¿Cómo es la recuperación posparto?

 
 
 

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Tu cuerpo necesita un poco de cariño después de la llegada del bebé. Aquí te mostramos el calendario de recuperación posparto con consejos para que te sientas mejor rápidamente. 

Por Lauren Frey Daisley

Traducido por Ana Cristina González I Foto: Getty Images

Cuando cargas a tu recién nacido en el hospital, tu cerebro está sobresaturado de amor. ¡Qué linda piel! ¡Esos ojos llenos de promesas! Es probable que estés tan centrada en ese precioso bebé que ni siquiera te importará la incomodidad que puede causar el parto.

Bueno, en general, no pensarás en ello porque, después del parto, ser madre puede ser un dolor de cabeza. Sin embargo, entender el proceso de recuperación posparto te puede ayudar a sentir menos estrés por los cambios que se producen en tu cuerpo y a centrarte más en tu bebé.

Algunos médicos dicen que necesitas seis semanas para recuperarte de un parto vaginal. Sin embargo, es posible que necesites más tiempo para recuperarte de los hematomas, la hinchazón, los desgarros, la sutura de la episiotomía y los músculos adoloridos. Así lo expresa Isa Herrera, especialista en salud femenina y directora clínica de Renew Physical Therapy, en Nueva York. Si tuviste una cesárea, necesitarás al menos 12 semanas para recuperarte de la operación abdominal.

“La mayoría de las mujeres descubren que sus molestias posparto se resuelven en dos o tres meses”, dice el Dr. Robert James Gallo, ginecólogo y obstetra del Centro Médico de la Universidad de Hackensack, en Nueva Jersey. Pueden parecer eones, pero la vida con un recién nacido pasa volando.

Síntomas comunes del posparto

Independientemente del método de parto, toda nueva madre probablemente tendrá ligeros calambres mientras el útero se contrae lentamente hasta recuperar su tamaño, forma y posición habituales.  Puede que el cuerpo femenino haya sido diseñado para el parto, pero igual tendrás que lidiar con las molestias causadas por todos los estiramientos y empujones, especialmente si te desgarras o si te hacen una episiotomía, un corte quirúrgico entre el ano y la vagina (sumergirte en una bañera poco profunda con agua caliente, llamada baño de asiento, puede ayudar a minimizar las molestias).

Después de dar a luz, puedes tardar de dos a tres días en defecar. La debilidad de los músculos abdominales, los intestinos afectados por el parto o el uso de analgésicos pueden causar estreñimiento (e incluso hemorroides). Muchas madres temen que se les rompan los puntos, así que se aguantan, lo que empeora las cosas.  Para poner el sistema en movimiento, bebe al menos ocho vasos de agua al día y come muchas frutas, verduras y cereales integrales ricos en fibra. Caminar también ayuda.

También tendrás hemorragias vaginales (llamadas loquios) que durarán entre seis y ocho semanas. Este sangrado es más abundante que el de una menstruación regular porque proviene del lugar donde se adhirió la placenta y porque se desprende la capa gruesa de revestimiento uterino que protegía al bebé. “Durante los primeros días después del parto, tendrás que cambiar la toalla protectora cada dos horas aproximadamente”, dice Eileen Ehudin Beard, enfermera obstetra y enfermera de familia en Silver Spring, Maryland. Después, el flujo debería disminuir.

Puede que sientas que estás orinando con la misma frecuencia que cuando estabas embarazada. El embarazo provoca hinchazón en el cuerpo y aumento del volumen sanguíneo. Ese exceso de líquido tiene que ser eliminado, explica la doctora Myra Wick, especialista del departamento de obstetricia y ginecología de la Clínica Mayo y coeditora médica de la Guía de la Clínica Mayo para un embarazo saludable. Si tuviste un parto vaginal, es posible que te cueste sentir las ganas de ir al baño porque el estiramiento durante el parto puede causar un leve daño temporal en los nervios de la vejiga. Intenta orinar con frecuencia, incluso cuando no sientas ganas. También es posible que orines un poco al toser o reír. Practicar los ejercicios de Kegel, en los que se contraen y relajan los músculos del suelo pélvico, puede ayudar a mejorar los síntomas.

Hoy en día, uno de cada tres partos es una cesárea. El 80% de las mujeres que se someten a este procedimiento experimentan molestias en la zona de la incisión. Las madres que se someten a una cesárea necesitan más tiempo para recuperarse que las que dan a luz por vía vaginal. Cuando puedas, camina para evitar la hinchazón y los coágulos de sangre en las piernas. Suele ser seguro tomar analgésicos como el ibuprofeno y el acetaminofén, pero consulta con tu pediatra si estás amamantando. Intenta mantener limpia la incisión de la cesárea para evitar una infección.

La fluctuación de los niveles hormonales puede provocar pérdida de cabello, acné, cambios de estados de ánimo y sudores nocturnos hasta que se normalicen. Además, si decides amamantar a tu bebé, puedes experimentar temporalmente dolor en los pezones y congestión mamaria (condición en la que tus pechos están sensibles e hinchados de leche).

Durante el periodo de recuperación, algunas mujeres pueden experimentar tristeza posparto o una afección mucho más grave, depresión posparto, caracterizada por intensos sentimientos de tristeza, desesperanza, ira o ansiedad. Habla con tu proveedor de atención médica si crees que sufres depresión posparto.

Los mejores productos para la recuperación posparto

En el hospital, toma toda la ropa interior gratuita que puedas, ya que es una prenda perfecta para la recuperación posparto. La ropa interior de malla evita que tus prendas se estropeen por los loquios. Además, estas prendas del hospital están hechas de un tejido de malla elástico y esponjoso que es bueno para sujetar las toallas protectoras (evita los tampones hasta que te hayas curado por completo). Asimismo, no tienen elástico en la cintura, a diferencia de la mayoría de la ropa interior, por lo que no irritarán la incisión en caso de que hayas tenido una cesárea.

Una vez que se te acabe la ropa interior del hospital, los pantis de cintura alta de la farmacia son un sustituto barato. “Después de dos semanas, no deberías tener más hemorragias abundantes”, dice Coralie Macqueen, enfermera obstetra certificada con consultorio privado en la ciudad de Nueva York. “A las seis u ocho semanas, se debería detener el sangrado”.

He aquí otros elementos dignos de mención para la recuperación posparto: 

  • Un baño de asiento para calmar los desgarros perineales o las hemorroides.
  • Una botella de aerosol para aliviar la vagina, especialmente al orinar (prueba la botella MomWasher Peri para el cuidado posparto de Fridababy).
  • Compresas de hielo para las hemorroides o los desgarros. “El hielo es tu amigo”, dice Beard. Tritura unos cuantos cubitos de hielo en una compresa, acuéstate y aplícalo mientras descansas para aliviar la inflamación y el dolor. 
  • Avellano de bruja, ya sea en forma de líquida o en compresas, para calmar el dolor de abajo (mira las almohadillas refrescantes medicinales de Tucks).
  • Un cinturón de recuperación posparto, que favorece la cicatrización, reduce la hinchazón y te puede ayudar a perder el peso del bebé de forma más rápida.
  • Protectores de lactancia y crema para los pezones para aliviar las molestias, tanto si estás amamantando como si no.
  • Ropa cómoda y pijamas.

Si quieres, también puedes comprar un kit de recuperación posparto que contenga un poco de todo. Por ejemplo, el popular kit de recuperación posparto de Frida Mom tiene 33 artículos, que van desde una compresa de hielo hasta espuma cicatrizante para la zona perineal. 

Este artículo fue originalmente publicado en Parents.com

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