Habilita tu casa para tener un año escolar más brillante
Encuentra mucha más información pensada para ti
¡Síguenos en Facebook!

Con estos consejos y trucos puedes optimizar tu hogar para la temporada del regreso a clases.
Por Ingela Ratledge Amundson
Traducido por Ana Cristina González I Foto: Getty Images
Con unos pocos ajustes en su espacio vital, tu hijo puede hacer muchas cosas por sí mismo. La clave está en dejar de creer que hacer todo por tu hijo es una forma de brindarle cuidado y amor, dice Julie Morgenstern, autora de Time to Parent: Organizing Your Life to Bring Out the Best in Your Child and You. (Tiempo para ser padres: Organizando tu vida para sacar lo mejor de ti y de tu hijo) “Nos preocupamos mucho por ayudar a nuestros hijos, le evitamos batallas. Cuando algo no nos gusta pensamos, “Prefiero hacerlo yo”. Pero, según Anita Hanks, fundadora de una escuela Montessori en Frisco (Texas), no les damos el valor suficiente. “Cuando los padres ven lo que sus hijos pueden hacer en clase, se quedan sorprendidos”, dice.
Sigue leyendo para que instales el espíritu de poder y de hacer en tu casa.
La rutina matutina
Ensaya antes del primer día.
“Sin que lo noten y sin juzgar, obsérvalos, averigua cuánto tiempo tardan en hacer todas las actividades de la mañana por su cuenta. Esto abarca el tiempo desde que se levantan hasta que salen de la casa”, dice Morgenstern. Con esto vas a determinar cuánto tiempo necesitan exactamente (No te agobies, cada día serán más rápidas las cosas). Es normal que algunas tareas, como abrocharse los botones de la camisa o atarse los cordones de los zapatos, puedan requerir algún tiempo extra para practicar. Si tu niño se distrae fácilmente, ya sea con juguetes, la comida o lo que sea, saca el cronómetro. Es muy útil para los niños ver la cuenta regresiva de los minutos.
Haz que su ropa sea de fácil acceso para ellos.
Crea un espacio o ubica un armario a su altura de manera que sea fácil para ellos vestirse solos o con poca ayuda. Esto lo deberían hacer a partir de los 4 años de edad. “Si una parte de su ropa está en su armario y la otra en una mesita del otro lado de la habitación, los desconectará completamente”, comenta Morgenstern. Intenta ubicar toda la ropa en un mismo lugar y con fácil acceso para tu niño. Agrupa las prendas, cuélgalas o coloca etiquetas para identificarlas. Luego prepárate para observar una obra maestra sin combinación en todo su esplendor. Establecer pautas para vestirse adecuadamente según el clima suele ser una buena opción. Para agilizar las cosas, ve acomodando la ropa según las estaciones del año.
Prepara una estación de salida.
Reúne todo el material de última hora para salir a la calle en una sola estancia, como el cuarto de la entrada, el pasillo o incluso la habitación de los niños. Recrea un espacio (como la habitación de entrada, el pasillo, etcétera) con todo lo necesario para salir a la calle rápidamente si ocurre una emergencia. Es importante que coloques una silla pequeña donde tu hijo pueda sentarse para ponerse los zapatos. También coloca los ganchos con los abrigos, bolsos, etcétera, a una estatura adecuada para el fácil acceso a los niños.
Planifica y prepara todo en las noches.
Por la noche, plantéate qué tareas cotidianas pueden hacer, como tener los bolsos preparados y elegir la ropa, dice la doctora en medicina familiar Deborah Gilboa, experta en desarrollo juvenil y fundadora de AskDrG.com.
Ten una hora de deberes
Elige un sitio de la casa para hacer las tareas escolares. Si eliges un lugar de la sala o de la cocina, asegúrate que lo equiparás con lo necesario, como hojas, papel, colores y todos los materiales que se usarán. Adáptate a tu espacio y busca la mejor forma de ubicar todos los útiles que necesita tu pequeño.
Abastécete de material.
Al comienzo del año escolar, llena un recipiente con lápices, bolígrafos, marcadores, reglas y pegamento, dice Becky Rapinchuk, autora de Clean Mama’s Guide to a Healthy Home (Guía de la Mamá de la Limpieza para un Hogar Saludable). Rapinchuk utiliza un carrito de cubiertos (Un Williston Forge Flatware Caddy, $48; en wayfair.com). Recomienda que incluyas actividades para los otros hermanos menores. “Hay seis años de diferencia entre mis hijos. Por eso adecuamos su espacio de las tareas escolares, con plastilina y libros para colorear para que pudieran compartir ese tiempo juntos”, comenta.
Prepara el terreno y dale espacio a tus hijos.
“Lo máximo que deberías hacer es vigilar, monitorear”, explica la Dra. Gilboa. “Tu única obligación es asegurarte que el ambiente sea propicio y estar pendiente que de verdad estén trabajando. Si te piden un poco de orientación, adelante, pero si le haces alguna cosa sería demasiado”.
Ordena las tareas escolares
Cuando comienzan la escuela (desde el preescolar) tus hijos siempre tendrán muchas tareas para hacer. Para ayudarles a que no lo olviden, Morgenstern crea una carpeta con dos lados: “Un lado está etiquetado ‘Para Hacer’, y el otro ‘Para entregar’. Esto lo facilita”. (A medida que los niños crecen, pueden utilizar una carpeta diferente para cada materia).
Las obligaciones primero, la fiesta después.
Es necesario establecer una política y dejarles saber a los niños que los privilegios serán el resultado de la culminación de las tareas.
Comidas y meriendas
Haz espacios para la merienda.
En vez de permitir que picoteen la comida o coman a destiempo, debes asignar áreas y abastecerlas con alimentos que tú hayas aprobado. Morgenstern recomienda llenar recipientes acrílicos con productos para el almuerzo y con bocadillos, como queso en tiras, yogur, huevos duros y sándwiches.
Pon la comida a su alcance.
Coloca los bocadillos en un estante lo suficientemente bajo para que tu niño lo pueda tomar o mantén un escalón cerca. Reserva una sección de la nevera para las botellas de agua o jugos. Si buscas jarras, utensilios y otros artículos de niños, visita ForSmallHands.com.
Facilítales el acceso a la vajilla.
Permite que los niños encuentren los utensilios, colocando algún mueble pequeño o creando un área en la parte de abajo de la alacena con todo lo que necesiten. “Empleamos un carro de vajilla de tamaño infantil que contiene todo lo que necesitan a la hora de comer: platos, tazones, servilletas y un separador de cubiertos”, dice Hanks. “Si quieren poner la mesa o prepararse algo, pueden hacerlo”. (En el nivel inferior, hay una pequeña pala y un cepillo, una botella de agua en aerosol y toallas para la limpieza).
Practiquen juntos las habilidades.
Es común que preparaciones sencillas–un emparedado, cereales con leche–pueden requerir varias prácticas para hacerlo bien. “Asegúrate que el niño se siente cómodo con la actividad que le enseñaste y que entendió las instrucciones para permitir que lo haga solo”, dice Hanks.
Hora de jugar
Aplica el modelo del jardín de infancia.
Cuando has estado en alguna clase de un niño de 5 años, seguramente has notado que sus maestras la dividen en actividades–arte, música, juegos, lectura–y los materiales para cada actividad específica permanecen guardados. Según Morgenstern, lo mismo se aplica en el hogar de los niños, hasta el punto de clasificar los objetos, carritos de juguete, juegos de mesa, peluches, etcétera.
Agrupa los juguetes en cestas, cubos o contenedores etiquetados y sin tapa.
También puedes guardarlos en estanterías o en el armario, pero no los amontones unos encima de otros: “Este es un sistema de recuperación, no de almacenamiento”, subraya Morgenstern. “El objetivo de guardar algo es que puedas volver a sacarlo fácilmente”.
Nada es “misceláneo”.
Si no sabes ubicar algún juguete–¿lo arreglarás por arte de magia?–piensa la relación de ese juguete con tu hijo. ¿Cuándo lo usa? ¿Dónde lo busca? (para hacerlo más fácil solo pregúntale y te lo dirá). Involucrar a tu niño en ese proceso será lo mejor que puedas hacer, por ende te guiará y todo quedará maravillosamente ordenado a su disposición.
Controla el caos.
Para facilitar la recolección de los juguetes de tu hijo, (en especial alguno que tenga muchas piezas diminutas) coloca una sábana o un papel antes de colocarlos, dice Rapinchuk. Esto agilizará el momento de la limpieza, será más fácil devolver todo a su sitio.
Plantea trabajos a largo plazo.
Crea un espacio especial o quizás usa una mesa plegable para juegos como Lego o rompecabezas, que requieren más de un día de trabajo.
Antes de ir a dormir
Crea un calendario de tareas.
Coloca un calendario o una lista de tareas que les indique su rutina: ducharse, ponerse la pijama, lavarse los dientes. En los preadolescentes agrega imágenes de cada actividad. Rapinchuk dice, “Las señales visuales ayudan a que el niño no se fastidie demasiado”. (P.D. Puede que también quieras un calendario para la mañana).
Domina el aseo personal.
En lugar de perder tiempo con esos cajones donde se pierde todo, ¡déjalo en manos de tus hijos! Dota un recipiente para cada uno de tus hijos, con los artículos de aseo personal (cepillo de diente, crema dental, peine, jabón) y colócalos en un lugar donde los puedan alcanzar. Si tu espacio es muy reducido consigue recipientes con asas que tus hijos puedan llevar consigo cada vez que los necesiten.
Bríndales un tiempo de paz a solas por las noches.
“Tengo una cesta llena de libros junto a las camas de mis hijos. Los de Richard Scarry son un éxito porque tienen muchas imágenes”, dice Rapinchuk. “Les da un par de minutos para calmarse por la noche”.
Prepara a los niños para que se queden en la cama.
Puedes prevenir que tu hijo se levante de la cama a medianoche, colocando una lámpara que este a su alcance en su mesita de noche y una botella de agua por si le da sed.
Este artículo fue originalmente publicado en Parents.com
comentarios