9 divertidos juegos con agua para hacer en el patio con niños

Hemos preparado nueve juegos acuáticos descabellados para refrescar a tus hijos. Reúne a la tropa, prepara la manguera, ¡y pasen un buen rato con agua!

Texto: Shaun Dreisbach

Traducido por Ana Cristina González I Foto: Getty Images

Los días más cálidos del verano nos hacen pensar en maneras inteligentes para refrescarnos. Para vencer al calor estival, toma nota de estos nueve juegos acuáticos para niños. Algunos requieren implementos mínimos como globos de agua, esponjas, y cuerdas de saltar—pero otros no necesitan más que tu manguera del patio. ¡Prepárate para mojarte! 

Piñatas con globos de agua

Llena globos grandes con agua, hazles un nudo y luego usa una cuerda corta para amarrar tres globos a una rama de árbol o al tendedero, recomienda Michelle Bachman de Little Miss Party, una agencia de festejos de Nueva York. (Nota: los globos más baratos funcionan mejor para esto ya que explotan más fácil.) Luego toma un bate Wiffle liviano y túrnense para intentar golpear la piñata con los ojos vendados. En lugar de dulces, ¡van a recibir un chorro de agua refrescante de esta piñata!

Relevo con globos de agua

Para esta alocada carrera, llena varios globos de agua y divídelos en dos cubetas grandes en una línea de inicio. Luego, coloca dos sillas playeras al extremo opuesto del patio. ¿Listos para empezar a relevar? Divídanse en dos equipos y que la primera persona de cada uno tome un globo de agua, corra a la silla, y se siente sobre el globo hasta que estalle. Luego debe correr al principio y tocar a la siguiente persona. Si alguien estalla el globo antes de sentarse sobre el mismo, debe devolverse y buscar otro. El primer equipo en estallar todos los globos gana.

Preparados, listos, ¡salta!

Este sencillo cambio al juego de saltar la cuerda lo convierte en un juego acuático para niños. Entrega un vaso lleno de agua a cada jugador. Uno por uno, cada jugador debe saltar la cuerda 10 veces sosteniendo el vaso. El jugador con el vaso más lleno al final gana.

Guerra de pelotas de esponja

Los globos de agua son divertidos, ¡pero las pelotas de esponja son lo máximo! “Estos pequeños erizos de esponja son fáciles de hacer, no lastiman al golpear a alguien, y ‘rellenarlos’ es tan sencillo como lanzarlos a un balde con agua”, dice Meredith Sinclair, autora de Well Played: The Ultimate Guide to Awakening Your Family’s Playful Spirit. 

Se hacen de esta forma: Compra varias esponjas en una tienda de dólar. Apila tres de ellas y córtalas a lo largo para hacer tres tiras. Acúñalas en el centro con una banda elástica, y luego abre las tiras para hacer una forma de pelota. Llena un balde con agua, introdúcelas, ¡y empieza a lanzarlas! 

También puedes hacer un juego con esto, ubicando dos baldes a una distancia lo suficientemente cercana para lanzar del uno al otro. Divídanse en dos equipos y párense detrás de los baldes, turnándose para lanzar bombas de esponja al balde opuesto. El equipo que enceste más en el balde opuesto gana este juego acuático. Aunque tu hijo sea muy bueno lanzando, lo más seguro es que se moje bastante en el proceso.

Concurso de camisetas congeladas

El factor frío en esta carrera lo hace la alternativa más helada en juegos de vestirse. Antes de la competencia, prepara una camiseta para cada participante sumergiéndola en agua, exprimiéndola, y luego doblándola normalmente. Ubica papel encerado entre cada una y apílalas, luego colócalas una bandeja y ponlas en el congelador. Cuando estén sólidas, entrégaselas a los jugadores. ¡El primero en ponerse su camiseta congelada gana!

Tiza de acuarela

Cuando mojas tiza normal, se convierte en una pintura parecida a la acuarela. Empieza dibujando círculos coloridos en la acera o la entrada al garaje con tiza, y luego pásale una brocha de pintura mojada para crear “la pintura”. Cuando los niños hayan terminado de admirar su obra de arte, solo necesitas bañarlo—y a tus pequeños artistas— con la manguera. ¿Desde cuándo la pintura no ensucia?

Olimpiadas acuáticas

Las posibilidades competitivas de un poco de H2O no tienen límites, y ni siquieras necesitas tener piscina. Mira esto: lanzamiento de esponjas, competencias de baile con los rociadores, tiro al blanco con pistolas de agua, y lanzamiento de globos de agua a cestos. Esta es una genial actividad para formar en tu hijo confianza, liderazgo, e ingenio creativo. Invítalo a asumir el rol creativo líder para determinar los juegos y actuar de juez.

Balón de globos de agua

Nada hace tanto chapoteo como un balón de globos de agua. Este juego acuático manual se puede disfrutar por cuatro o más jugadores, dice Len Saunders, autor de Keeping Kids Fit. Mira cómo se hace:

Busca los materiales: Necesitarás de 25 a 50 globos pequeños, un bate Wiffle pequeño, dos bases, un cesto de basura, y un balón de baloncesto.

Llena los globos con agua. “Solo toma unos 10 minutos”, dice Saunders. Guárdalos en un cesto de basura o en un balde grande.

Cuando un bateador golpea un globo de agua, este estallará—oh sí, es emocionante—y el bateador corre desde el home hasta la segunda base, que colocaste donde te pareció conveniente.

Al mismo tiempo, un jugador del equipo opuesto intentará lanzar el balón de baloncesto al bote de basura, que está ubicado detrás del home. “Se debe respetar una línea de lanzamiento acordada por ambos equipos”, dice Saunders. “Si un jugador falla su lanzamiento, puede perseguir el balón y lanzarlo de vuelta a alguno de sus compañeros de equipo que esperan en la línea de lanzamiento, para que lo vuelvan a intentar”. Si el lanzamiento se logra antes de que el bateador regrese al home, es ‘out’, y el equipo opuesto recibe un punto. De lo contrario, el equipo atacante gana el punto.

Barra de equilibrio curveada y acuática

Dispón la manguera del jardín en cualquier patrón creativo y curveado que se te ocurra, e intenta que los niños caminen sobre esta “barra de equilibrio curveada” sin caerse, sugiere Randy McCoy, director del currículum de The Little Gym. Aumenta el reto intentándolo con los ojos cerrados, dice McCoy, o con un rociador encendido al final de la manguera. “Con el agua encendida, la manguera será más firme y, por tanto, será más difícil balancearse sobre ella—y mientras más cerca llegues al rociador, más agua te caerá encima”, dice McCoy. Luego, inventa un nuevo patrón con la manguera, ¡y vuelve a empezar!

Este artículo fue originalmente publicado en Parents.com