Tu recién nacido: 30 consejos para los primeros 30 días
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Traducido por Ana Cristina González I Foto: Getty Images
Consejos de padre a padre para alimentar, calmar y mucho más durante los primeros días del bebé en casa.
Hace seis semanas que nació nuestra hija Clementine. Por fin duerme mejor y pasa más tiempo entre las comidas. También está más alerta cuando está despierta. Mi marido y yo, en cambio, nos sentimos como si nos hubiera atropellado un camión, me sorprende que hayamos salido adelante. Aquí tienes consejos de padres experimentados y expertos en bebés para hacer más fácil tu primer mes.
Consejos para la lactancia
Los bebés comen y comen y comen. Aunque la naturaleza ha hecho un buen trabajo al proporcionarles a ti y a tu bebé con lo necesario, está casi garantizado que al principio será más difícil de lo que esperabas. Cosas como el dolor en los pezones y la dificultad de agarrarse al pecho, hacen que la lactancia parezca abrumadora.
1. Las mujeres que buscan ayuda tienen un mayor índice de éxito. ”Piensa en formas de asegurar tu éxito incluso antes de dar a luz”, sugiere Stacey Brosnan, asesora de lactancia en Nueva York. Habla con amigas que hayan tenido una buena experiencia de lactancia, pídele al pediatra del bebé el número de una asesora de lactancia o asiste a una reunión de La Leche League (grupo de apoyo, entra en laleche.org para buscar una).
2. Utiliza los recursos del hospital. Kira Sexton, una mamá de Brookly, Nueva York, dice: “Aprendí todo lo que pude sobre la lactancia antes de salir del hospital”. Pregunta si hay clases de lactancia o una asesora de lactancia en el lugar. Pulsa el botón para llamar a la enfermera cada vez que estés lista para alimentar al bebé y pídele a una enfermera que te vea y te aconseje.
3. Prepárate. En casa, querrás dejarlo todo para alimentar al bebé cuando llore por ti. Pero Heather O’Donnell, una mamá de Nueva York, sugiere que primero te cuides a ti misma. “Agarra un vaso de agua y un libro o revista para leer”. Y, como la lactancia puede durar un rato, dice, “¡haz pis primero!”.
4. Prueba con una compresa caliente si tus pechos están congestionados o tienes los conductos obstruidos. Una manta térmica o un paño húmedo y caliente funcionan, pero una almohadilla de lino (que suele venderse junto a los productos de belleza naturales) es aún mejor. “Caliéntala en el microondas y adáptala a tu pecho”, dice Laura Kriska, una mamá de Brooklyn, Nueva York.
5. El calor ayuda a que la leche salga, pero si te duelen los pechos después de amamantar, prueba con una compresa fría. Amy Hooker, una mamá de San Diego, dice: “Una bolsa de guisantes congelados me funcionó muy bien”.
6. Si quieres que tu bebé tome de un tetero, introdúcelo después de que se haya establecido la lactancia materna, pero antes de los 3 meses. Muchos expertos dicen que entre 6 y 8 semanas es bueno, pero “nosotros empezamos con un tetero al día para cada uno de nuestros hijos a las 3 semanas”, dice Jill Sizemore, una madre de Pendleton, Indiana.
Dormir: Si tu bebé no está comiendo, probablemente esté durmiendo. Los recién nacidos duermen hasta 16 horas al día, pero sólo en breves intervalos. El resultado: Te sentirás en constante alerta y más agotada de lo que nunca creíste posible. Incluso los mejores pueden llegar a resentir la grave falta de sueño.
7. Deja de obsesionarte con el cansancio. Ahora solo hay un objetivo: cuidar de tu bebé. “No vas a dormir toda la noche, así que puedes estar cansada y molesta o simplemente cansada”, dice Vicki Lansky, autora de Getting Your Child to Sleep…and Back to Sleep (Cómo hacer que tu hijo duerma… y volverte a dormir). “Es más fácil solo estar cansado”.
8. Altérnense. Una noche le toca a mamá mecer al bebé irritado, la siguiente le toca a papá. Amy Reichardt y su marido, Richard, padres de Denver, elaboraron un sistema para los fines de semana, cuando Richard descansaba del trabajo. “Yo me levantaba con el bebé por la noche, pero podía dormir hasta tarde. Richard se encargaba de todos los cuidados de la mañana y luego le tocaba la siesta”.
9. El viejo refrán “Duerme cuando tu bebé duerme” es en realidad el mejor consejo. “Duerman la siesta juntos y acuéstense temprano”, dice Sarah Clark, una mamá de Washington, D.C.
10. ¿Y si tu bebé tiene problemas para dormir? Haz lo que sea necesario: amamántalo o mécelo para que se duerma; deja que tu recién nacido se duerma sobre tu pecho o en el asiento del carro. “No te preocupes todavía por los malos hábitos. Se trata de la supervivencia, la tuya”, dice Jean Farnham, una mamá de Los Ángeles.
Cálmalo: A menudo es difícil descifrar qué quiere exactamente el bebé en las primeras y confusas semanas. Lo aprenderás, por supuesto, a base de ensayo y error.
11. “La clave para calmar a los bebés inquietos es imitar el vientre materno: envolverlos, susurrarles y balancearlos, así como permitirles amamantarse y sostenerlos de lado, lo que puede desencadenar un reflejo de calma”, dice el Dr. Harvey Karp, creador de los libros, vídeos y DVD de El bebé más feliz.
12. Pon música. Olvídate de la dudosa teoría de que la música hace más inteligente al bebé y concéntrate en el hecho de que es probable que lo calme. “Las grabaciones de Baby Einstein nos salvaron”, dice Kim Rich, una mamá de Anchorage, Alaska.
13. Entra en calor. Alexandra Komisaruk, una madre de Los Ángeles, descubrió que los cambios de pañales desencadenaban una crisis. “Hice toallitas calientes usando toallas de papel y un termo de agua caliente”, dice. También puedes comprar un calentador de pañitos eléctrico para un bebé sensible.
14. También necesitarás otros trucos. ”Hacer flexiones profundas de rodilla y sentadillas mientras sostenía a mi hija la calmaba”, dice Emily Earle, una madre de Brooklyn, Nueva York. “Y lo mejor fue que ¡recuperé la forma de mis piernas!”.
15. Un baño para la calma. Si todo lo demás falla y el cordón umbilical del bebé se ha caído, prueba con un baño caliente juntos. “Tú también te relajarás y una mamá relajada puede calmar a un bebé”, dice Emily Franklin, una mamá de Boston.
Involucra a tu pareja: Si estás criando a tu bebé en un hogar biparental, es importante compartir la carga mental y dar a ambos miembros de la pareja la oportunidad de aprender lo que hay que hacer para ayudar a tu bebé a prosperar.
16. Déjalos ser. Muchos padres primerizos dudan en involucrarse por miedo a hacer algo mal y provocar la ira de mamá. “Las madres deben permitir que sus maridos cometan errores sin criticarlos”, dice Armin Brott, autor de The New Father: A Dad’s Guide to the First Year (El padre primerizo: Una guía para el primer año. Editorial Abbeville Press)
17. Tómate un tiempo libre del trabajo luego de que todos los familiares se vayan. Si su pareja no tiene la opción de pedir un permiso parental en el trabajo, consulta si puede utilizar los días de vacaciones o de baja por enfermedad. Eso es lo que hizo Thad Calabrese, de Brooklyn (Nueva York). “Tenía más cosas que hacer y conseguí estar a solas con mi hijo”.
18. Repártanse las tareas. Mark DiStefano, un padre de Los Ángeles, se hacía cargo de la limpieza y las compras del supermercado. “También me llevaba a Ben un rato cada tarde para que mi esposa pudiera tener un poco de tiempo para ella”.
19. Las parejas también quieren hacer cosas divertidas. ”Solía quitarme la camiseta y poner al bebé sobre mi pecho mientras dormíamos la siesta”, dice Bob Vonnegut, un padre de Islamorada, Florida. “Me encantaba el ritmo de nuestros corazones latiendo juntos”.
Mantén la cordura: Por muy ilusionado que estés por ser un padre, el cuidado constante que exige un bebé puede agotarte. Encuentra formas de cuidarte bajando tus expectativas y tomando pequeños descansos.
20. En primer lugar, ignora los consejos no deseados o confusos. “Al final, ustedes son los padres, así que son ustedes los que deciden qué es lo mejor”, dice Julie Balis, una mamá de Frankfort, Illinois.
21. “Olvídate de las tareas domésticas durante los primeros dos meses”, dice Alison Mackonochie, autora de 100 Trucos para tener un bebé feliz. “Concéntrate en conocer a tu bebé. Si alguien tiene algo que decir sobre el polvo acumulado o los platos sin lavar, ¡sonríe y pásale un plumero o el detergente para platos!”
22. Acepta la ayuda de todo aquel que sea lo suficientemente amable (o ingenuo) como para ofrecerse. “Si una vecina quiere sostener al bebé mientras te duchas, di que sí”, dice Jeanne Anzalone, una madre de Croton-on-Hudson, Nueva York.
23. ¿Hay mucha gente que quiere ayudar, pero no sabe cómo? “No tengas miedo de decirle a la gente exactamente lo que necesitas”, dice Abby Moskowitz, una madre de Brooklyn. ¡Es una de las pocas veces en tu vida en que podrás dar órdenes a todo el mundo!”
24. Pero no encomiendes las tareas pequeñas a otras personas. ”Cambiar un pañal toma dos minutos. Necesitarás a otras personas para que hagan trabajos que requieren más tiempo, como cocinar, barrer el suelo o comprar pañales”, dice Catherine Park, una madre de Cleveland.
25. Reconéctate. Para no sentirse alejada del mundo, Jacqueline Kelly, una mamá de Lewisburg, Pensilvania, sugiere: “Sal a la calle a solas, aunque sea durante cinco minutos”.
De un lado para otro con el bebé.
26. Consigue apoyo. Haz tu primer viaje a un lugar grande y público con un padre veterano. “Tener a mi hermana conmigo para que me apoyara evitó que me pusiera nerviosa la primera vez que fui de compras con mi recién nacido”, dice Suzanne Zook, una mamá de Denver.
27. Si estás sola, ”limítate a los lugares que suelen recibir a un bebé, como la hora del cuentacuentos en una biblioteca o librería”, sugiere Christin Gauss, una mamá de Fishers, Indiana”.
28. “Lleva la pañalera preparada”, dice Fran Bowen, una mamá de Brooklyn. No hay nada peor que tener por fin al bebé preparado para cambiarlo, solo para descubrir que tú no lo estás.
29. Lleva una muda de repuesto. Holland Brown, una madre de Long Beach, California, siempre guarda una muda de ropa de adulto en su pañalera. “No quieres estar caminando con un bebé adorable, pero con caca de color mostaza encima”.
30. Por último, acepta el caos. ”Haz planes sencillos y prepárate para abandonarlos en cualquier momento”, dice Margi Weeks, una madre de Tarrytown, Nueva York.
En todo caso, recuerda que todo el mundo lo supera, y tú también lo harás. Pronto tendrás la recompensa de la primera sonrisa de tu bebé y eso te ayudará a compensar toda la locura inicial.
Heather Swain es una madre y escritora de Brooklyn, New York. Su novela es Luscious Lemon.
Este artículo fue originalmente publicado en Parents.com
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