Colecho: los pros y contras de la cama familiar

 
 
 

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El colecho es un tema controversial entre los padres y pediatras. Aquí, exploramos las desventajas y beneficios del colecho, con consejos para ayudarte a decidir si quieres compartir una cama con tus niños.

Por Maria Carter / Fotos: Getty Images

El colecho es un asunto controversial: la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) dice que los padres jamás deberían dejar que su bebé duerma en la cama con ellos y citan el riesgo de asfixia, síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS, por sus siglas en inglés) y otras muertes relacionadas con el sueño.

De hecho, según los datos recopilados por la NPR, un bebé de bajo riesgo tiene una probabilidad de 1 por cada 16,400 de morir de SIDS en la cama de sus padres. Esta probabilidad disminuye a 1 de cada 46,000 mientras duerme en una cuna en el cuarto de los padres. Y esta práctica también puede afectar de forma negativa a niños más grandes, que podrían volverse dependientes de compartir la cama como muleta para dormir.

A pesar de estas evidencias, algunos padres elogian el colecho porque promueve el vínculo, ayuda a los niños a sentirse seguros y facilita la lactancia. Lee más sobre las características del sueño seguro para el bebé y sobre las desventajas y beneficios de compartir una cama con tus niños.

La logística del sueño seguro para el bebé

Algunos expertos advierten que no debemos poner demasiado énfasis en dónde duermes sino en cómo lo haces. “La ubicación no es tan importante como las relaciones, el cómo los padres construyen el apego y el amor”, dice James McKenna, doctor en filosofía, antropólogo especializado en la infancia y el desarrollo y director del laboratorio conductual del sueño de la madre y el bebé de la Universidad de Notre Dame, en South Bend, Indiana. Él señala, además, que obtener independencia, que es parte del razonamiento para defender que duerma en su cuna, es algo que los niños aprederán de sus padres con el tiempo, de muchas maneras diferentes.

El peor lugar para que un recién nacido dormite es en el sofá, el sillón y otras superficies suaves con bultos, porque pueden crear bolsillos de aire que pueden dificultar que la bebé respire. Esto es especialmente peligroso durante la alimentación de media noche cuando tanto la mamá como el bebé están adormecidos.

“Si crees que hay incluso la menor posibilidad de que pudieras quedarte dormida [mientras lo alimentas], alimenta a tu bebé en tu cama, en lugar de en un sofá o silla acojinada”, dijo en una declaración Lori Feldman-Winter, doctora en medicina, investigadora de la AAP, miembro del Grupo de Trabajo sobre el SIDS y coautora del informe 2016 de la AAP sobre pautas de sueño seguro para infantes. “Si te quedas dormida, tan pronto como te despiertes, asegúrate de llevar al bebé a su propia cama”, añadió Feldman-Winter.

La AAP recomienda que los infantes duerman boca arriba en cunas equipadas solo con un colchón cubierto con una sábana bien ajustada. No debe haber ningún otro artículo, como juguetes o colchas, en la cuna hasta que el bebé cumpla un año.

Los beneficios del colecho

Los beneficios prácticos de compartir la cama son obvios. No solo los padres están cerca para responderle al bebé si algo va mal, sino que además el colecho le facilita a la mamá lactante el amamantar durante la noche. Luego, claro, está la dulce e irresistible intimidad que proporciona.

“La madre tiene una necesidad instintiva de estar cerca de su bebé”, dice Cynthia Epps, magíster en ciencias y educadora certificada en lactancia de Pump Station, en Santa Mónica, California. Las mujeres que trabajan y no pueden ver a sus bebés en todo el día pueden sentirse especialmente atraídas por el colecho, para compensar la falta de contacto. “El mantener al bebé cerca, en un contacto piel con piel, calma al bebé”, dice Epps, “y puede solidificar el vínculo emocional entre la madre y el niño”.

¿Y qué hay de compartir la cama con niños más grandes, para quienes el colecho no representa riesgos de salud significativos? Samantha Gadsden, doula de parto en Caerphilly, Gales, comparte la cama con sus tres niños, aún cuando el Servicio de Salud Nacional del Reino Unido tiene la misma postura que la AAP en contra del colecho.

Cuando no están presentes otros factores de riesgo, el desalentar el colecho por canales oficiales es “coerción y difundir noticias alarmistas, y es tratar a las mujeres como si no fueran inteligentes”, dijo Gadsen a la cadena de noticias BBC News, en noviembre de 2018. “El colecho es biológicamente normal”, dijo ella y añadió que se debería informar a los padres y madres sobre los pros y los contras de compartir la cama, incluyendo el beneficio potencial de ayudar a los bebés a regular su respiración y temperatura.

Incluso la AAP dice que compartir la habitación(solo no la superficie para dormir) con tu bebé es benéfico: recomienda que los infantes dormiten en el mismo cuarto que sus padres hasta que cumplan un año, idealmente, pero si no, al menos durante los primeros 6 meses de vida.

Quienes proponen la cama familiar dicen…

  • Hay precedentes históricos de esta práctica. Por siglos, en muchas culturas de todas partes del mundo, los niños han compartido la cama con sus padres y madres.
  • Las mamás lactantes duermen más de este modo. A algunas mamás que están amamantando les parece más fácil tener a los niños cerca para alimentarlos durante la noche con mínima interrupción del sueño para ambas partes.
  • Ayuda a los niños a sentirse a salvo y seguros. Algunos padres y madres creen que es cruel aislar a un niño muy sociable al colocarlo en su cama, solo, por la noche. Otros, simplemente sienten que los niños obtienen una mayor sensación de seguridad y bienestar al dormir cerca de su mamá y su papá.
Las desventajas del colecho

Lynelle Schneeberg, doctora en psicología y directora del programa conductual del sueño del Centro Médico Infantil de Connecticut, dijo a Parents.com que ayudar a los niños y niñas a volverse durmientes seguros e independientes es más importante que cualquier efecto positivo del colecho. Compartir una cama familiar casi siempre, con el tiempo, se vuelve algo problemático por una variedad de razones, dice la Dra. Schneeberg, incluyendo las siguientes:

  • Tus niños podrían desarrollar una muleta para dormir. El tener siempre a uno de sus progenitores al lado a la hora de dormir puede convertirse en una fuerte “asociación para iniciar el sueño”, también conocida como una muleta para dormir o apoyo para dormir: algo sin lo que tu niña/niño no podrá quedarse dormida/o. “Los niños deben aprender a quedarse dormidos sin que uno de sus progenitores esté cerca”, dice la Dra. Schneeberg.
  • Tus niños podrían presentar conductas ansiosas. Además de desarrollar la muleta para dormir, algunos niños y niñas esperarán interacciones como que los masajeen, les den palmaditas y los carguen para quedarse dormidos. “Equivocadamente podrían diagnosticarlos como ansiosos porque, como les cuesta trabajo quedarse dormidos cuando ninguno de sus progenitores está cerca, ellos a veces presentan conductas ansiosas para convencer a su madre o padre de quedarse cerca a la hora de dormir”, explica la Dra. Schneeberg.
  • Una misma hora para irse a la cama no les queda bien a todos. Los niños de diferentes edades necesitan diferente cantidad de sueño y sus horarios para ir a la cama varían de acuerdo con ello. En las familias que comparten una cama, la madre, el padre y los niños más grandes terminan yéndose a la cama mucho más temprano de lo que desearían, en base a cuándo necesitan irse a dormir los niños y niñas más pequeños, explica la Dra. Schneeberg. Esta situación fácilmente se vuelve frustrante para todos los involucrados.
  • La calidad de tu sueño puede verse afectada. Por ser durmientes notablemente inquietos y activos, los niños y niñas pueden interrumpir el sueño de sus padres al patear o moverse demasiado, explica la Dra. Schneeberg. “He visto muchas familias en donde uno de los progenitores, más comúnmente el padre, termina durmiendo en otro cuarto”, dice ella. “El progenitor que se queda con los niños con frecuencia queda exhausto ya sea por la forma de dormir inquieta de los chicos o por las necesidades de cada uno de los niños cuando alguien se despierta”.
  • Tu relación puede verse afectada. Para muchas parejas con niños, las tardes son el único tiempo que tienen para estar juntos. Sin embargo, cuando compartes la cama con tus chicos, ellos están literalmente separándote de tu pareja. El arreglo de dormir juntos deja poco tiempo y espacio para la intimidad.
  • Aumenta el riesgo de SIDS y de asfixia. Y, por supuesto, no olvides que el colecho aumenta el riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante. Los padres o los objetos (como almohadas) podrían, sin darse cuenta rodar hacia el bebé en la noche, provocando lesiones, asfixia o la muerte. La AAP dice que el colecho es especialmente peligroso si el bebé es menor de 4 meses, nació prematuro o pesó poco al nacer. Además, el riesgo aumenta si alguien en la cama fuma, bebe o consume drogas, o si la superficie compartida para dormir es blanda y tiene ropa de cama.
Tomar la decisión de compartir la cama

Si eliges seguir la ruta del colecho, asegúrate de que la cercanía que deseas atiende a las necesidades de tu niño/niña y no solo a las tuyas. Si eres madre o padre soltera/o o, por ejemplo, si tu cónyuge está lejos de casa con frecuencia, no debes dejar que tu niña/niño duerma contigo solo para alejar tu propia soledad. Los niños y niñas que empiezan a compartir la cama a una edad temprana tienen pocas probabilidades de “dejarlo” una vez que esto se ha convertido en un lugar común para ellos como lo es el dormir con una almohada, advierte Schneeberg. Los efectos de largo plazo también pueden ser dañinos socialmente.

Conforme el niño/la niña crezca, él o ella puede no ser capaz de participar en actividades que otros niños y niñas de su edad están disfrutando como piyamadas, campamentos de verano y excursiones donde pasan la noche en otro lado”, dice ella. Si has estado compartiendo tu cama porque sientes que le será más fácil a tu pequeña/o dormir así, no es demasiado tarde para romper este hábito. Ciertamente, en unos cuantos días, puedes enseñarle a tu niña/niño a quedarse dormida/o en su propia cama

Este artículo fue originalmente publicado en Parents.com

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