Guía de emergencia: seguridad en la piscina
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- La piscina debe estar totalmente rodeada por una cerca de por lo menos cuatro pies de altura (1l25 metros) y con una puerta con cerrojo. Algo útil: una alarma, que se activa por sí sola cada vez que se entra el agua.
- Observa constantemente a tu niño aunque sepa nadar. Si tomó mucho sol o hizo actividades extenuantes puede ser peligroso.
- Asegúrate de que alrededor de la piscina no haya objetos sueltos ni juguetes para impedir resbalones y caídas en el agua. Y nunca dejes que los niños corran alrededor de la piscina.
- Antes de permitir que tu hijo se zambulla o salte al agua, asegúrate de que el agua tenga por lo menos nueve pies (2.80 metros) de profundidad.
- Enseña a tu hijo a nadar siempre en compañía de algún amiguito o adulto, aún tras haber tomado clases de natación. Conviene que los niños de 4 o más años hayan tomado un curso.
- Mantén un teléfono cerca. Si tu casa tiene piscina, conviene tener a mano números de emergencia así como instrucciones sobre respiración artificial.
- Si tienes una piscina mantenla cubierta cuando no esté en uso. Asegúrate de que sea una cubierta rígida.
- Asegúrate de tener a mano equipos salvavidas. Nota: los juguetes inflables de playa no sirven para un rescate.
Foto: iStock
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