Las cinco cosas que no se deben hacer durante el embarazo

 
 
 

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Traducido por Ana Cristina González I Foto: Getty Images

1. No “comas por dos”

La mitad de las mujeres aumentan demasiado de peso durante el embarazo, según estudios recientes; eso es un aumento del 37% en 1993. Las investigaciones sugieren que cuando las futuras mamás aumentan de peso en exceso, “los bebés tienen un mayor riesgo de obesidad en el futuro”, dice Ricciotti. Además, las madres tienden a retener peso adicional después de dar a luz.

Es crucial plantearse el objetivo de aumento de peso durante el embarazo en función de tu altura y peso antes del embarazo. Si estás esperando gemelos y tu índice de masa corporal (IMC) antes del embarazo era normal (18,5 a 24,9), los expertos ahora recomiendan aumentar de 37 a 54 libras: de 20 a 30 libras a las 20 semanas; 30 a 46 libras a las 28 semanas; y el resto en el último trimestre.

Si estás esperando un solo bebé, necesitas aproximadamente 340 calorías adicionales por día en el segundo trimestre y 450 calorías adicionales en el tercer trimestre. Los médicos no están de acuerdo sobre si necesitas más calorías en el primer trimestre, pero si tienes sobrepeso, es probable que no las necesites. Pero en lugar de contar las calorías, simplemente come hasta que te sienta satisfecha, y no más. Si tienes problemas con el control de las porciones, busca la orientación de un dietista registrado.

2. No tomes una sobredosis de carbohidratos refinados

El pan blanco, el arroz blanco, los dulces y las gaseosas ingresan en el torrente sanguíneo y aumentan los niveles de glucosa en sangre. Estos picos pueden resultar en recién nacidos más gordos, que tienen un mayor riesgo de sobrepeso a medida que crecen. “Si consumes la misma cantidad de calorías, pero cambias lo que comes, tu bebé puede tener menos grasa corporal al nacer y un menor riesgo de obesidad en el futuro”, dice Ricciotti. Limita las cosas blancas y elige granos sin refinar como avena, arroz integral, quinua, así como tortillas y pan de trigo integral.

3. No pases por alto la seguridad alimentaria

Para protegerte y proteger a tu bebé de bacterias dañinas como E. coli, Salmonella y Listeria, “no comas carne, aves, mariscos o huevos crudos o poco cocidos, ni comas restos de alimentos que hayan estado expuestos al aire libre por más de dos horas”, dice Gidus. Además, coloca un termómetro en tu refrigerador para asegurarte de que la temperatura esté por debajo de los 40 grados, lo suficientemente frío como para evitar que las bacterias crezcan. Calienta las carnes frías hasta que estén humeantes. Con el queso brie, el queso azul y otros quesos blandos, revisa la etiqueta para asegurarte de que estén hechos con leche pasteurizada. El queso blando no pasteurizado puede albergar Listeria, lo que puede provocar un parto prematuro, un aborto espontáneo o muerte fetal. Si no tiene etiqueta, no corras el riesgo. Mantente alejada del sushi hecho con pescado crudo, pero puedes disfrutar de un California roll, que contiene imitación de carne de cangrejo o el sushi hecho con anguila cocida.

4. No pases más de dos o tres horas sin comer

Comer pequeñas porciones a lo largo del día no solo bombea un flujo constante de nutrientes a tu bebé, sino que también mantiene estables tus niveles de azúcar en la sangre para que no te “golpee” o te sientas mareada. “Si no llenas el tanque con frecuencia, puedes tocar fondo”, dice Ricciotti. Las comidas más pequeñas también minimizan la acidez estomacal, un problema común y doloroso a medida que avanza el embarazo y se aprieta el estómago.

5. No olvides beber al menos 12 vasos de 8 onzas de líquido al día

“Es difícil mantenerse hidratada durante el embarazo porque gran parte del líquido que bebes se filtra de los vasos sanguíneos a los tejidos”, explica Ricciotti. Sin embargo, la hidratación es esencial para prevenir el parto prematuro. Cuando tienes poco líquido, el cuerpo produce una hormona que simula las contracciones. Mantenerse hidratada también ayuda a prevenir dolores de cabeza, cálculos renales, mareos y quejas comunes del embarazo como el estreñimiento y las hemorroides. Sabes que estás bien hidratada cuando tu orina es de color amarillo claro a transparente.

Este artículo fue originalmente publicado en Parents.com

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