Un poco de mugre no le hace daño a nadie
Encuentra mucha más información pensada para ti
¡Síguenos en Facebook!

Mi madre siempre me cuenta que cuando yo era una bebita que apenas gateaba, un día me encontré con un escarabajo y lo traté de comer. Ella, con sus actos reflejos de madre primeriza, inmediatamente lo sacó antes de que pudiera masticarlo.
Pero la verdad, es que si mi madre no hubiera intervenido a lo mejor comer ese escarabajo habría sido peor para él que para mi. Resulta que el contacto con el mundo “sucio” es bueno para la salud infantil. De hecho, algunos científicos dicen que el instinto natural de metérselo todo en la boca, incluso puñados de tierra, sirve un propósito muy importante: desarrollar y fortalecer el sistema inmunológico.
Exponerse a los millones de bacteria, virus y lombrices en la tierra puede reducir el riesgo de contraer afecciones inmunológicas, como la esclerosis múltiple, las alergias, el asma, el diabetes tipo 1 y las enfermedades del intestino. De hecho, los gusanos son super sanos y buenísimos para el sistema digestivo (aunque reconozco que dan un poco de asco).
Nuestra obsesión por la limpieza puede ser perjudicial para la salud de los peques, porque su sistema inmunológico también necesita explorar el mundo para desarrollarse adecuadamente. Además los productos antibacteriales podrían fomentar la creación de gérmenes resistentes y peligrosos.
Los expertos recomiendan exponer a los bebés al sucio sin olvidarse por completo de la limpieza. Deja que tu hijo camine o gatee descalzo en el jardín y asegúrate de que tenga contacto con los animales. Sigue siendo buena idea lavarse las manos de vez en cuando, pero jabón y agua bastan—evita los productos antibacteriales.
Foto: iStockphoto
comentarios