Cómo practicar la disciplina positiva en casa
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La disciplina positiva es una técnica de crianza centrada en la bondad, la confianza y la conexión. He aquí por qué algunos expertos dicen que es la forma ideal de enseñar a los niños a diferenciar el bien del mal.
Texto: Editores Parents.com
Traducido por Ana Cristina González I I Foto: Getty Images
¿Respondes al mal comportamiento gritando, dando sermones o revocando privilegios? Es posible que desees reconsiderar tu método disciplinario. “Los niños no aprenden cuando se sienten amenazados”, dice Jane Nelsen, autora de la serie “Positive Discipline” y consejera matrimonial, familiar e infantil con licencia. Es posible que tu hijo cumpla con lo que le pides porque tiene miedo de lo que sucederá si no lo hace, en lugar de hacerlo porque comprende o tiene una idea sobre la diferencia entre el bien y el mal.
En estos días, muchos expertos recomiendan la “disciplina positiva”, una técnica de crianza centrada en la bondad y la confianza. Según Ari Brown, MD, pediatra y autora de ‘Baby 411 and Toddler 411’, “La disciplina positiva significa que muestras respeto, escuchas, recompensas el buen comportamiento y le recuerdas a tu hijo que lo amas mientras le enseñas a diferenciar el bien del mal.” Estas acciones afirmativas hacen que tu hijo se sienta respetado y amado, lo que a su vez, debería fomentar un comportamiento positivo en el futuro.
¿Estás buscando incorporar disciplina positiva a tu propia vida? Sigue leyendo para aprender más sobre la técnica disciplinaria.
¿Qué es la disciplina positiva? Métodos y técnicas clave
La Dra. Nelsen creó el modelo de disciplina positiva para inculcar habilidades sociales y para la vida, de una manera respetuosa y alentadora. Ella establece cinco criterios clave para la disciplina positiva:
- La disciplina positiva es firme y equitativa
- Ayuda a los niños a desarrollar un sentimiento de conexión (pertenencia y significado).
- Los efectos duran mucho tiempo.
- Desarrolla el buen carácter en los niños al enseñarles habilidades sociales y para la vida.
- Muestra a los niños que son capaces y pueden usar sus capacidades de manera constructiva.
Si bien, los defensores de esta técnica de crianza positiva no quieren eliminar la disciplina por completo. Más bien, quieren crear una “jerarquía amorosa” que ayude a un niño a sentirse seguro y protegido, dice Shauna Shapiro, PhD, profesora, oradora y coautora del libro ‘Mindful Discipline: A Loving Approach to Setting Limits and Raising an Emotionally Intelligent Child’. La disciplina positiva tiene como objetivo guiar a los niños en la dirección correcta y permite a los padres ver la disciplina como una herramienta instructiva que enseña lo que está bien y lo que está mal. “Si dejas que tu niño tome las decisiones, este desorden te perseguirá a medida que tu hijo crezca y existan más obstáculos en juego. Al día de hoy está pidiendo dulces en la fila de la caja del supermercado. En unos años, irá a una fiesta de menores de edad que beben o consumen drogas ”, dice la Dra. Brown, y agrega que la clave para una disciplina efectiva es tener un plan, establecer límites y cumplir.
Los beneficios de la disciplina positiva
Si bien la “disciplina negativa” no existe realmente, los defensores de la disciplina positiva no creen en los castigos verbales y físicos para los niños. Estas estrategias a menudo provocan miedo, desconfianza y baja autoestima. “Cuando nos avergonzamos a nosotros mismos ante otras personas, las partes del cerebro que tienen que ver con el aprendizaje de nuevos comportamientos se cierran”, dice la Dra. Shapiro. “La vergüenza y el juicio propio le roban al cerebro la energía que necesita para cambiar, por lo que los comportamientos que queremos que cambien los niños se atascan”. Cuando respondes al mal comportamiento con negatividad, es más probable que un niño vuelva a comportarse mal. A largo plazo, esto puede generar problemas de autoestima y confianza.
Por otro lado, la disciplina positiva ayuda a los niños a sentirse motivados, animados, conectados y empoderados. Los expertos también dicen que conduce a la estabilidad emocional, la confianza y la amabilidad a largo plazo. Además, según el sitio web oficial de Disciplina Positiva, los adolescentes que perciben a sus padres como “amables y firmes” tienen un mayor éxito académico y un menor riesgo de abuso de sustancias.
Cómo dominar la disciplina positiva
¿Estás buscando incorporar el método de disciplina positiva en tu vida? Consulta los ocho puntos clave de la Dra. Brown para dominar la técnica.
- Sé un buen modelo a seguir. Según Shapiro, la disciplina positiva siempre comienza con los padres. “Necesitas hacer un cambio en tu propia vida: comienza a integrar la atención plena y la compasión”, dice. Tus hijos aprenderán de este comportamiento y, a cambio, comenzarán a actuar con amabilidad.
- Sé consistente. Sigue tus pautas sin retroceder. De lo contrario, los niños pensarán que pueden infringir las reglas cuando lo deseen.
- Mantén la calma y sé breve. No hay necesidad de prolongar el castigo con sermones; los comentarios breves y dulces funcionan con la misma eficacia.
- Procura ser rápido. Disciplina a tu hijo lo antes posible, incluso si estás en público, para que el motivo del castigo sea claro, sugiere la Dra. Brown.
- Elige tus batallas. No todo mal comportamiento merece el esfuerzo de disciplinarlo; a veces los niños simplemente se comportan como niños. Por ejemplo, puedes disciplinar a tu hijo por maltratar a su hermano, pero ignora un comentario enérgico o berrinche hecho justo antes de la hora de la siesta.
- Ser realista. ¿De verdad esperas que un niño de 4 años se siente en silencio durante un viaje de una hora al supermercado? La Dra. Brown dice que los padres deben tener expectativas razonables de sus hijos.
- Observa a tu hijo portándose bien. “Tu hijo anhela tu atención. Los niños prefieren la atención positiva, como los abrazos o los elogios, pero también aceptarán la atención negativa, como los gritos. Entonces, si elogias a tu hijo por limpiar sus juguetes, se enfocará más en ese comportamiento y no tendrá que recurrir a comportamientos traviesos para que te fijes en él “, dice la Dra. Brown.
- Recuérdale a tu hijo que lo amas. Recuerda que aunque tu hijo se porte mal, él mismo no es malo. Sigue tu disciplina con abrazos y palabras dulces, luego continúa con tu día.
También es importante tener en cuenta que tu hijo no cambiará de comportamiento de inmediato. “Estás plantando las semillas de la disciplina; no esperes que un árbol crezca de la noche a la mañana ”, dice la Dra. Brown.
Este artículo fue originalmente publicado en Parents.com
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