7 sentimientos posparto de los que nadie te advierte
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¿No estás segura de qué esperar después de dar a luz? ¡Estas son algunas emociones posparto de las que nos gustaría haber estado enteradas!
Por: María Barillaro
Traducido por Ana Cristina González I Foto: Getty Images
Todo el mundo tiene consejos sobre qué esperar durante el embarazo, pero pocas personas dedican tiempo a preparar a las embarazadas para la montaña rusa de emociones que viene después del parto. Yo misma pasé por algunas altas y bajas los días posteriores al nacimiento de mis hijos. Cuando un artículo que compré en línea para el cuarto de mi hija llegó de un tono de morado diferente, ¡lloré todo el día! A continuación, te hablaremos de algunos sentimientos con los que podrías verte lidiando después de dar a luz. Y, créenos, son totalmente normales.
1. Tristeza
Después del parto, tus ojos podrían parecer un grifo con fuga: ¡el agua no deja de gotear! ¿Esto significa que estás triste por ser mamá? ¡Claro que no! Es normal llorar por cosas pequeñas como no saber cómo cambiar muy bien un pañal, o cuando descubres que Netflix dejó de transmitir tu serie favorita antes de que pudieras ver el final. Susan Feingold, doctora en psicología, psicóloga clínica y profesora adjunta en la Illinois School of Professional Psychology, Campus Chicago, de la Universidad Argosy, dice que los sentimientos de tristeza intermitente, llanto e hipersensibilidad emocional no son inusuales. Estos son una parte común de la melancolía posparto o “baby blues”, un estado temporal de cambios de estado de ánimo que no duran más que unos cuantos días o semanas. “El ‘baby blues’ no debe confundirse con los trastornos del estado de ánimo y de ansiedad posparto”, advierte la Dra. Feingold, quien además es autora de Happy Endings, New Beginnings: Navigating Postpartum Disorders. Los síntomas graves de cambios en el estado de ánimo y/o de ansiedad combinados con síntomas como la pérdida de la motivación, trastornos del sueño, pensamientos perturbadores, sentimientos de desesperanza o pensamientos suicidas deben atenderse inmediatamente.
2. Miedo
Pronto verás que ser mamá trae consigo un nuevo conjunto de temores, incluso si antes nunca fuiste preocupona. Desde miedos menores hasta otros más complejos, el sentimiento de temor puede ser abrumador para muchas mamás en las primeras etapas de la maternidad. No estás sola en esto, como puede confirmarlo Francesca Chiarappa de Montreal, Quebec, Canadá. “Tenía miedo de estar sola con ella”, dice ella sobre cómo se sentía después de que su hija nació. “¿Sabré qué hacer con ella? ¿Cuánto debo alimentarla? ¿Cómo calmarla?” Tener miedo de que no sabrás hacer lo correcto para tu bebé porque no sabes nada de maternidad no es un sentimiento nuevo. Solo es nuevo para ti, pero definitivamente no eres la primer mamá que lucha con los temores, algunos incluso irracionales, y con seguridad no serás la última.
3. Alegría
Sabes que tu bebé traerá gran alegría a tu vida, pero en verdad no sabes cuán abrumadora puede ser esa alegría hasta que tu pequeño nace. Al igual que tus emociones negativas, tus emociones positivas son exageradas después del parto y esta felicidad abrumadora comúnmente se abre paso entre la mezcla, haciéndote sentir increíble y como “drogada” de manera natural, a veces. Es casi increíble que alguien tan pequeño, que no hace casi nada, te pueda traer tanta alegría que se te salen las lágrimas. Cuando bosteza, cuando tose, estas cosas aparentemente normales pueden ser disparadores de los momentos más felices de tu vida. Desde lágrimas de alegría hasta risitas incontrolables por la cosa más tonta, la cima de la montaña rusa es bastante maravillosa. “Después del nacimiento de dos de mis hijos, mi esposo y yo nos acomodamos para ver una película y era demasiado graciosa; ¡ambas veces él tuvo que apagarla porque casi me provocaba una hemorragia de tanta risa!”, dice Elaine Zamonski, mamá de tres niños en Dayton, Ohio. “La primera vez fue Pootie Tang, la segunda vez fue Hermanastros. A los dos días después del parto volví a tratar de ver Hermanastros y aún me provocaba ataques de carcajadas”.
4. Enojo
Quizás nadie lo admite, pero es perfectamente normal tener algunos sentimientos de enojo en los días después del parto. Ya sea enojada contigo misma por no saber ni lo básico sobre cómo amamantar, o completamente enojada con el mundo porque no sabes cómo hacer que tu bebé deje de llorar; es normal. La Dra. Feingold explica que esto es algo común, especialmente en mujeres que tienen altas expectativas o tienden hacia el perfeccionismo. Sin embargo, hace una advertencia sobre la severidad del enojo. “Enojo e irritabilidad significativos pueden ser síntomas de trastornos del estado de ánimo posparto”, dice ella. Si tus síntomas te impiden hacer frente a las cosas, la Dra. Feingold recomienda contactar a tu ginecóloga o partera y pedirle los datos de profesionales de la salud mental en tu localidad. También puedes visitar postpartum.net para buscar información y contactos.
5. Nerviosismo
Las semanas después de dar a luz, tal vez puedas sentirte nerviosa. Quizás te asustes con facilidad, estés muy tensa o incluso muy ansiosa. Esto puede ser desconcertante para alguien que realmente nunca antes se ha sentido así en su vida. Quédate tranquila, que esto no es poco común. No duermes, estás preocupada, ah sí, ¡y acabas de tener un bebé! Durante las primeras dos semanas después del parto de sus dos hijos, Nadia D’Addona, mamá de dos niños, de Montreal sintió como que estaba padeciendo ataques de pánico. “En ambas ocasiones me sentí extremadamente abrumada”, dice ella. Pero conforme se adaptó a su nueva vida, esos sentimientos de ansiedad desaparecieron.
6. Hipersensibilidad
Un sentimiento normal después de dar a luz es la sensibilidad. Puedes sentirte profundamente afectada emocionalmente por todos y por todo. Ver las noticias podría hacerte llorar y dejarte con un sentimiento de tristeza profunda por completos extraños. Tus emociones están a flor de piel y quizás tu instinto de nutrirlo todo tenga que ver. No necesariamente tienes depresión posparto solo porque pareces no poder contener las lágrimas. “Yo lloré sin parar durante dos semanas, no por tristeza sino por razones tontas como que mi esposo no hubiera aspirado, o que mi bebé estuviera tan tierna y no podía dejar de abrazarla”, dice Zamonski. “Simplemente lloraba, lloraba y lloraba, literalmente por todo y sin motivo”. Según el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos, la melancolía posparto comúnmente mejorará máximo en dos semanas sin ningún tratamiento. Si dura más, habla con tu doctor.
7. Duda
Pocas madres lo admitirán, pero tener sentimientos de duda, dudar si debiste haber tenido hijos o si eres capaz de hacerte cargo, es algo normal. Tendemos a creer que lo maternal es un instinto y, por ende, sabremos exactamente qué hacer cuando nuestros bebés nazcan, pero no es así. Cuando la lactancia no iba tan fácil como lo había planeado, la nueva mamá Amanda Starnino, de Montreal, empezó a dudar si ella era apta para la maternidad. “Pensé, ‘esta es la única cosa que debo hacer por mi bebé como mamá y ni siquiera puedo hacer esto’”, explica ella. Aunque estos sentimientos son normales, trata de recordar no ser tan dura contigo misma. Las semanas después del parto son un proceso de aprendizaje tanto para ti como para tu bebé. No dudes de ti misma como madre. ¡Tú puedes hacerlo!
Este artículo fue originalmente publicado en Parents.com
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