¿Por qué las madres primerizas son tan emocionales?

 
 
 

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La amplia gama de sentimientos que experimentarás durante las primeras semanas puede ser desconcertante. Aquí te explicamos cómo afrontar los altibajos.

Por Rebecca Banks

Traducido por Ana Cristina González I Foto: Getty Images

Para muchas mujeres, estar en casa con un recién nacido es una montaña rusa emocional. Un día, estás eufórica mientras tu hijo duerme acunado en tus brazos. Al día siguiente, te echas a llorar porque no sólo te das cuenta de que no puedes salir de improviso a comer con tus amigos, sino que también te aterra la repentina y explosiva defecación de tu bebé.

No te preocupes. “Estos cambios de humor son perfectamente normales”, dice la Dra. Hilda Hutcherson, profesora adjunta de obstetricia y ginecología del Colegio de Médicos y Cirujanos de la Universidad de Columbia, en Nueva York. “Después de dar a luz, las mujeres experimentan cambios radicales en los niveles hormonales, que afectan drásticamente a su estado de ánimo”.

En otras palabras, no te sorprendas si te sientes eufórica y luego desanimada en el transcurso de una sola tarde. “Muchas mujeres no están preparadas para la intensa gama de emociones que experimentan”, explica la Dra. Hutcherson. “Creen que estarán encantadas todo el tiempo con su bebé recién nacido y pueden sentirse culpables si tienen alguna duda o sentimiento negativo”.

A continuación, presentamos las emociones más comunes que experimentan las madres primerizas y algunas sugerencias sobre la mejor manera de afrontarlas.

¿Qué quieres decir con que estoy a cargo?

Por muy nerviosa que estés por el acto de dar a luz, eso no es nada comparado con la ansiedad que muchas mujeres experimentan cuando sientan a su bebé por primera vez en el asiento del auto y se van a casa. Esos sentimientos de inseguridad se mantienen durante las primeras semanas. En parte, esto se debe al hecho de estar abrumada por las exigencias físicas de la maternidad, tales como la lactancia, el cambio de pañales y la falta de sueño. Así que acepta la ayuda que te ofrezcan o pide ayuda. Los amigos y familiares entenderán lo valiosa que puede ser su cooperación y te ayudarán con gusto.

Los expertos afirman que las madres primerizas necesitan una red de personas a las que puedan recurrir para compartir sus preocupaciones. “Es muy importante hablar con otras mujeres que hayan tenido bebés, aunque sus hijos ya sean grandes”, dice Ann Douglas, autora de The Mother of All Pregnancy Books (La madre de todos los libros sobre el embarazo, publicado por Hungry Minds). No sólo pueden darte consejos sobre el cuidado del bebé, sino que también pueden reafirmarte que muy pronto empezarás a sentirte más segura de tus habilidades como madre.

Aislamiento, tristeza, alegría

Sola en casa

Independientemente de lo mucho que esperases la llegada del bebé, estar en casa con un recién nacido puede hacer que las mujeres se sientan aisladas. Lisa Kirshenbaum, de Cranston (Rhode Island), recuerda los primeros meses con su hijo nacido en diciembre. A causa del frío, Kirshenbaum se resistía a sacar al niño de la casa. Por ello, pasó la mayor parte del invierno sintiéndose encerrada y sola. “Finalmente, me uní a un grupo de padres con bebés”, dice. “Fue un gran sistema de apoyo e hice muy buenos amigos”.

Kirshenbaum aprendió que un buen remedio para el aislamiento es ponerse en contacto con otras madres cuando te sientas físicamente capaz de hacerlo. Encuentra o crea un grupo con las mujeres de tu clase prenatal o con las mamás con las que hables cuando estés en la consulta del pediatra.

Baby blues o tristeza posparto

Los sentimientos de tristeza y letargo inexplicables son bastante normales, especialmente durante las primeras semanas. Esto se debe a que los niveles de estrógeno y progesterona descienden; así lo explica la Dra. Margaret Howard, psicóloga y directora clínica del hospital ambulatorio para trastornos posparto del Women & Infants Hospital, en Providence. “Al mismo tiempo, se produce un rápido aumento en los niveles de prolactina, que permite la producción de leche. Hasta que estas hormonas no se hayan equilibrado, las mamás pueden sentirse decaídas de vez en cuando”.

También es posible que experimentes un caso de tristeza posparto. Esto es muy probable si eres una madre primeriza. Simplemente estás de luto por la pérdida de tu vida anterior y eso es de esperarse. Sin embargo, si sientes una profunda tristeza, desesperanza y sensación de desapego hacia el bebé y el resto del mundo, puede que estés sufriendo de depresión posparto. Si estos sentimientos persisten, llama a tu obstetra o enfermera obstetra.

La maravilla de todo esto

Por supuesto, no todos los sentimientos posteriores al parto son negativos. Muchas mujeres sienten asombro durante los primeros meses del bebé. Por ejemplo, les contaré mi caso. A las 2:30 de la madrugada del vigésimo segundo día de mi hija, me sentí maravillada por el hecho de que mi esposo y yo habíamos creado una familia. Estaba tan llena de amor que, a la luz de una lámpara de noche, escribí en mi diario lo que sentía. Aprovecha estas oleadas de energía y estallidos de alegría para anotar las observaciones sobre tu bebé en su álbum. Si saboreas estas emociones positivas, podrás recurrir a ellas la próxima vez que te sientas mal.

Este artículo fue originalmente publicado en Parents.com

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