Guía para los hombres sobre el sexo en el embarazo
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¿Te preguntas qué esperar cuando ella está embarazada, papá? A continuación, te damos una línea de tiempo sobre el sexo durante el embarazo organizada por meses, que será tu hoja de respuestas.
Por Bruce Kluger
Traducido por Ana Cristina González I Foto: Getty Images
Cuando me pidieron que escribiera sobre el sexo durante el embarazo, me entusiasmé. Supuse que podría prestar un gran servicio, sobre todo porque ya había recorrido ese camino dos veces.
Si tan sólo pudiera recordar cómo era tener sexo… Estoy bromeando.
La vida sexual continuará, pero, como el resto de tu vida, cambiará. Si bien el sexo durante el embarazo varía de una pareja a otra, a mí me gusta compararlo con una odisea espacial. ¿Tu misión? Mantener la intimidad en medio de todas las explosiones estelares.
Esto es lo que se puede esperar de la travesía:
Primer mes: Listos para despegar
Ella está resplandeciente, mientras que tú estás aturdido. En resumen, ambos están demasiado abrumados como para ser muy lujuriosos. Así que no te sorprendas si tienen más gestos tiernos que otra cosa.
Además, el letargo, las náuseas y los vómitos no son del agrado de nadie.
Segundo mes: La cuenta regresiva
Basta del cese sexual. Ya comienzas a calcular cuánto tiempo ha pasado. Para complicar las cosas, sus pechos ya empiezan a crecer a un ritmo alarmante (el resto de su cuerpo aún no se ha puesto al día).
Te sientes privado y como si estuvieses casado Dolly Parton, todo al mismo tiempo.
Tercer mes: Enciendan los motores
Las náuseas matutinas empiezan a dar paso a la excitación, lo que puede llevar a un sexo bastante atlético.
Nota para ponerte los pies en la tierra: si se produce alguna hemorragia, no pueden mantener relaciones sexuales hasta que hayan consultado a su médico.
Cuarto mes: Despegue
Abróchense los cinturones. La libido de tu pareja empieza a florecer y comienza a tener sueños sexuales. La mayoría de las veces no te incluyen a ti, pero ¿por qué debería importarte si un amante ficticio la inspira echarse encima de ti?
Quinto mes: Deterioro orbital
¡Vaya! Las mismas hormonas que aumentan el deseo sexual también provocan cambios de humor. Prepárate para dormir con el perro a causa de diversas transgresiones: doblar mal los calcetines, olvidarte de pasarle la salsa de tomate, dejarla embarazada en primer lugar.
Sexto mes: Enciendan los retrocohetes
La evidente presencia de un tercero en crecimiento hace que el sexo sea… raro. Este no es el trío con el que has fantaseado. La idea de dañar al bebé es aterradora. Sin embargo, el cuello uterino está sellado, lo que protege al feto de las infecciones, mientras que el líquido amniótico y las paredes uterinas protegen al bebé de las embestidas más potentes.
Nota para ponerte los pies en la tierra nº 2: evita la penetración profunda si hay hemorragias.
Séptimo mes: A la luna
El flujo sanguíneo comienza a aumentar en el lugar en el que importa, en el mismo lugar que cuando está excitada. Esto se traduce en sensibilidad sexual y orgasmo con mayúsculas. Tu pareja puede experimentar clímax intensos y duraderos que a veces presentan réplicas igual de duraderas.
Haz de cuenta que realmente tuviste algo que ver con eso.
Octavo mes: Acoplamiento en el espacio
Sus dimensiones son oficialmente un impedimento para el sexo. La penetración frontal es prácticamente imposible (a menos que, como dice Vicki Iovine en El embarazo de amiga a amiga, tengas un pene de 60 centímetros).
La solución es probar nuevas posiciones. Te diría cuáles son las más exitosas, pero eso le quitaría la diversión.
Noveno mes: Aterrizaje
Con el bebé preparado, listo para ser entregado por la cigüeña, es hora de volverse loco (en otras palabras, véase el primer mes, pero sin los vómitos). Por cierto, supongamos que rompe fuentes a las 6 de la mañana y al mediodía todavía no está de parto. Estimular los pezones y los genitales puede ayudar a provocar las contracciones.
Advertencia: No esperes que te devuelva el favor.
Postparto: Reentrada
Cuando tu pareja empiece a reconectar con su sexualidad y tenga la autorización de su médico, y cuando el bebé deje de llorar durante unos minutos, te reencontrarás con el dormitorio (o donde sea que no esté el bebé).
Algunas parejas tardan más que otras en hacerlo. He oído de hombres que quedaron tan marcados por lo que vieron en la sala de partos que tardaron hasta un año en dejar atrás esas imágenes. Otros han vuelto a la vida sexual de inmediato. Espero que tú seas uno de ellos.
Este artículo fue originalmente publicado en Parents.com
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