El parto natural puede beneficiar la lactancia
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La lactancia, como el parto, es un proceso natural, por lo que cuanto más se interfiere con el parto, mayores son los riesgos de que la lactancia se vea afectada. Estas son algunas de las formas en que las intervenciones médicas pueden dificultar la lactancia:
La oxitocina sinténtica (Pitocin) que produce contracciones más fuertes puede provocar sufrimiento fetal, por lo que el niño nace estresado y con poco instinto de succión.
Si tienes una cesárea, puede ser difícil encontrar una posición cómoda para amamantar al bebé por el dolor de la herida. Prueba la posición del fútbol americano. También es posible que haya un retraso en la subida de la leche, ya que las madres que dan a luz por cesárea tienen niveles de oxitocina y prolactina–hormonas de la lactancia–más bajos.
El epidural puede aliviar el dolor durante el parto, pero también puede reducir tus endorfinas, así que tu bebé podría estar más incómodo. Y la administración del suero intravenoso, que se da con el epidural para prevenir bajas de tensión arterial, te puede dejar tan hinchada que la ingurgitación mamaria puede causar dificultades de agarre.
De todas formas, a veces las intervenciones son necesarias para que el bebé nazca sano y son muchas las madres que logran sobrellevar estas dificultades y amamantar a sus hijos. Si tienes complicaciones o dudas, consulta con La Liga de la Leche, que ofrece muchísimos recursos para madres lactantes.
Foto: iStock
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