20 cosas para hacer con papá en el Día del Padre
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Traducido por Ana Cristina González I Foto: Getty Images
Haz que este Día del Padre sea estupendo con estos 20 juegos, proyectos y actividades aprobados por papá. ¡Hacer un desastre es uno de los requisitos!
En su trabajo como asistente de médico, mi esposa ha tenido que trabajar en urgencias, prepararse para cirugías a las 6 de la mañana y estar de guardia, cosas que han dado lugar a una carrera gratificante, pero que no se parecen en nada a lo que nuestros padres llamaban un “horario de trabajo normal”.
Por eso, a menudo sólo estamos en casa nuestros dos hijos y yo, los tres hombres Vrabel, que nos despertamos con un día lleno de posibilidades y promesas infinitas. Nuestros días suelen comenzar igual: preparo el desayuno y les pregunto qué haremos ese día. Los chicos responden con… bueno, un silencio absoluto, ya que están arriba jugando Minecraft mientras yo le hablo a una torre de gofres belgas que se enfrían rápidamente.
Si tuvieran la oportunidad, mis hijos se pasarían de una a 48 horas de su día jugando Minecraft. En estos casos, me corresponde idear el plan del día, una actividad o salida que no sólo sea lo suficientemente atractiva como para sacarlos de su tierra de fantasía de 8 bits, sino que también logre lo siguiente: 1) enriquecer sus vidas, 2) ayudarlos a convertirse en adultos sabios y formados, 3) mantenerlos activos mentalmente, 4) mantenerlos activos físicamente, 5) que se encuentre dentro de las leyes de seguridad personal de mi estado, 6) que no cueste 20.000 dólares, 7) y que sea algo que a mí tampoco me molestaría hacer. Ya sabes, sin presiones.
Todos los padres quieren que sus hijos hagan actividades que los potencien y enriquezcan. Todos los padres también se han quedado en blanco y dicen: “Sí, no tengo ni idea de qué es eso”. Por ese motivo, y para celebrar el Día del Padre, he aquí una lista incompleta de cosas para hacer con los hijos, escrita por padres de verdad, destacados blogueros, músicos y yo, un humilde escritor aficionado a los gofres belgas.
1. Juega en la calle.
Sam Weinman, editor neoyorquino y autor de Win at Losing: How Our Biggest Setbacks Can Lead to Our Greatest Gains, (Ganar al perder: ¿Cómo los contratiempos más grandes pueden llevarnos a los mejores logros?) aborda la crianza con esta idea: “Deja que sean el conducto hacia tu yo más joven. Me gusta recordarles a mis hijos que ser un niño nunca pasa de moda”. Su idea preferida es sacar dos porterías, esperar a que no haya tanto tráfico y jugar hockey en la calle. Incluso creó un evento anual: un torneo de todos contra todos, con equipos formados por cuatro niños y un padre. Los ganadores se llevan a casa una réplica del trofeo de la Copa Stanley, que en realidad es una máquina de hacer palomitas de maíz. “Sin duda, es lo mejor del año”.
2. Preséntales un tocadiscos.
Debes saber que esto no es para todo el mundo. No siempre funciona tener las manos de un niño de dos años cubiertas de mantequilla de maní cerca de un aparato de precisión que no suena si lo golpeas. Hace algunos años, me aventuré al ático para rescatar mi vieja colección de discos, infestada de arañas. Desde entonces, hemos pasado muchas noches encantados con esta reliquia del pasado. Hojeamos las portadas, hacemos bromas sobre los nombres raros de los artistas de los años 70 (“¿Meat Loaf?”, dijo una noche mi hijo adolescente mientras negaba con desconcierto. “¿Por qué la gente no tiene sentido?”), y nos permitimos la novedosa idea de escuchar algo completo, en lugar de adelantar la reproducción o de pedirle a Alexa que reproduzca algo diferente.
3. Inventa nuevos cereales.
Según mi hijo de 6 años, llevo décadas comiendo el cereal Cocoa Pebbles de la forma incorrecta. Me lo dijo mientras sacaba otras dos cajas de cereales, con las que creó un nuevo e innovador desayuno llamado CocoaLuckyTrix. Durante la semana siguiente, nos dedicamos a la alquimia de los cereales a la hora de desayunar, y creamos mezclas como Cinnamon Toast Flakes, Rice Krispiespuffs, y el que más me gusta, Marshmallow Apple Pebbles.
4. Aprende qué bebidas pueden explotar.
Todo el mundo sabe que Coca-Cola Light + Mentos = explosión genial carbonatada. Si bien es el líquido reactivo más famoso, la Coca-Cola Light no es la única bebida que se activa al contacto con los Mentos y hace un desastre en tu cocina. Ve al supermercado y compra otras bebidas (esto es para un experimento, así que las bebidas más baratas te servirán). Si tienes ánimos de ser como los cazadores de mitos, pega varios trozos de cartulina, marca las alturas y ve qué bebida crea la explosión más alta (sugerencia: no escatimes en la cerveza de raíz dietética).
5. Regresa en el tiempo.
Si a tus hijos les gustan los videojuegos, crea un vínculo con ellos u horrorízalos mostrándoles los videojuegos que tú usabas cuando eras pequeño. Hay varias formas de hacerlo. Por ejemplo, puedes conseguir un simulador de Atari en Walmart por unos 40 dólares. Nintendo lanzó nuevas (y diminutas) versiones “Classic Edition” plug-and-play de sus consolas NES y Super Nintendo. La NES Classic Edition viene con 30 juegos, entre ellos Super Mario Bros. 3, Metroid, The Legend of Zelda, Dr. Mario y Castlevania.
La Super NES Classic tiene Street Fighter II, Super Mario World, Super Mario Kart y Super Metroid. Lo mejor es que ambas te permiten guardar la partida, así que no borrarás tu progreso al oprimir el botón de apagado. Bono: si a tus hijos les gusta Minecraft, los gráficos y la jugabilidad de la Super Nintendo les parecerán una magia imposible del futuro.
6. Escala tu ciudad.
Troy Carpenter, padre y estrella de Instagram (@redblueox), sigue la temática de la altitud con sus hijos mayores: visitar monumentos y escalar las alturas urbanas. Por ejemplo, Carpenter lleva a sus hijos al monumento a los Soldados y Marineros en el centro de Indianápolis o averigua qué días de la semana puede visitar el último piso de otros rascacielos. Si estás en una ciudad y tienes niños mayores, buscar los puntos más altos de tu zona es una mezcla perfecta entre aventura urbana y ejercitarse, de modo que tus hijos puedan dormir bien toda la noche.
7. Crea una red de espionaje.
Pocas cosas llaman más la atención de un niño que los mensajes secretos. Es por esto que Coy Bowles, guitarrista de Zac Brown Band, creó un juego a partir de una peculiaridad en el diseño de su casa. “Tenemos una tubería de 10 centímetros que conecta una habitación del estudio de grabación con otra”, dice. “Su finalidad es pasar los cables a través de la pared, pero mi hija y yo la usamos ahora para divertirnos”. Bowles y su espía en ciernes se intercambian mensajes y juguetes a través de la tubería. “Es muy bonito ver que siente curiosidad por lo que ocurre al otro lado de la pared”. ¿No hay tuberías en tu casa? Esconde los mensajes en cualquier sitio: en los cajones, detrás de las estanterías, en donde guardas las verduras o dentro de su libro favorito.
8. Inventa historias (con un poco de ayuda).
Toma unas cuantas hojas de papel, córtalas en cuadrados y escribe en cada una de ellas una sola palabra que quizás graciosa.Galletas. Alienígena. Rinoceronte. Queso Havarti. Luego, pídeles a tus hijos que inventen un cuento, pero de vez en cuando, deben voltear una de las hojas y añadir en la historia la palabra que aparece allí. Es 100% libre, 102% creativo y personalizable para ti y tu familia (es decir, puedes usar las palabras ridículas que quieras). Esta estrategia es la que una vez hizo que mi hijo de 6 años creara una historia fantástica sobre un pirata espacial que usa un rayo para luchar contra un volcán dentro de un malvado retrete (declaración: parece que sus historias siempre incluyen un retrete).
9. Visita los parques infantiles.
Si vives en una zona con varios parques infantiles, haz que tus salidas sean una expedición pirata. Haz un mapa de los parques infantiles, marca los lugares a los que quieras ir y crea un plan con tus hijos para explorar cada uno de ellos. Haz una lista de las mejores partes de cada uno (por ejemplo, cuál tiene el tobogán más retorcido, las fuentes más grandes, las estructuras más imponentes) y vuelve a visitarlo cuando sea necesario.
10. Detén a los niños.
Mike Spohr es el editor de BuzzFeed Parents, coautor de The Toddler Survival Guide (Guía de supervivencia para niños) e inventor del juego del agente de policía. “Mis hijos van en bicicleta hasta que yo (el agente de policía) los detengo ya sea por exceso de velocidad, para preguntarles si han visto a un ladrón que se ha dado a la fuga, o cualquier otro escenario. Quieren que invente algo nuevo cada vez y eso lo hace más difícil”. Su hijo suele disculparse, mientras que su hija suele ser descarada. Sin embargo, todas las partes vuelven a casa contentas.
11. No puedes caminar en línea recta.
Cierra los ojos y tápate los oídos. Después, intenta caminar 100 pasos en línea recta. No podrás. Terminarás 40 metros a la izquierda, de vuelta al punto de partida o en medio de un charco de barro, pero nunca caminarás en línea recta.
12. Trabaja en una granja.
En realidad, no tienes que “trabajar” en una granja. Hemos visto a gente hacerlo y la verdad es que parece difícil. Sin embargo, es probable que vivas cerca de una zona agroturística, un lugar para ver lo que es la agricultura hoy en día, que ahora no sólo implica animales y tierra, sino drones, robots y otras cosas del futuro.
En Indiana, cerca de donde vivo, se encuentra la Granja Fair Oaks, una de las más grandes del país. A menudo, es descrita como un “Disney agrícola”. Aquí puedes visitar “La aventura de los cerdos” (que es mil veces más adorable de lo que crees, aunque huele peor de lo que te imaginas). También hay un laberinto de maíz, muros de escalada, increíbles sándwiches de queso a la parrilla y “La aventura de las vacas”, en la que puedes presenciar el parto de una vaca, una conmovedora maravilla de la naturaleza sobre la que tus hijos tendrán muchísimas preguntas.
13. Modifica el deporte.
Cuando vivía en Manhattan, una zona del mundo en la que no hay muchos campos de béisbol, Doug French, bloguero y cofundador de Dad 2.0 Summit, simplemente ajustó su perspectiva respecto al deporte. French dice: “Inventamos un juego de béisbol para dos personas llamado Dingerball. Tenía un enfoque bastante binario; es decir, si bateas la pelota más allá de mí, es un jonrón”. Durante un buen tiempo, a uno de sus hijos le costó batear, pero después French vio que, gracias al juego, sus hijos estaban aprendiendo la importancia de seguir con algo hasta que vieran la luz al final del camino.
14. Prepárate para un apocalipsis zombi.
James Breakwell, padre de cuatro niñas menores de 7 años que tuitea bajo el alias @XplodingUnicorn, tiene una actividad recurrente: entrenamiento contra zombis. “Mis hijas y yo fingimos luchar contra los muertos vivientes con dardos de goma o cualquier otra cosa que esté a mano y sea segura”. Es una actividad ruidosa, desordenada, ridícula y totalmente simulada.
“Es muy divertido”, dice. Añade que “es un entrenamiento real para la mayor amenaza de nuestro tiempo”.
15. Juega al juego favorito de la abuela.
Chase McFadden, bloguero que dirige el sitio StuffKidsWrite.com, conecta las generaciones de su familia a través del cribbage, un antiguo juego de cartas que le enseñó su propio abuelo. “Yo jugaba con mi abuelo. Nuestros hijos juegan con sus abuelos y además tienen la suerte de tener una bisabuela con la que jugar también”. El juego enseña matemáticas (más o menos) y estrategia (más o menos), pero sobre todo es una forma de tender un puente entre generaciones, aunque esas generaciones no andan con rodeos. “No creas que vas a tener una dulce anciana que les enseña a sus bisnietos los métodos del juego con paciencia y delicadeza”, dice McFadden. “Ella no tiene piedad”.
16. Haz que papá sea la estrella que es.
“Nuestro Día del Padre comienza a las 12:01 de la noche”, dice Kelly Brabson, de Bowling Green (Kentucky). La familia prepara un picnic a medianoche, toma un telescopio y se dirige a la zona rural más cercana, donde la contaminación lumínica es baja. Al esposo de Kelly, Mark, le encanta la astronomía y quiere compartir su afición con sus hijos, Elijah y Sarah. “A los niños les parece estupendo quedarse despiertos hasta tarde y ni siquiera se dan cuenta de que están teniendo una clase de astronomía”, dice Kelly.
17. Comparte su afición.
La afición de Dale Hoffman por la fotografía comenzó cuando tomó una foto de un colibrí en el comedero de su casa en Ortonville, Michigan. De inmediato, quedó cautivado por los pájaros y por fotografiarlos. Así que, naturalmente, sus hijas Sara y Sam sabían qué regalarle para el Día del Padre: guías de aves. Su esposa Robin dice: “Ahora no sólo las fotografía, sino que sabe cuáles son”. Toda la familia disfruta viendo las aves y tomándoles fotos.
18. Recuerda siempre.
Cada Día del Padre, Thomas O’Callaghan rinde homenaje a su padre fallecido en 1990. O’Callaghan dice que su padre, que pasó sus primeros años en el área de Detroit, “se dedicó a su familia. Tenía un trabajo estable y crio a cuatro hijos en tiempos económicos difíciles”. Para rendirle homenaje a su papá, cada Día del Padre, O’Callaghan (que ahora vive en Rockaway, Nueva York) iza la bandera del estado de Michigan. Después de 20 años de esta tradición, los vecinos ya dejaron de preguntar por qué.
19. Da un paso adelante.
En nuestra familia, mis hijos pasan el Día del Padre con mi exesposo. Sin embargo, desde que me volví a casar, han desarrollado una estrecha relación con mi nuevo esposo y quieren honrarlo también. Por eso, para nosotros, el domingo siguiente al Día del Padre es el “Día del Padrastro”.
Empezamos el día haciéndole una tanda de sus galletas favoritas. Luego, nos dirigimos a nuestro parque favorito y pasamos la tarde jugando con aviones a control remoto o con un frisbee. Para terminar el día, regresamos a casa y cenamos su plato preferido, espaguetis con albóndigas. Mis hijos se sienten afortunados de poder celebrar dos veces.
20. Haz lo que le gusta a papá.
En lugar de regalos, Jason Stinson, de Woodstock (Georgia), prefiere pasar el día con su esposa y sus tres hijos haciendo lo que más le gusta: pescar.
“Aunque pasaremos la mayor parte del día cebando anzuelos y sacando peces, me parece bien. Siempre prefiero pasar tiempo con mi familia que un regalo”, dice.
Este artículo fue originalmente publicado en Parents.com
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