¿Debo hacerme exámenes vaginales al final del embarazo?
Encuentra mucha más información pensada para ti
¡Síguenos en Facebook!

Entérate si este examen común es necesario.
Por: Jeanne Faulkner, R.N.
Traducido por Ana Cristina González I Foto: Getty Images
Así que de verdad detestas los exámenes vaginales. ¿Qué sucede si dices, “no”?
La respuesta corta – “nada”. Con tal de que no tengas complicaciones que sugieran un parto prematuro, infección, ruptura prematura de membrana, sangrado u otros problemas grandes, puedes pedirle a tu doctor, enfermeras y/o parteras que mantengan sus dedos fuera de ahí. Los exámenes vaginales no son absolutamente necesarios. De hecho, por lo general, no nos dicen mucho—y no dicen cuando entrarás en labor de parto. Solo representan un informe de cómo va avanzando el cérvix hasta el momento.
Mis médicos comenzaron a revisar mi cérvix a las 38 semanas, me dijeron que pudiera ser “cualquier día” y entonces me puse muy nerviosa, esperando que sucediera lo inevitable. Esperé durante varias semanas dilatar tres o cuatro centímetros y aún así me atrasé con un par de mis bebés.
Hablé con Catherine Harth, MD, ginecobstetra y profesora adjunta de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Chicago, sobre la necesidad de realizar exámenes vaginales. Harth dijo, “Existen situaciones en las que se hace útil saber si el cérvix del paciente está bien [listo para trabajo de parto]. Por ejemplo, si se rompe tu fuente, pero no tiene contracciones y la prueba de estreptococo del grupo B fue positiva. Debemos saber cómo estaba su cérvix en su última consulta médica. Si su cérvix ya estaba dilatando, necesitamos que regrese al hospital y administrarle antibióticos pronto. Si todavía estaba cerrado, quizás no tengamos que apurarnos”.
Harth sigue diciendo, “Sin embargo, ha habido cierto debate en la literatura médica acerca de si es útil hacer revisiones al útero en las últimas semanas de embarazo. Si la paciente está sana, sabemos que la cabeza del bebé es cefálica [presenta la cabeza primero en el canal de parto] y no va a cambiar la forma en que manejamos su cuidado, no es absolutamente necesario”.
A algunas mujeres no les molesta el examen en lo absoluto y les gusta mantenerse actualizadas. Las mujeres podrían enterarse de que su cuello uterino se está ablandando y está dilatando y se sienten esperanzadas de que el final está a la vista. Siente que su cuerpo está haciendo lo que se supone que debe hacer.
Desafortunadamente, no siempre reciben noticias alentadoras. Puede que te sientas desanimada y ansiosa si estás atrasada por una semana, tu cuello uterino está muy cerrado y no muestra signos de que se esté abriendo pronto. Eso es lo que me convenció de que estaría embarazada para siempre. Me volví un poco loca al saber esto.
Si no te gusta eso, dile a tu médico. Es probable que ella diga, “Oh, de acuerdo, ummm, no hay problema. Entonces no lo hagamos”. Si insiste, pregúntale para qué necesita esa información y en qué cambiaría (o no) tus cuidados.
Luego, toma la decisión. Es como si tu mamá te dijera: Nadie tiene derecho a tocar tu vagina sin tu permiso. ¿Acaso tu política de no hacerte ese examen dificulta el trabajo del médico? Quizás, quizás no. La atención médica no es como una operación hecha con un molde. La atención es personalizada según cada persona y si mi paciente me dice que no la toque, eso es lo que haré. Tampoco me importará un poco porque respeto a una mujer que se hace cargo de su propio asunto.
Este artículo fue originalmente publicado en Parents.com
comentarios