3 pasos para que tu hijo deje de chuparse el dedo
Encuentra mucha más información pensada para ti
¡Síguenos en Facebook!

¿A qué edad una mamá debe intervenir para que su hijo deje de chuparse el dedo? Los especialistas indican que a partir de los tres o cuatro años.
Aunque muchos bebés prefieren el chupete, otros optan por lo más natural: su dedo. Por ejemplo, mi sobrina antes de nacer siempre se chupó su dedo, lo pudimos notar en los dos o tres ultrasonidos a los que se somentió mi hermana. Hasta la fecha, es la técnica que usa cuando tiene hambre o sueño.
¿Por qué es perjudicial?
Chuparse el dedo y succionar el chupete son hábitos recurrentes en los niños. Lo hacen para satisfacerse, vencer el aburrimiento o buscar dormirse. La Sociedad Española de Odontopediatría (SEOP) explica que si el niño se lleva el dedo a la boca es más peligroso que que lo haga con el chupete, pues podría desarrollar una infección. Es fácil de entender, los niños en su proceso de aprendizaje quieren explorarlo todo y es normal que las bacterias estén presentes en sus manos.
Además, un niño que se chupa el dedo de modo prolongado puede sufrir mal alineamiento de los dientes, problemas fonéticos y de pronunciación, alteraciones en los dedos e incluso trastornos emocionales.
Sigue estos pasos para que su hijo deje de chuparse el dedo:
1.Identifica las causas
De acuerdo con el odontólogo José María Ponce, las situaciones más habituales son:
-Conciliar el sueño: Ofrécele otro juguete, objeto o estímulo que lo reconforte a la hora de dormir. Por ejemplo, un peluche, almohada o su muñeco favorito. Pídele a tu familia que te ayude en esta ardua labor.
-Para tranquilizarse: Es posible que tu hijo lo use como práctica para calmar su ansiedad, ira o nerviosismo. En estas situaciones, un abrazo o caricia atienden sus miedos y poco a poco se olvidará de su “famoso” consuelo.
-Por aburrimiento: Distrae a tu pequeño con juegos que impliquen sus manos como: pintar, dibujar, correr en el patio…
2. Modifica la conducta
Si luchas todos los días y ninguna acción hace efecto, nunca hagas sentir mal a tu hijo ni mucho menos castigarlo. Recurre a una técnica efectiva como el refuerzo positivo, es decir, dile lo orgullosa que estás cuando actúa de forma adecuada. Para ello, puedes comprar pegatinas y regalarle una cada vez que no succiona su dedo en un momento que sabes que lo haría.
3. Acude a técnicas caseras
-Coloca una cinta o tropo de espadrapo en su dedo pulgar. La sensación no será muy “apetitosa” y poco a poco lo irá dejando.
-Aplica en su dedo limón o vinagre.
– Ponle un guante de látex. Tu amor de madre no permitirá que tu hijo llegue a la escuela y sea víctima de bullying por una conducta que tuviste que tratar tiempo atrás.
comentarios