Venezuela y los nombres raros para bebés

 
 
 

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En una conversación entre colegas ha surgido el tema de los nombres de bebés no tradicionales. Venezuela tiene una fama muy especial en esta categoría, especialmente la ciudad de Maracaibo, pero otros países, como Puerto Rico, no se quedan muy atrás.

¿De dónde vienen estos nombres? Algunos se derivan de otros idiomas, como por ejemplo Brayan, Yenifer, Nonoska, Veruska, Usnavy, Milaidi y Jean Kenedy. Si crees que me los estoy inventando–ni que fuera yo tan creativa–, echa un vistazo a esta lista de Diccionario de nombres venezolanos: una recopilación de los nombres venezolanos en el territorio nacional a partir de 1995, de José Ignacio Sordo. El autor asegura que “todos los nombres son verídicos y reflejan la idiosincracia del pueblo venezolano”.

También hay los nombres inspirados en el mar: Douglymar, Ahilimar, Betsimar, Yubimar y Diosymar. Como Diosymar, hay otros que combinan palabras o los nombres de los padres, como por ejemplo: MarLuis (María y Luis), Orlimar (Orlando y María) y Venmexi (la afortunada hija de una madre venezolana y un padre mexicano). Otra observación interesante es la manía por darles a sus hijos nombres con w, una letra casi inexistente en el españo y hasta difícil de pronunciar para algunos hispanohablantes: Owich, Wilbert, Wencio, Giwalia, Wilmenson y Liwidis son algunos ejemplos.

Son nombres tan estrambóticos que llamaron la atención del Consejo Nacional Electoral de Venezuela que quiso restringir la creatividad de los padres venezolanos con un artículo de la reforma del Registro Civil que les hubiera prohibido ponerles a sus hijos “nombres que los expongan al ridículo, sean extravagantes o de difícil pronunciación en el idioma oficial”. El artículo fue retirado por lo que los padres aún tienen libertad total para darle a su hijo el nombre más raro que se les pueda ocurrir. ¿Qué opinas de los nombres inventados? ¿Es una bendición tener un nombre peculiar o un castigo?

Foto: Thinkstock/Stockbyte

 

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