiempo en familia, salir de la rutina, vivir nuevas experiencias y descansar. Sin embargo, para muchas familias supone un reto importante cuando ambos padres deben continuar con sus ocupaciones laborales durante los tres meses que dura el receso.
Cuadrar horarios, elegir la mejor actividad para los niños y el lugar en el que estarán mientras papá y mamá van a la oficina son algunos de los temas que deben abordar los padres trabajadores. Aunque sabemos que no es una tarea sencilla, tampoco es imposible lograr un balance que sea en beneficio tanto de los niños como de los adultos.
A continuación, te damos algunas recomendaciones para que puedas laborar con tranquilidad mientras tus hijos se divierten y aprenden cosas nuevas durante el verano.
1. Inscríbelos en un campamentos de verano
Como son muchos los padres que trabajan en junio, julio y agosto, esta opción se ha convertido en una de las mejores porque ofrece un sinnúmero de beneficios.
En primer lugar, en la mayoría de campamentos de verano se puede aprender o practicar una disciplina deportiva o trabajar en manualidades, arte o música. Es un ‘gana gana’ para la familia porque por un lado los niños se divierten y por el otro los padres pueden ir a trabajar más tranquilos, pues saben que sus hijos no están perdiendo el tiempo y, por el contrario, están adquiriendo nuevas destrezas en un ambiente seguro.
Además de lo anterior, también conocen otros niños, se divierten con juegos de mesa o competencias y asisten a paseos fuera del campamento. Los hay especializados en temáticas como la música o el arte y de una amplia gama de precios en los que se incluyen las comidas principales del día.
2. Planifica y organízate con antelación
Inscribir a los niños en un campamento de verano, enviarlos a otra ciudad con familiares o contratar una persona que los cuide en casa supone un gasto significativo para las familias.
Por eso, es importante planificar algunos meses antes de que comience el verano, cuánto dinero se destinará para esto y cómo se obtendrá teniendo en cuenta que existen opciones para todos los presupuestos y que no es necesario gastar demasiado para tener un verano memorable.
Por otro lado, también es necesario cuadrar el horario en el que los niños estarán en dichas actividades con el horario de trabajo de tal manera que todo funcione en perfecta armonía. Algunos padres que tienen trabajos más flexibles eligen inscribir a sus hijos tres veces a la semana en clases, talleres o campamentos de verano mientras los días restantes los dedican a ellos. De esta manera, pueden trabajar con mucha dedicación en las jornadas en que ellos están lejos y dejar libres los demás días.
3. Ten en cuenta la opinión de tus hijos
Cuando se trata de elegir de qué forma pasarán tus hijos el verano no solo hay que tener en cuenta el presupuesto o los horarios, sino los deseos de los niños. Como serán ellos quienes pasen la mayor parte del tiempo en la actividad elegida, debe ser lo suficientemente divertida y placentera para que no pierdan la motivación.
Pregúntales qué quisieran aprender o hacer este verano y qué es lo que más disfrutan. Si lo que sugieren se encuentra dentro de tus posibilidades y es apropiado para ellos de acuerdo con tu criterio, no dudes en darles gusto.
Si no es así, siempre puedes exponerles tus razones y ofrecerles otras alternativas.
4. Trata de mantener las mismas rutinas de forma equilibrada
Sabemos que durante el verano normalmente se alteran los horarios para levantarse, comer o ir a dormir. Sin embargo, es prudente tratar de que sus rutinas no se alteren demasiado porque después será más difícil para ellos volver a la cotidianidad al iniciar el año académico.
Puedes extender un poco la hora de ir a la cama pero sin excederte o elegir algunas cosas en las que se mantendrá la antigua rutina y otras en las que tendrán más libertad para decidir.
5. Nos los desconectes completamente del aprendizaje
Aunque está claro que el verano es para descansar, como se trata de un periodo largo puedes crear una rutina programada para que hagan las tareas que les fueron asignadas o para que repasen algunos de los conceptos que aprendieron en clase.
Dependiendo de la edad, el interés del niño y el desempeño académico que tuvo durante el año escolar puedes destinar desde 20 minutos al día hasta dos horas. Si existen algunos vacíos académicos, puedes aprovechar las vacaciones para que reciban tutorías académicas que les permitan ponerse al día.
6. Libérate de las culpas y del ‘qué dirán’
Cada padre hace lo que puede con lo que tiene. Esto significa que siempre y cuando quieras lo mejor para tus hijos, nunca puedes sentirte mal con la decisión que tomes.
Quizás para algunos padres sea una mala decisión enviar a los niños fuera del país o inscribirlos en un campamento de verano porque tienen la opción de pasar todo el tiempo con sus hijos. Sin embargo, cada familia tiene sus propias circunstancias y formas de ver la vida.
Por eso, sea cual sea tu decisión asegúrate de que no esté viciada por opiniones o sugerencias ajenas a la familia, pues solo tú sabes lo que es mejor para tus hijos.
7. Aprovecha tus espacios libres
Trata de sacarle el mejor provecho al tiempo. Cuando estés en la oficina concéntrate en realizar tus obligaciones para que una vez estés en casa puedas prestarles toda tu atención y ofrecerles tiempo de calidad.
Algunas mamás, por ejemplo, entran más temprano a la oficina en la mañana para terminar la jornada antes y, de esta manera, dedicar algunas horas al final del día para ir a la playa, a un restaurante o jugar en casa. Recuerda que es más importante la calidad del tiempo que les dediques que la cantidad de horas que estés junto a tus hijos.
Con información de Abc.es y Mami Needs a Break
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