Nueve remedios naturales para el dolor de pancita

 
 
 

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Texto: Amy Capetta

Traducido por Ana Cristina González I Foto: Getty Images

Los dolores de estómago son comunes en los niños—sobre todo entre los cuatro y ocho años—y por lo general las causas principales son la dieta, el estrés y los problemas de desarrollo. La próxima vez que tu hijo se queje de dolor de estómago, ten en cuenta estos nueve remedios naturales caseros.

Beber té de camomila

Dale a tu hijo una taza de té de camomila (una taza de agua por bolsita de té), sugiere Andrew Weil, M.D., líder en el campo de medicina integrativa, autor de Spontaneous Healing. “El té de camomila es un remedio casero excelente para el dolor de estómago sin complicaciones porque contiene…propiedades antiinflamatorias y sedativas, que pueden contribuir a disminuir la incomodidad abdominal”, dice el Dr. Weil. La camomila relaja la parte superior del tracto digestivo, facilitando las contracciones que dirigen la comida hacia el estómago y el intestino delgado; esto aliviará los espasmos y los calambres de estómago.

Beber jengibre

Está bien darle a tu hijo soda cuando tiene dolor de estómago, siempre y cuando sea de jengibre. De hecho, el té fresco de jengibre es mejor porque está cargado de jengibre (y más saludable). El ingrediente principal del jengibre es el gingerol, un potente antioxidante que ayuda a disminuir la producción de radicales libres y su daño potencial al cuerpo; también disminuye las náuseas y el malestar. Además, las propiedades antiinflamatorias del jengibre aumentan los jugos digestivos y neutralizan los ácidos del estómago.

Beber menta

El té de menta también es refrescante y puede ayudar a calmar el dolor de estómago. “Se ha demostrado que la menta tiene efecto calmante en los músculos del estómago”, dice el Dr. Sears. Según el Centro Médico de la Universidad de Maryland, la menta tiene la capacidad de mejorar el flujo de la bilis, que es lo que el cuerpo usa para hacer la digestión. Si tu hijo no quiere tomar té, un caramelo de menta, que si bien no es tan potente, puede calmar su estómago (no le dé estos caramelos a bebés o niños pequeños, ya que pueden representar un peligro de asfixia).

Aplicar calor

Colocar una botella de agua caliente o una manta caliente sobre el estómago de tu pequeño mientras está sentado o acostado, debe aliviar un poco el dolor, dice Robyn Strosaker, M.D., pediatra del Hospital de Bebés y Niños Rainbow de Cleveland. Ella explica que la razón es porque, “El calor aumenta el flujo de sangre hacia la superficie de la piel, lo cual puede disminuir la percepción del dolor que viene de lo más profundo del abdomen”.

Frotar los pies, utilizando la reflexología

“Existen miles de nervios en los pies y las manos que pueden hacer que todo el cuerpo se relaje y se sienta más calmado cuando se aplican técnicas específicas”, dice Laura Norman, especialista en reflexología y autora de Feet First: A Guide to Food Reflexology. La zona del estómago corresponde al arco central del pie izquierdo. Utilizando la técnica de la reflexología, sostén el pie izquierdo de tu hijo con la palma de tu mano derecha y coloca tu mano izquierda debajo del metatarso para presionar de forma firme y uniforme con el pulgar.

Haz un movimiento hacia adelante, similar al de una oruga (presiona un punto, muévete un poco hacia adelante y repite) para cruzar el pie. Cambia de mano y repite de derecha a izquierda, con el pulgar de la mano derecha, y continúa hasta cubrir el centro del arco. “El niño tendrá una respuesta positiva al toque amoroso de su mamá, los padres se sienten maravillosos de poder ayudar a sus hijos y se fortalece el vínculo entre padres e hijos”, dice Norman.

Servir comidas blandas

Si, a pesar del dolor de estómago, tu hijo todavía tiene apetito, ofrécele pequeñas porciones de alimentos naturales, como tostadas, pasta, avena, yogur, arroz y puré de manzana. Evita las salsas, condimentos o condimentos. “Las comidas blandas irritan menos el estómago y son más fáciles de digerir que los alimentos picantes o grasosos”, dice el Dr. Strosaker. “Estos alimentos no solo son menos probable que induzcan el vómito, sino que contribuyen a que el tracto gastrointestinal (GI) regrese a su función normal más rápidamente”.

Merendar yogurt

El yogurt es efectivo para los calambres estomacales y es conocido como un alimento curativo para la diarrea, dice el Dr. Sears y explica que, “Normalmente, la bacteria ‘buena’ vive en los intestinos y ayuda con la digestión”. “Si tienes un virus intestinal o diarrea, la bacteria buena puede salir y esto puede alargar la duración de los síntomas”. Comer yogurt con cultivos vivos (o mezclarlo con un suplemento en polvo como Culturelle) proporciona las bacterias activas que pueden ayudar a que la digestión vuelva a la normalidad.

Seguir la dieta CRAP 

¿A tu hijo le duele el estómago porque está estreñido? Michael Roizen, M.D., co-autor de YOU: Raising Your Child, junto con sus colegas Ellen Rome, M.D., y Mehmet Oz, M.D., inventaron un acrónimo fácil (¡y memorable!) para que puedas recordar cómo ayudar a tu hijo. “La llamaron apropiadamente la dieta CRAP, significa frutas con fibra que pueden actuar para ‘aflojar las cosas’ de forma natural: cerezas, pasas, albaricoques y ciruelas pasas”, dice el Dr. Roizen. Si tu hijo en edad escolar come menos de cinco porciones de fruta al día, dale media taza de cualquiera de estas frutas, de tres a cinco veces al día. “En el caso de niños menos a cuatro años, se hace un puré de estos alimentos para así reducir el riesgo de asfixiarse”, añade. Los niños deberían comer media taza.

Estimular las actividades al aire libre

Si tu hijo sufre de estreñimiento, el Dr. Roizen dice que es momento de salir a jugar al patio. “La actividad física contribuye con el movimiento a través del tracto GI, mientras que estando acostado en cama puede inducir a el estreñimiento”, explica. “Si bien este tratamiento tiene menos base en mecanismos científicos que otros, ¡funciona!” Las actividades aceptables incluyen caminar, correr moderadamente, jugar al aire libre o jugar un juego de Wii “activo”. Aconseja a tu hijo que se abstenga de realizar más actividades de “volteretas boca abajo”, como dar vueltas, colgarse de las barras y hacer volteretas.

Saber cuándo buscar ayuda

Los remedios caseros pueden funcionar de maravilla pero es necesario saber cuándo se debe llamar al doctor. La Dra. Lonzer dice que el dolor cerca del ombligo es la menor preocupación. “La pérdida de apetito es más grave y me preocuparía luego de unos días”, añade. “El estreñimiento debe tratarse dentro de una semana si un cambio en la dieta no ayuda”. Como regla general, si tu hijo vomita, tiene fiebre, tiene sangre en las heces, no está prosperando o se siente cansado todo el tiempo, es mejor llevarlo al pediatra.

Este artículo fue originalmente publicado en Parents.com

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