Bebés buenos: ¿nacen o se hacen?

A lo largo de la vida de un individuo se cuestiona si sus acciones corresponden de forma exclusiva a este, o son por el contrario el resultado de la educación e influencias recibidas en el hogar, escuela y por parte de su grupo de amigos. Mirando a un recién nacido es casi imposible pensar que esta inocente criaturita tenga más que pureza para entregar al mundo. ¿Nacen los niños con moral o es esta el resultado del entorno en el que crecen?

La doctora karen Wynn, directora del Infant Cognition Center en la Universidad de Yale desarrolló desde el 2010 lo que se conoce como el “Baby Lab” o Laboratorio de bebés, un centro de estudios enfocados en determinar la “moralidad” de los bebés. Aunque recién nacidos hasta casi el año de edad los pequeños parecen existir sólo para alimentarse, llorar, dormir y realizar funciones fisiológicas elementales, el nivel de moralidad de los bebés parece ser una historia aparte. Aunque para figuras de la psicología como Sigmund Freud, Jean Piaget y Lawrence Kohlberg los seres humanos comenzamos la vida como seres amorales, los estudios adelantados por el Laboratorio de bebés sugieren otra cosa.

Un creciente nivel de evidencia sugiere que los seres humanos tienen un sentido básico de la moralidad. En su estudio “The Moral Life of Babies” el profesor de psicología de Yale, Paul Bloom, revela los resultados de varios estudios realizados con bebés entre 3 y 6 meses. El estudio se basó en las reacciones y preferencias de los bebés frente a una presentación de títeres.

En uno de los escenarios, un tigre de peluche trata de abrir una caja juguetes sin éxito. El animalito de la derecha vestido de camiseta amarilla trata de ayudarle a abrir la caja, mientras el de la izquierda con camiseta azul cierra la caja de golpe en una muestra elemental de comportamientos opuestos (bueno y malo).